El Secretario de Comunicaciones y
Transportes, Gerardo Ruiz Esparza, ha destacado en diversas ocasiones el papel
de la obra pública como motor de desarrollo del país. En 2015, sus grandes
planes se vieron afectados por los recortes y la economía “austera” que impuso
el Gobierno federal. Así, la SCT se vio obligada a cancelar algunos proyectos
por esa razón.
Esos planes, que incluían la
construcción de trenes que conectarían al país por vías importantes para su
desarrollo también se vieron frenados por escándalos de presunta corrupción.
Ya en el último año de esta
administración, las cifras definitivas comienzan a mostrar realidades y una de
ellas es que en materia de infraestructura el Estado de México –entidad donde
el propio Ruiz Esparza fue titular de Comunicaciones en el sexenio del entonces
Gobernador Enrique Peña Nieto– fue una de las entidades que más dinero recibió
para la construcción de obras, y muy por encima del resto de los estados.
Además, las cifras muestran que esa
asignación presupuestal no obedeció los lineamientos del programa de
infraestructura que la SCT presentó como plan sexenal, aliado con el Plan
Nacional de Desarrollo.
Ciudad de México, 15 de enero
(SinEmbargo).– De los 928 mil 881 millones 040 mil pesos que la Secretaría de
Comunicaciones y Transportes (SCT) destinó en el periodo de 2013-2017 a la
construcción de obra pública en las entidades federativas, el Estado de México
se benefició con el 45.8 por ciento de esa cantidad, es decir con 246 mil 227
millones 290 mil pesos.
Esa cantidad es 78 veces lo
que recibió Aguascalientes, que es el estado que menos dinero recibió. Es
también mucho mayor si se compara con los 61 mil 060 millones 010 mil pesos que
recibió Jalisco, el segundo estado con más asignación de presupuesto en este
rubro.
De acuerdo con datos
obtenidos por SinEmbargo a través de la solicitud de información con el folio
0000900286017 dirigida a la SCT y cotejados, además, con datos abiertos
disponibles en los portales de esa dependencia en cada entidad federativa, el
monto total de inversión en los últimos cinco años asciende a 928 mil 881
millones 040 mil pesos que han funcionado para “concluir” o “inaugurar” 2 mil
775 obras, tener “en proceso” 647 y proyectadas otras 140.
Las entidades del país que
han recibido más dinero son el Estado de México, con 246 mil 227 millones 290
mil pesos, seguida de Jalisco, con 61
mil 060 millones 010 mil pesos; Veracruz, con 59 mil 958 millones 040 mil
pesos; Querétaro, con 54 mil 200 millones 280 mil pesos, y Michoacán, que
recibió 45 mil 418 millones 730 mil pesos.
En cambio, los estados que
menos dinero recibieron son Aguascalientes, con 3 mil 150 millones 700 mil
pesos; Tlaxcala, con 3 mil 848 millones 800 mil pesos; Coahuila, con 7 mil 729
millones 680 mil pesos; Hidalgo, con 10 mil 218 millones 010 mil pesos, y Morelos,
al que le asignaron 10 mil 248 millones 580 mil pesos en el periodo de
referencia.
Por número de obras por
construir, las entidades que más proyectos tienen son el Estado de México
(674), Veracruz (389), Jalisco (329), Sinaloa (218) y Guerrero (217). Los
estados con menos obras son Baja California Sur (20), Quintana Roo (26),
Yucatán (32), Querétaro (32) y Puebla (33).
La Ciudad de México no figuró
en este cálculo, ya que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes no
entregó información sobre las obras en las que ha invertido, el monto y el
estatus actual. Tampoco se encontró la información anual en el portal de esa
dependencia federal.
¿CÓMO SE REPARTE EL PRESUPUESTO?
De acuerdo con el Plan
Nacional de Infraestructura 2014-2018 de la SCT, las obras se alinearon al Plan
Nacional de Desarrollo (PND) planteado por el Presidente Enrique Peña Nieto.
Ahí se señala que la
inversión en infraestructura es un tema estratégico y prioritario para México
porque representa el medio para generar desarrollo y crecimiento económico y es
la pieza clave para incrementar la competitividad.
El PND considera que una
infraestructura adecuada y el acceso a insumos estratégicos, fomentan la
competitiva y conectan el capital humano con las oportunidades que genere la
economía por lo que “se prevé apoyar el desarrollo de infraestructura con una
visión de largo plazo basada en tres ejes rectores: i) desarrollo regional
equilibrado, ii) desarrollo urbano y iii) conectividad logística”.
En las diferentes
administraciones la infraestructura se ha tomado como una vía para asegurar
oportunidades y lograr que el desarrollo llegara a todas las regiones, a todos
los sectores y a todos los grupos de población.
Para esta administración, la
SCT basó el esquema de presupuesto asignado a los estados con base en la
competitividad por los factores económicos, sociales, gubernamentales,
geográficos, naturales, “entre otros”.
El método seleccionado fue un
índice elaborado por el Tecnológico de Monterrey y denominado “La Competitividad de los
Estados Mexicanos 2012, la ruta hacia el desarrollo”. De acuerdo con dicho
índice, la entidades más competitivas y, en consecuencia, las que deberían
recibir más dinero son la Ciudad de México, Nuevo León, Querétaro, Colima y
Baja California Sur. Mientras que las de nivel más bajos son Guerrero, Oaxaca,
Tlaxcala, Veracruz, Chiapas, Zacatecas y Puebla.
Si embargo, en las cifras y
en la realidad ninguna de esas regiones está en los primeros cinco lugares de
la lista de los estados que más dinero recibieron.
Por el contrario, los estados
más beneficiados sí lideran la lista de ciudadanos empadronados. Esa lista la
encabeza el Estado de México, entidad que ha sido gobernada en los últimos 90
años por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), el partido de Ruiz
Esparza y del Presidente Peña; le siguen la Ciudad de México, Veracruz, Jalisco
y Puebla.
Si se toman como referente
las cifras de pobreza del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de
Desarrollo Social (Coneval) tampoco tienen cumplimiento los objetivos del
índice de nivelar la balanza, a pesar de que en el mismo programa de
infraestructura se señala que “las entidades federativas que registran un menor
puntaje en la evaluación de competitividad también presentan las más bajas
calificaciones en la evaluación de la infraestructura, que indica que un factor
que está incidiendo en su bajo nivel de competitividad es la escasa dotación de
capital físico y humano. Por el contrario, las entidades federativas con las
notas más altas en el Índice de Competitividad Global registran una evaluación
superior en el Índice de Infraestructura, que muestra que su alto nivel de
capital físico y humano apoya su elevado grado de competitividad”.
Quienes están en esa lista de
carencias son Chiapas, Oaxaca, Guerrero, Puebla y Michoacán.
LAS OBRAS DEL ESTADO DE MÉXICO
De acuerdo con la solicitud
de información realizada por este diario digital, el Estado de México reportó
67 obras que se desprendían del Plan Nacional de Infraestructura (PNI) por un
total de 3 mil 357 millones 219 mil 071 pesos.
Sobresalen la reconstrucción
de terracerías, pavimento de concreto asfáltico, reconstrucción de estructuras,
de señalamientos y modernización de carriles. También están en los contratos
las actividades de seguimiento y control de las obras.
Entre las más costosas están
la Construcción de los ejes en carretera Toluca-Naucalpan por 438 millones 917
mil 409 pesos, los Trabajos de construcción del Distribuidor Vial en San Mateo
Atenco, Estado de México por 245 millones 414 mil 256 pesos y la Construcción
de un distribuidor vial en Metepec, Estado de México por 248 millones 329 mil
995 pesos.
(SIN EMBARGO/ DANIELA BARRAGÁN/ ENERO 15, 2018, 12:05
AM)
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