Guaymas, se sabe es todo un
caso pa´l diván. Sigmud Freud, el padre del psicoanálisis, habría considerado
toda una delicia tratar y diagnosticar a su clase política.
Y el tema no es menor cuando
en el puerto se han robado una ambulancia estacionada en la zona de emergencias
del IMSS; dos veces los malandros han despojado de sus patrullas a los
genízaros; hace tiempo chatarrearon el busto del general Rodolfo Sánchez
Taboada y fray Ivo Tonek, fue víctima de un asalto.
Lo anterior sin contar hechos
sangrientos que tienen al puerto entre las cincuenta ciudades más violentas del
país y problemas heredados por anteriores administraciones, que tienen en
quiebra técnica al ayuntamiento, como el leonino contrato con PASA y el crédito
con Bansi.
LA IZQUIERDA ENREDADA
La decisión de Lola del Río,
la propietaria de la franquicia Movimiento Ciudadano en la entidad, de ir solos
a la justa comicial de este año, por haber sido rechazada su propuesta de encabezar
la fórmula al senado, que fue destinada para Ramón Corral, padrino político de
Damián Zepeda, número uno del CEN panista, puso en predicamento las avanzadas
negociaciones de Sergio García, Marcos Ulloa y Juan Gabriel Cinco con el Yito
Samaniego de Acción Nacional y el profe José Guzmán del PRD, de ir juntos a las
elecciones.
El desinfle de dicho intento
frentista, deja en una posición delicada a dicho partido, habida cuenta que su
voto duro en Guaymas, es escaso y solo le ha alcanzado en los últimos comicios
para meter un regidor pluri en cabildo. De ahí que sus números no sean para
nada halagüeños.
Las posibilidades de una
candidatura ganadora de Sergio García, a la alcaldía son mínimas y tal vez
solamente, dicen los conocedores, candidateando a Fray Ivo, pudiera esa
formación tener chance de entrar a la pelea.
Por el lado del PRD, ni la
suma de último momento del insigne Víctor Marín, quien en un salto cuático
brincó para atrás del MAS al PRD y el retorno de Oliver Flores Bareño, a las
filas perredecas, ampliaron el horizonte electoral en ese partido en crisis
desde hace rato.
José Guzmán, dada su cercanía
con Jesús Zambrano y Carlos Navarro, de la corriente Nueva Izquierda, está más
que amarrado como candidato a la diputación federal por el 04 distrito
electoral, el más grande del estado y que el PRI nunca ha cedido y a cuya
candidatura se encamina el Chuy Garza, presidente del ejido San José.
La decisión de correr solos
facilitó las aspiraciones de Juan Valentín Rendón, el seguro candidato a la
alcaldía de Empalme, por la coalición “Con México al Frente”, quien en una salomónica
decisión cedió la candidatura a la diputación local por el XIV distrito local
al PRD y trata de sumar al proyecto al PVEM.
“El Güero” Roberto Romero
Guerrero, quien jugó las contras al PAN en 2015 y operó a favor del Kiriki
desde la sindicatura, al igual que el tesorero con Héctor Moisés Laguna,
Mariano “Pichel” Michel, irá solo con la bandera del partido naranja, fuerza en
que milita.
Morena y el PT, aliados al
PES, están más enredados que el chinchorro de un pescador de La Cantera y
todavía no definen a sus abanderados. Sara Valle, sigue moviéndose en pos de la
candidatura a la alcaldía con el rechazo de los pejistas. El tiro está más que
cantado.
PAN PASMADO
En el PAN la efervescencia
interna por las candidaturas se pasmó ante el anuncio de que el alcalde Lorenzo
De Cima, pudiera optar por la reelección, lo cual implicaría una
restructuración a fondo de la planilla de regidores que lo acompaño el 2015.
Por lo pronto están en la cuerda floja el grupo de ediles “amigos de Otto
Claussen”, entre los que destacan Raúl Sánchez Almeida, el Pin Eduardo González
y Enrique Hudson, quienes aliados a la fracción tricolor en cabildo no han
parado de hacerle la masa aguada al Lorenzo.
José María Cházaro, se cuece
aparte. El Cházaro, quien formaba parte de la disidencia panista, renunció al
partido y no alcanzó a militar en Morena, de donde fue rechazado por
contravenir la línea de Alfonso Durazo, el mero mero en Sonora.
A Francisco Bueno Ayub, quien
externó pretender la candidatura la alcaldía se le hizo bolas el engrudo. De
nada le ha servido al Paco el cocheo de Adrián Espinoza y cada vez son más
remotas las posibilidades de competir con las siglas blanquiazules.
Bueno, según sus allegados se
encuentra en el dilema de que si busca un cargo por el PAN, tendrá dinero de
sus padrinos panistas, pero seguramente habrá de perder y si va por Morena,
puede ganar, pero la lana no llegará, pues Pancho Domínguez, Ernesto Cordero y
el propio Felipe Calderón, grupo con el que está identificado, lo que menos
quieren es que AMLO, salga victorioso.
EL FACTOR PADRÉS
Un factor a considerar y que
ya ronda el proceso partidista, es la posible liberación de Guillermo Padrés y
los “arreglos”, que posibilitaron su excarcelación.
Si se da tal cuestión, la
presencia del exgobernador podría descuadrar el escenario político actual, que
con la salida de David Galván de la presidencia estatal del PAN, se está
armando.
No pocos panistas deben sus
carreras al Memo y eso no puede olvidarse.
PRIÍSTAS DESCOBIJADOS Y ABANDONADOS
Cuando el regidor Rubén
Contreras, acudió presuroso a una cita vital en la capital con Julio Ramón
Luebbert Mazón, heredero del emporio empresarial Selecta, iba decidido a echar
toda la carne al asador y venirse con alguna candidatura bajo el brazo. Lo
primero que le preguntó Julito, cuando lo tuvo enfrente fue si conocía a Manuel
Villegas y le dijo que está sonando en Guaymas y que no lo perdiera de vista.
De la visita que no duró ni tres minutos, salió el edil con los cables cruzados
y ni siquiera se paró a comprar coyotas de Villa de Seris.
Con la contingencia de la
recolección de basura de hace días, Rubén, convocó a las masas cenopistas, que
lidera, allá por rumbos de la Colonia Independencia, para realizar labores de
limpieza. Al evento solo cayeron el Morroñito, su compadre del alma el Micky y
el Páez.
Es tan grave la crisis de
marca que padece el PRI, por quien el 80% de los mexicanos nunca votaría, según
las encuestas, que la gober ha decidido recurrir al PVEM, como Plan “B”.
DILEMA URIBISTA
El candidato independiente
Ernesto Uribe Corona, se encuentra en una encrucijada: El 50% de los electores
no lo conoce y el otro restante 50% no lo traga.
MANUEL VILLEGAS Y SU SUEÑO GUAJIRO DE SER ALCALDE
El del Villeguitas, es todo
un caso. Siendo el aspirante más movido ha podido penetrar en algunos sectores
de la comunidad porteña derivado de un “trabajo” largo.
A pesar de ser el primer
diputado local que ganó con las siglas del PAN, sus “arreglos” con el gobierno de
Claudia Pavlovich, lo apartaron de la fracción panista en el Congreso del
Estado y luego se plegó a apoyar a Rafael Moreno Valle, en sus intentos de
arrebatarle la candidatura del Frente a Ricardo Anaya.
Ante esa monumental tarea,
apuesta su resto a una negociación entre Moreno y “El Cerillo”, que lo ponga en
camino de la candidatura a la alcaldía.
Y aunque la idea no suena
descabellada, se ve complicada ante el rechazo que su figura tiene entre la
militancia blanquiazul y el círculo que rodea al alcalde De Cima. Eso sin
contar con el hecho de que el Morroño Llano Zaragoza, no lo pasa, tal vez por
su condición de advenedizo a la grilla local.
CRISIS DE REPRESENTACIÓN: LA TRAICIÓN COMO DIVISA
En el puerto los partidos
políticos –todos sin excepción— tienen bien ganada su mala fama.
Casi siempre quien ostenta el
poder municipal hace uso patrimonial de este y el resto juegan el papel de
paleros, sin olvidarse del chapulineo, como son el de Sara Valle, quien de
origen panista pasó por el PRD y después fue candidata del PT, al igual que José
Ramón Uribe o el de Víctor “Buitre” Parra, quien en 1994, luego de sacarle a
competir por la diputación local ante el profe Oscar Acosta Castro en el PAN,
se fue por el PRD.
Lo único verídico –es
veredicto, diría el Chino Correbolas--, es que en Guaymas, no existe una fuerza
de izquierda y dichos partidos son solo membretes al servicio de quien los
controla y lo mismos se pliegan según sea el caso a quienes mandan en el PAN
como al PRI, como partidos hegemónicos en la localidad y ejemplos sobran: Rodolfo
Lizárraga (PT), Norma Castro (PRD) y José Ordaz (Movimiento Ciudadano), siendo
ediles en la administración del Toño Astiazarán, aprobaron sin recato y sin
consultar al pueblo el convenio de PASA.
La llamada izquierda
tomatera, que siempre ha sido comparsa del Toño y de Manuel Villegas, desde
cuando ambos regenteaban al PRI municipal.
Morena, el partido más joven
en la arena política, más no así sus integrantes, ante el nulo trabajo no pinta
y apuesta a la ola pejista que lo beneficie y proyecte.
En resumen, la falta de
cuadros políticos serios al interior de los partidos y de personalidades y
liderazgos de impacto social, son solo el resultado de su desapego a los
intereses de la sociedad a la que supuestamente se deben y quien sufraga sus
gastos.
La historia local así lo
registra y no miente…
(EL PORTAL DE LA NOTICIA/ LA VIÑA DEL SEÑOR/ 05 ENERO 2018)
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