Los
sistemas de transparencia y acceso a la información son oscuros y lentos. La
respuesta recurrente es que la información es clasificada o se impone un cobro,
con el argumento de que se requieren copias certificadas información
La
mayoría de las respuestas del organismo fue ‘información reservada’ o refirió
al ciudadano interesado a buscar la solución en una página de Internet a la que
no se puede accesar
"Porque
antes no existía este mecanismo y ahora, aun cuando la propia autoridad ha
encontrado la forma de sustraerse a la obligación de informar, está obligada a
ello"
Manuel
Fuentes Muñiz
Profesor
de la Universidad Autónoma Metropolitana
8 millones
de pesos podría ascender la partida económica que recibe el gobernador de
Michoacán para el ejercicoi de sus funciones públicas oficiales
106,000
pesos mensuales sería el salario que obtiene por su cargo. Uno de los más altos
para un gobernador en el país
2 millones
de pesos mensuales para los gastos extraordinarios y especiales que se pueden
presentar entre los miembros del primer círculo del gobernador
En
los últimos 13 años, el IFAI -ahora INAI- ha acumulado alrededor un millón y
medio de solicitudes de información. Sin embargo, de acuerdo con legisladores
federales y expertos en materia de transparencia y rendición de cuentas, solo
el 10 por ciento de la población recurre a este derecho.
Y
es que, para Ernesto Aroche -periodista especializado en el tema- los sistemas
estatales de transparencia y acceso a la información son oscuros y lentos, por
eso cada vez es más difícil acceder a la información oficial que detalle las
cuentas de los gobiernos en los estados de la República.
Tan
solo en Michoacán, el sistema de transparencia y acceso a la información
pública del Poder Ejecutivo del Estado es uno de los más oscuros de todo el
país.
Está
diseñado de tal forma que evita a toda costa el acceso a la información
pública. Cuando la respuesta a la información solicitada no fue “información
reservada” o se escapa de la aplicación de algún cobro -bajo el argumento de la
obtención de copias simples o certificadas- se remite al solicitante a páginas
de Internet a las que no se puede accesar.
Al
menos así lo deja ver la repuesta que emitió este organismo a un ciudadano que
solicitó conocer el monto del erario que se destina a la vida oficial y
particular del gobernador Salvador Jara.
La
secretaria técnica del Despacho del Gobernador, responsable de la atención a
las solicitudes de información, Rosa Lizett García, explicó por escrito que
para conocer los registros contables de los ingresos y egresos destinados al
mantenimiento de la casa del gobernador es necesario pagar la suma de 800 mil
pesos.
Si
se desea tener una copia digitalizada de cada uno de los documentos que
acrediten lo gastos y la relación de proveedores, contratistas y prestadores de
servicios que atienden las necesidades de Jara y su familia, entonces el
interesado necesita pagar un millón 300 mil pesos.
De
acuerdo a lo que se establece en el oficio número STG/519/2015, de fecha 3 de
junio del 2015, el cobro por la información pública solicitada está contemplado
en los artículos 1, 2 y 28 Fracción XII Inciso A) de la Ley de Ingresos del
Estado de Michoacán para el ejercicio fiscal 2015, publicada el 29 de diciembre
del 2014; así como en el artículo 32 de la Ley de Transparencia y Acceso a la
Información Pública del Estado.
La
funcionaria que responde a la solicitud de información además remite a una página
de Internet que está fuera de servicio, donde asegura que se encuentra la
información solicitada, pero no se puede tener acceso.
El
ciudadano que presentó la solicitud de información pública para conocer el
gasto que representa el sostenimiento del gobernador de Michoacán fue Luis
Manuel Antúnez Oviedo, a quien el sistema de transparencia no le respondió de
forma certera ninguna de las 18 preguntas expuestas.
A
la mayoría de los cuestionamientos presentados por Antúnez Oviedo, la oficina
de Transparencia y Acceso a la Información le respondió: “hago de su
conocimiento que la información solicitada es información reservada”.
MÁS DUDAS QUE RESPUESTAS
En
la solicitud de información registrada con el folio Si-625-2015, el ciudadano
Luis Manuel Antúnez Oviedo pidió conocer a cuánto asciende la partida
presupuestal para la operación y mantenimiento de la residencia oficial de
gobierno.
Se le respondió que dicha información se
encuentra contenida en una página electrónica del gobierno estatal, a la que no
se puede acceder.
Al
solicitar información sobre la bitácora de vuelo de las aeronaves que llegan y
salen de la residencia oficial de gobierno, la respuesta oficial fue que esa
información se encuentra clasificada como “Información Reservada”. Eso sí,
explican que todos los vehículos aéreo y terrestres adscritos al despacho del
gobernador se utilizan únicamente para asuntos oficiales.
Otra
pregunta sin respuesta, es la que se refiere a conocer quiénes han sido los
tripulantes de las aeronaves del gobernador, a lo que la respuesta oficial no
deja duda exponiendo que esa información se encuentra clasificada como
“Información Reservada” y se remite a la ley de Transparencia y Acceso a la
Información Pública.
A
la insistencia del ciudadano que buscó conocer los nombres de quienes han
tripulado las aeronaves del gobierno estatal y si esas aeronaves han sido
utilizadas por familiares, amigos o particulares cercanos al gobernador
Salvador Jara, la respuesta fue invariable y mecánica: se trata de información
clasificada. La misma respuesta encontró el ciudadano que solicitó saber las
veces que se han utilizado las aeronaves del gobierno estatal.
GASTA JARA A MANOS LLENAS
A
pesar de que no hay forma de saberlo de manera oficial, fuentes del interior de
la tesorería del estado revelan que el gobernador Salvador Jara -igual que lo
hicieron en su momento los gobernadores Fausto Vallejo y Jesús Reyna García-
cuenta con una partida económica para sus gastos que llega a los 8 millones de
pesos mensuales.
Ese
recurso es solo para el ejercicio de sus funciones públicas oficiales, en donde
no se considera el salario que obtiene por su cargo, el que ronda sobre los 106
mil pesos mensuales, uno de los salarios más altos para un gobernador en el
país.
La
partida económica de 8 millones de pesos mensuales con los que tiene que vivir
el gobernador Salvador Jara se administra vía la secretaría particular del despacho
del gobernador, donde se distribuyen los montos en función de los gastos que
requieren el gobernador y su familia.
El
gasto de la familia del gobernador se aplica a la partida presupuestal de 8
millones de pesos, pese a que existe un fondo mensual de 2 millones de pesos
para los gastos extraordinarios y especiales que se pueden presentar entre los
miembros del primer círculo del gobernador.
Fuentes
de la tesorería del estado revelaron que Jara habrá de concluir su periodo de
gobierno disponiendo gran parte de la partida económica que se destinó este año
para la atención del jefe del ejecutivo, cuyo monto fue de 54 millones 913 mil
966 pesos.
LA PRIMERA TRABA DE LA TRANSPARENCIA
Los
sistemas estatales de transparencia y acceso a la información son oscuros y
lentos, esto a causa de los elevados índices de corrupción que las entidades
administrativas locales insisten en ocultar. Por eso cada vez es más difícil
acceder a la información oficial que detalle las cuentas de los gobiernos en
los estados de la república.
Lo
anterior fue señalado por el periodista especializado en temas de
transparencia, Ernesto Aroche, quien aseguró a Reporte Índigo que pareciera que
cada vez los gobiernos estatales se especializan en poner trabas a la entrega
de la información solicitada, haciendo –en el mejor de los casos- retardado el
proceso.
La
principal traba que se registra en los sistemas de acceso a la información y
transparencia de los gobiernos estatales, explica el periodista con un dejo de
ironía, son los propios gobiernos estatales, los que han creado leyes por demás
contradictorias y complejas entorno a los sistemas de transparencia, hasta
convertirlos en sistemas oscuros de información.
De
hecho, explica, los sistemas de acceso a la información pública se han tornado
tan complejos por los gobiernos estatales que no cualquier ciudadano puede
acceder a ellos. A veces solo los investigadores, especialistas o periodistas,
tras agotar recursos legales de años, pueden hacerse de la información oficial
sobre determinados temas.
ES MEJOR QUE NADA
Por
su parte el doctor en derecho Manuel Fuentes Muñiz, promotor de transparencia y
defensor de las familias de los mineros muertos en Pasta de Conchos, considera
que la propia autoridad está limitando el acceso a la información a la
ciudadanía, al aplicar reservas de 10, 15 ó 20 años para hacer pública la
información en su poder.
Para
el también profesor de la Universidad Autónoma Metropolitana, el mayor defecto
del sistema de transparencia en los estados es la falta de una respuesta
oportuna a la ciudadanía, toda vez que en la mayoría de los casos, la entrega
de información tarda entre tres a cinco semanas, aunque se puede prolongar más
el plazo.
Pero
a pesar de lo defectos que existen en el sistema de transparencia y acceso a la
información pública, ese mecanismo es aceptable, es mejor que nada. “Porque
antes no existía este mecanismo y ahora, aun cuando la propia autoridad ha
encontrado la forma de sustraerse a la obligación de informar, está obligada a
ello”.
Roberto
Ignacio Alonso Muñoz, especialista en transparencia de la Universidad
Iberoamericana estimó que la opacidad en los sistemas estatales de
transparencia se debe principalmente a que los propios gobiernos locales
mantienen el control en los órganos encargados de esa función, haciendo
políticas que están más encaminadas a proteger a los sujetos obligados (los que
deben informar) frente al derecho de los ciudadanos para conocer la información
pública.
Esa
situación también se suma al escaso presupuesto que los gobiernos estatales
destinan a los órganos de transparencia, donde el menor recurso va al área de
difusión del derecho a la información para el grueso de la población, lo que
genera que la gente no conozca ese derecho y en consecuencia no lo reclame.
(REPORTE
INDIGO/ J. JESÚS LEMUS/ Lunes 20 de julio de 2015)
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