MÉXICO,
D.F. (apro).- Luego de 11 meses de inactividad por las amenazas de la
delincuencia organizada, una planta distribuidora de la empresa Coca-Cola
anunció su cierre oficial en Arcelia, Guerrero, y liquidó a más de 120
trabajadores, varios de ellos con más de 20 años de antigüedad.
Según
los empleados, en diversas ocasiones se recibieron llamadas de los criminales,
quienes pretendían cobrar cerca de 10 millones de pesos de cuota por
permitirles trabajar.
La
empresa Femsa precisó a CNN Expansión que el pasado 20 de mayo suspendió
definitivamente las labores del Centro de Distribución en Argelia, “con base en
la evaluación final de la operación y de acuerdo con las condiciones del
entorno”.
Tras
ello, liquidó a los trabajadores después de lograr un acuerdo en la Junta de
Conciliación y Arbitraje que inició desde hace 15 días. La semana pasada Femsa
terminó de realizar los pagos.
A
finales de julio de 2014, la planta paró sus actividades por las constantes
amenazas y extorsiones del crimen organizado a sus trabajadores. Inclusive en
ese tiempo cuatro de sus camiones fueron retenidos e incendiados por sujetos
armados.
La
Procuraduría General de Justicia del estado (PGJE) había iniciado las
investigaciones correspondientes por el delito de daños, en agravio de la
empresa embotelladora en Arcelia.
El
4 de agosto de ese año, la delincuencia organizada les capturó cinco camiones y
aparecieron quemados. Desde ese momento la empresa cerró sus actividades e
incluso cualquier tipo de distribución.
Apenas
en febrero pasado Coca-Cola Femsa suspendió su servicio por cinco días en el
municipio de Chilpancingo, después de que el gerente y subgerente de la empresa
fueron retenidos por integrantes del Frente Unido de Normales Públicas del
Estado de Guerrero (FUNPEG).
Los
sujetos que retuvieron a los empleados exigían que la empresa retirara una
demanda interpuesta contra tres alumnos a los que acusaba de haber robado uno
de sus camiones repartidores.
Durante
el hecho, policías se enfrentaron con los manifestantes frente a las
instalaciones de la planta, con un saldo de al menos 10 heridos.
La
presión terminó cuando el gerente de la empresa ordenó el retiro de la denuncia
por la que los tres estudiantes permanecían detenidos.
En
la zona de Tierra Caliente, pero en el municipio de Iguala, una planta de
Coca-Cola también cerró sus puertas debido al clima de violencia e inseguridad
que se vive en el lugar.
(RIODOCE/
REDACCION/ 23 junio, 2015)
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