Estados
Unidos.- Los gemelos Flores dominaron las rutas entre Sinaloa y Arizona.
Chicago era suya. Un día, por salvar la vida, traicionaron al “Chapo”.
Un
juez federal de EU sentenció en enero del 2015 a dos hermanos mellizos a 14
años de prisión por dirigir una banda de narcos en América del Norte que
contrabandeó casi 2 mil millones de dólares en drogas. El magistrado redujo
significativamente sus sentencias en recompensa por cooperar en los juicios a
Joaquín “El Chapo” Guzmán y otros líderes del cárteles mexicanos.
Pedro
y Margarito Flores, de 33 años, fueron caracterizados por la fiscalía como los
informantes narcos más valiosos en la historia. El juez Rubén Castillo calificó
a los mellizos idénticos como los mayores narcotraficantes que comparecen ante
su tribunal.
Si
no cooperaban, los fiscales dijeron que los mellizos habrían enfrentado casi
seguramente cadena perpetua. Pero el gobierno solicitó una sentencia de unos 10
años y no más de 16 al señalar que “su cooperación permitió instruir de cargos
a Guzmán y otras 50 personas”. Su padre, Margarito Flores padre, parece haber
pagado la cooperación de sus hijos con la vida. Fue secuestrado en México en
cuanto se difundió la noticia sobre la cooperación de sus hijos, según
documentos del gobierno.
Después
de informar a los agentes estadounidenses en 2008 que deseaban ser informantes
con la esperanza de recibir sentencias menos duras, los hermanos siguieron en
contacto con líderes narcos durante meses, a veces grabando sus conversaciones.
Su
negocio delictivo era tan provechoso que los mellizos, que ostentaban alhajas y
manejaban Maseratis, contrataron personal de tiempo completo para que contara
la ola de dinero que recibían. Para fines de la década pasada habían enviado de
contrabando a México unos mil 800 millones de dólares, dijeron los fiscales.
Los
mellizos ascendieron en la jerarquía de la organización narco. Sólo después que
los dos huyeron de Chicago a México en 2004, al parecer temiendo su arresto
tras una instrucción de cargos en Milwaukee, empezaron un ascenso meteórico. A
mediados de 2005 se reunieron con Guzmán en el reducto montañoso de éste para
hacer tratos, dice la acusación.
Los
dos manejaban su operación estadounidense desde un rancho en México, donde
daban órdenes por teléfono. Su red se extendía desde la central de Chicago
hasta Nueva York, Detroit y Washington DC, además de Los Angeles y Vancouver.
Por
motivos de seguridad, los dos se declararon culpables de un cargo de asociación
ilícita con fines de narcotráfico en una audiencia a puertas cerradas en el año
2012. El martes fue su primera presentación en público desde que empezaron a
revelar sus secretos hace seis años.
(ZOCALO /AGENCIAS/20/07/2015 - 01:14 PM)
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