Las
declaraciones sobre el aborto del Papa Francisco cimbraron a un país, cuyas
leyes y sacerdotes se han resistido a reconocer esta práctica
"La
falta de acceso al aborto legal y seguro es una violación a los derechos
reproductivos de las mujeres y tiene un impacto negativo en el ejercicio de sus
derechos humanos, sus oportunidades de vida y su futuro"
Informe
del GIRE
“Es
increíble que en el Distrito Federal haya denuncias. Tiene la mejor legislación
de aborto, donde no se penaliza hasta las 12 semanas, pero la Procuraduría
sigue buscando a mujeres y persiguiéndolas por aborto”
Regina
Tamés
Directora
del GIRE
145,313
interrupciones legales del embarazo se realizaron en los hospitales de la
Secretaría de Salud del DF, de abril del 2007 a julio de este año, de acuerdo a
GIRE
+1,
000,000 abortos se realizaron en el país en 2009, de acuerdo con cifras dadas a
conocer en 2013 por el Instituto Guttmacher
11%
de las muertes maternas representó el aborto en 2010, los cuales pudieron
haberse evitado mediante un aborto legal y seguro, de acuerdo a la SSP
160,000
mujeres acudieron al hospital por complicaciones de abortos inseguros en el
2009
El
Papa Francisco concedió que durante el Jubileo de la Misericordia, los
sacerdotes absuelvan el pecado de aborto a quienes estén arrepentidas de
corazón. Sin embargo, las leyes del representante de Dios no coinciden con las
leyes de los hombres, pues en México solo en el DF la práctica del aborto es
legal sin ninguna otra justificación que la decisión de la embarazada.
Una
vez más, las declaraciones de Francisco cimbran al mundo y a la propia Iglesia.
Su opinión sobre temas que se consideran tabú –como la homosexualidad, el
divorcio y el aborto– aunque mediática, no remueve los cimientos de una
institución que se mantiene firme en sus ideologías.
En
su más reciente carta enviada al presidente del Pontificio Consejo, Francisco
asegura que una mentalidad muy difusa ha hecho perder la debida sensibilidad
personal y social hacia la acogida de una nueva vida.
“Pienso
en las mujeres que han tenido que recurrir al aborto. Conozco bien los
condicionantes que han tenido que afrontar”, continúa, “y sé que es un drama
existencial y moral”.
La
oferta papal flexibiliza el perdón de una acción considerada pecado grave por
la Iglesia católica y que conlleva excomunión.
Sin
embargo, esto no cambia en nada la posición de la institución y para algunos
detractores solo servirá para aliviar a algunas católicas e incitará a quienes
no piensan en el aborto ni con drama ni con culpa.
Las
leyes a favor del aborto en México son un tema polémico. Cada estado tiene sus
propias legislaciones y parámetros para permitir o no a una mujer interrumpir
su embarazo.
Solo
en la Ciudad de México el aborto es legal prácticamente sin ninguna
restricción.
En
las demás entidades, no es penalizado solo bajo ciertas condiciones
específicas. Por ejemplo si el embarazo es producto de una violación sexual, si
la vida de la embarazada corre peligro, si es un aborto imprudencial o en casos
de graves alteraciones genéticas o congénitas del feto.
“El
acceso al aborto depende del lugar de residencia de la mujer y de su estatus
socioeconómico, lo cual hace que el acceso al aborto en México sea un tema de
justicia social y de discriminación de género”, señala un informe de 2013 del
Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE).
Por
eso las declaraciones del pontífice tuvieron eco en el país. Y es que el tema
del aborto y su legislación es un tópico que levanta polvareda.
Un
estudio de 2010 publicado en Health Policy and Planning reveló que las mujeres
pobres, menos educadas e indígenas en el país son nueve veces más propensas a
tener un aborto inseguro que su contraparte con más recursos económicos y
educación.
La
asociación civil que defiende los derechos reproductivos de las mujeres detalla
que quienes cuentan con recursos económicos e información pueden acudir al DF o
viajar fuera del país para realizarse un aborto, en cambio las mujeres en
situación de marginación no tienen esta opción.
Aun
así, México rebasa el promedio mundial de abortos en mujeres de entre 15 y 24
años, con 33 interrupciones por cada mil embarazos, según informó el pasado mes
de marzo el Colegio Mexicano de Especialistas en Ginecología y Obstetricia
(Comego).
DESPENALIZAR O NO
La
interrupción legal del embarazo (ILE) en la capital del país es una realidad
desde el 24 de abril de 2007, cuando la Asamblea Legislativa del DF aprobó la
ley que despenaliza el aborto hasta la semana 12 de gestación.
Para
la antropóloga Marta Lamas, esa determinación legal representa un paso más en
el esfuerzo por disminuir la mortalidad materna provocada por las
interrupciones de embarazos de manera insegura y es imprescindible para
contrarrestar la injusticia social que implica esta práctica.
De
acuerdo a un artículo publicado en 2009 en la revista Nueva Sociedad, Lamas
señala que el marco jurídico del DF es una referencia para seguir avanzando en
el reconocimiento del aborto como un derecho reproductivo en el resto de los
estados.
Un
estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) citado por el GIRE también
revela que la ilegalidad y la criminalización del aborto solo impactan en la
inseguridad de los procedimientos y la libertad de las mujeres, pero no en su
incidencia.
La
OMS define el aborto inseguro como “el procedimiento para interrumpir el
embarazo que es realizado por personas que carecen de la experiencia y
conocimientos necesarios o en un entorno que carece de los estándares médicos
necesarios o ambas cosas”.
Según
datos de la Secretaría de Salud federal, en 2010 el aborto representó 11 por
ciento de las muertes maternas, que pudieron haberse evitado mediante un aborto
legal y seguro. Y solo en el año 2009, cerca de 160 mil mujeres acudieron al
hospital por complicaciones de abortos inseguros.
“La
falta de acceso al aborto legal y seguro es una violación a los derechos
reproductivos de las mujeres y tiene un impacto negativo en el ejercicio de sus
derechos humanos, sus oportunidades de vida y su futuro”, indicó un informe del
GIRE.
LA CONDENA MEXICANA
Sandra
tomó la decisión de interrumpir su embarazo de dos meses, pero lo hizo de la
manera que lo hacen las jóvenes en este país: a la clandestina.
A
sus 21 años no contaba con mucho dinero, y acudió a una pequeña clínica cercana
a su casa, desconociendo por completo la calidad de sus servicios. Era lo de
menos.
En
una pastilla color blanco, le dieron la solución que buscaba y la mandaron a
reposar a su casa.
El
médico que la atendió le advirtió que tendría que aguantar fuertes cólicos,
pero nunca la previno de la hemorragia que presentó y la llevó a dar al
Hospital Metropolitano de Monterrey.
Por
fortuna, el personal del nosocomio no hizo cuestionamientos. Se concentraron en
lo importante, que era detener la hemorragia y salvar la vida de Sandra.
En
México, las mujeres son denunciadas y encarceladas por abortar. De acuerdo a
datos del GIRE, de agosto del 2012 a diciembre del 2013, se emitieron 683
denuncias por aborto en las procuradurías, 13 personas fueron encarceladas por
ese delito y nueve están en prisión preventiva.
“Las
regulaciones en materia de aborto en México, en general, son restrictivas, y
varían de entidad a entidad. Esto provoca una situación de discriminación
jurídica, ya que las mujeres tienen más o menos derecho a interrumpir un embarazo
dependiendo de su lugar de residencia. Pero incluso cuando existen causales
legales de aborto, las mujeres continúan enfrentando regulaciones restrictivas,
obstáculos y criminalización al interrumpir el embarazo”, indicó el informe
“Niñas y Mujeres sin Justicia. Derechos Reproductivos en México”.
El
GIRE sostiene que criminalizar la violencia obstétrica solamente castiga al
personal médico y no resuelve el problema.
Su
informe más reciente contiene más de 300 páginas de información y está dividido
en seis apartados: anticoncepción, aborto legal y seguro, violencia obstétrica,
muerte materna, reproducción asistida y vida laboral y reproductiva.
Regina
Tamés, directora del GIRE, dijo que el sistema de justicia está invirtiendo en
perseguir a las mujeres –que en su mayoría son mujeres pobres– mandando
ministerios públicos a los hospitales.
“El
Estado está poniendo al servicio un aparato para criminalizar a estas mujeres.
Con los problemas que tiene este pobre país de criminalidad e inseguridad hay
un ensañamiento del sistema de justicia de seguir persiguiendo a estas
mujeres”, detalla el informe.
En
México, los estados que más presentan denuncias por abortos son el Distrito
Federal, Baja California, Veracruz, Quintana Roo y Guanajuato.
“Es
increíble que en el Distrito Federal haya denuncias. Tiene la mejor legislación
de aborto, donde no se penaliza hasta las 12 semanas, pero la Procuraduría
sigue buscando a mujeres y persiguiéndolas por aborto”, puntualizó Tamés.
EL PAPA DE LOS DISCURSOS
Desde
que fue designado “representante de Dios en la tierra”, el Papa Francisco ha
hecho levantar las cejas de católicos y no católicos con sus posturas sobre
temas considerados tabú dentro de la Iglesia.
El
primer latinoamericano en ejercer como líder de los católicos ha hablado sin
tapujos de homosexualidad, divorcio, sexo, pederastia y más recientemente, del
aborto.
Sus
posturas liberales lo han puesto incluso en la portada de la revista Time, en
cuyo reportaje se señaló que las declaraciones y las acciones del Papa
Francisco tienen el potencial de molestar lo mismo a liberales que a
conservadores, por lo que ha sido comparado lo mismo con Martin Luther King que
con Carlos Marx.
Apenas
hace unos días, el sumo pontífice declaró que durante el Jubileo de la
Misericordia, los sacerdotes tendrán la facultad de absolver del pecado del
aborto a las mujeres que hayan practicado en ese tiempo.
Pero
en abril del año pasado, Francisco fue duro en su postura contra el aborto.
Durante su discurso a 470 miembros del Movimiento por la Vida Italiano,
Francisco reiteró que el derecho a la vida no está subordinado a ninguna
ideología y exhortó a proteger a los niños –nacidos y no nacidos-, y a los
ancianos de la cultura del descarte, que es una consecuencia del divorcio entre
economía y moral.
“Es
necesario reiterar la oposición más firme a cualquier atentado directo a la
vida, especialmente inocente e indefensa, y el nonato en el seno materno es el
inocente por antonomasia. Recordemos las palabras del Concilio Vaticano II: ‘La
vida desde su concepción ha de ser salvaguardada con el máximo cuidado; el
aborto y el infanticidio son crímenes abominables’’’, expresó.
La
semana pasada Francisco dijo que siente empatía hacia “todas las mujeres que
han recurrido al aborto”, ya que conoce “los condicionamientos que las
condujeron a esa decisión. Sé que es un drama existencial y moral (…) He
encontrado a muchas mujeres que llevaban en su corazón una cicatriz por esa
elección sufrida y dolorosa”.
Sin
embargo, ni su empatía ni su conocimiento del drama que viven las mujeres que
abortan quitarán del Código el aborto como pecado mortal.
(REPORTE
INDIGO/ EUGENIA RODRÍGUEZ, MARÍA ALESANDRA PÁMANES/ Viernes 4 de septiembre de 2015)
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