Lourdes Díaz
Ejido Coyame Chih.-
En medio del desierto, a unos 8 kilómetros de la cabecera de este municipio, se
construyeron invernaderos para la producción de camarones y peces, en una
superficie de 1.4 hectáreas donde se experimenta con la engorda del camarón a
fin de llegar a una etapa comercial, del cual se tuvo ya la primera cosecha
durante la segunda semana de enero.
En una investigación
desarrollada por la Comisión Nacional de Zonas Áridas, dadas las condiciones
del suelo y salinidad del agua de este lugar, fue posible cosechar camarones bajo
condiciones de invernadero, en estanques de 140 mil litros de agua, los cuales
tienen capacidad de albergar hasta 50 mil camarones por tina, informó Antonio
Olivas, titular de la dependencia.
Los camarones fueron
traídos desde Mazatlán y Jalisco, con un peso de .023 miligramos, para
cosecharse de 12 a 14 gramos por pieza.
En una primera etapa
se colocan para maternizarlos o aclimatarlos en una tina, durante 22 días, en
la cual se tuvieron pérdidas, porque se sembraron tarde y les llegó el inverno
antes de llegar a su tamaño deseable de 14 gramos se debieron cosechar de 10, sin embargo, fue
pudo determinar que es posible tener dos cosechas por año, sembrando en febrero
para cosechar en junio, y otra siembra en junio para cosecharse en octubre.,
explicó el biólogo responsable de este proyecto, Epifanio González Ceja.
Durante el
crecimiento de los camarones, se requiere alimentarlos cada tres horas, día y
noche, además de vigilar que la temperatura que requieren se mantenga estable,
a una mínima de 20 grados centígrados, y una máxima de 30, agrego.
El clima de este
desierto, es similar a los lugares nativos del camarón, sin embargo sí fue
necesario adicionar sales al agua, la cual es analizada cada tres días para
vigilar que cuente con lo necesario para el crecimiento y desarrollo normal del
camarón, además de controlarles el oxigeno que se inyecta a las tinas, ya que
si se les proporciona menos del necesario, se pueden morir, o detener su crecimiento,
pero si también tienen más oxigenación de la necesaria, pueden presentar
pérdidas totales, explica el biólogo.
Los beneficiarios de
este proyecto son 50 ejidatarios representados por Luis Quiñónez, quienes
aportaron sus tierras que ya tenían ociosas debido a que llevaban varios años
sin sembrar ni hacerlas producir, pese a que cuentan con dos pozos de agua, los
cuales ahora entraran al negocio de los pescados y mariscos.
La inversión total
del proyecto es de 3 millones de pesos, de los cuales, 700mil aportaron los
beneficiarios, y el resto, la Conaza, dentro del programa Estratégico Para el
Desarrollo de Zonas Áridas (Prodeza), el cual busca hacer productivas las zonas
del desierto, con proyectos como éste, explicó el delegado de la dependencia,
Antonio Olivas.
En este lugar,
cuentan con 16 tinas de 140 mil litros cada una, en la mitad, sembraron
camarones, a fin de descubrir el manejo adecuado y después extenderlo a
diversos municipios del desierto Chihuahuense y otras partes de la República, y
en la otra mitad, sembraron peces, de los cuales, ya está probado que su
producción es rentable bajo condiciones de invernadero, pues según datos de la
Sagarpa, el 70 por ciento de los pescados que se consumen en la entidad, son
importados de otros estados, por lo cual, no tiene problemas de mercado, todo
el que se produce, se puede colocar a buen precio en el mismo estado de
Chihuahua.
Junto con los 20 mil
camarones que se sembraron en 8 tinas, otros 25 mil peces tilapia, se sembraron
en las otras 8 tinas, el cual tiene una mayor resistencia, y presenta una
pérdida mínima, el cual llega a su tamaño comercial entre los 5 y 7 meses y del
que se tiene una cosecha por año, se compra de medio gramo y se cosecha de 300
a 500 gramos. Éste no se ha cosechado todavía, el cual se pretende tener listo
para Semana Santa.
El biólogo, González
Ceja, cada tres días, realiza análisis del agua, en un laboratorio portátil que
tiene aquí, donde verifica niveles de potasio, magnesio, calcio, nitritos,
alcalinidad, amonio, u otras propiedades del agua, y dependiendo de las
necesidades de los peces o camarones, adiciona lo que haga falta, o hace un
recambio del agua de las tinas en caso de que haya excesos de alguno de éstos
componentes.
El oxigeno es
indispensable para estos pescados y mariscos, el cual es inyectado con bombas
eléctricas, que de fallar la energía, habría pérdidas totales, razón por la
cual, los invernaderos cuentan con una planta de energía eléctrica alterna que
responde cuando la electricidad falla.
La novedad de
cosechar camarón en tierras de agua dulce, mantiene optimistas a los
ejidatarios que ya vieron la primera cosecha de media tonelada de camarones en
el desierto chihuahuense, y pretenden elevar la cantidad esta ocasión.
EN RESUMEN:
Siembran el
camarón bajo condiciones de invernadero
Arranca
etapa experimental con 20 mil camarones
Cosechan
media tonelada
Descubren
que se pueden tener dos cosechas por año
La siembra
es en febrero para cosechar en junio, y otra en junio para cosecharse en
octubre.
.023 miligramos
Se cosecha de
14 gramos
Se deben
alimentar cada tres horas día y noche
Crecen a una temperatura mínima de 20 grados
centígrados y una máxima de 30 grados.
Les lleva 22
días aclimatarse
(DIARIO DE CHIHUAHUA/ Lourdes Díaz |
29 de Enero del 2013 | 05:54 hrs)
No hay comentarios:
Publicar un comentario