En
medio de una crisis de liderazgos y de la guerra declarada entre los distintos
grupos de cara a la elección del nuevo líder de la fuerza política, Javier
Corral Jurado se destapa como uno de los contendientes a la presidencia del
Partido Acción Nacional (PAN).
En
entrevista con SinEmbargo, Corral Jurado hace fuertes críticas a los dirigentes
de su partido, a los que acusa de tener una relación cercana con el Presidente
Enrique Peña Nieto, algo que ha influido negativamente en la imagen del
albiazul, al que el electorado asocia con la corrupción que se ha hecho pública
dentro de la administración federal.
Esto,
asegura, influyó para que el pasado 7 de junio el PAN obtuviera su peor
resultado electoral en tres décadas al rebasar apenas los 8 millones de votos.
Corral afirma que es necesario recuperar al partido y arrebatarlo al
“consorcio” que se adueñó de él.
FOTO: LUIS BARRÓN, SIN EMBARGO
Javier
Corral Jurado acusó a los líderes de su partido de haber debilitado al PAN por
su cercanía con el Gobierno federal.
Foto: Luis Barrón, SinEmbargo
Ciudad
de México, 24 de junio (Sin Embargo).– Cuando se le pregunta al Senador Javier
Corral Jurado por qué quiere ser presidente del Partido Acción Nacional (PAN),
responde de manera sencilla: para devolver al blanquiazul la decencia política
y la ética que ha perdido en los últimos años.
A
su juicio, regresar la dignidad a su partido significa devolver a los mexicanos
una opción política que sea una verdadera oposición a la regresión autoritaria
que representa la Presidencia del priista Enrique Peña Nieto.
Para
lograr su propósito, el político chihuahuense dice estar consciente de que
deberá arrebatar el partido al consorcio que lo ha controlado los últimos años:
la asociación de los grupos políticos afines al actual dirigente nacional
Gustavo Madero Muñoz y el grupo del Gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle
Rosas.
Entrevistado
por SinEmbargo en su oficina en el piso sexto del edificio del hemiciclo del
Senado de la República, Javier Corral reconoce que no será tarea fácil
recuperar al PAN para devolverlo al servicio de la ciudadanía. No cuenta con un
grupo político que lo respalde ni con dinero sacado a hurtadillas del erario
para financiar una campaña nacional.
Sin
embargo tiene la convicción de poder entusiasmar a la militancia que se siente
excluida, que está inconforme con la manera en que se conduce al partido y que
está harta de que el blanquiazul se haya convertido en una fuerza política
clientelar y corporativista, más interesado en regatear “migajas” del poder que
en elevar la democracia del país.
Con
49 años de edad, de los cuales 33 ha vivido dentro de Acción Nacional, Corral
Jurado disputará la presidencia nacional albiazul con Ricardo Anaya Cortés, de
36 años de edad, quien reúne la mayor parte de los apoyos anunciados por
integrantes de diversos grupos al interior, incluso algunos calderonistas.
Bajo
los colores panistas, el político de Chihuahua ha sido representante de
casilla, representante de órganos municipales y distritales; ha pintado bardas,
repartido volantes, cerrado calles, cerrado puentes, para defender el voto y
sus convicciones; ha sido miembro del Comité Ejecutivo nacional (CEN), del
Consejo Nacional, Diputado local, federal y Senador de la República.
Aunque
critica el acercamiento del PAN de Gustavo Madero Muñoz con el Presidente
Enrique Peña Nieto, Javier Corral anuncia que no enfocará sus baterías contra
Anaya Cortés o contra Madero. Asegura que hará una campaña basada en redes
sociales en donde buscará acercarse a los panistas y contagiarlos del
entusiasmo de que no todo está perdido en el partido fundado en 1939 por Manuel
Gómez Morín.
Foto: Luis Barrón, sin embargo
El
actual Senador por el PAN afirma que realizará su campaña principalmente a
través de las redes sociales. Foto: Luis Barrón, SinEmbargo
–¿Por
qué decidió en este momento buscar la presidencia nacional del PAN?
–He
tenido la aspiración de dirigir al PAN en distintos momentos de mi vida. Abracé
la idea de ser el dirigente nacional porque siempre he considerado que esa
responsabilidad es uno de los mayores privilegios que un militante puede tener
en relación a la institución que lo formó a la que yo en mucho le debo lo que
soy, porque yo soy hechura del PAN. Abandoné esa idea cuando vi la dinámica que
empezaron a tomar las competencias internas y retomé la idea bajo un
diagnostico que yo tengo: Llegó el momento en el que se va a decidir si el PAN
sobrevive o no. Porque lo que está en medio de esta elección es la
sobrevivencia del PAN. Entre ese PAN que nos convocó hace muchos años, un PAN
con valores que llegó para democratizar la vida de México e imprimir una ética
a la política o el PAN se va a la marginalidad.
–¿Qué
otros factores lo impulsaron?
–Participo
porque veo el momento difícil que vive el PAN, porque a mi parecer hay una
demolición ética y política del partido. Y cuándo si no ahora es cuando uno
tiene que tomar una decisión así. El PAN se ha convertido un partido donde
grupos de poder se disputan migajas de la representación proporcional, se
reparten cargos directivos, administran las prerrogativas públicas y se diputan
la relación con el Presidente de la República para ver qué grupo le sirve
mejor. Yo tomo la decisión de participar en la elección interna del partido en
el momento más difícil y obviamente tras la declinación de Margarita Zavala
[Gómez del Campo], yo la volví a pensar. Digo que es difícil no sólo por la
pérdida de confianza que el PAN tiene con el electorado y por el desprestigio
creciente. También porque es cuando está más enquistada la dinámica grupal: las
fracciones que manejan como propiedad miles de miembros afiliados al PAN. Y
entonces frente a esa circunstancia decidí participar.
–¿Vale
la pena participar?
–Le
medí el agua a los camotes. Encontré un entusiasmo, encontré una esperanza, veo
un ambiente creciente porque hay mucha inconformidad en el PAN, porque también
hay mucha gente que está harta, está cansada, está hastiada, de cómo se
enquistó en el partido la onda grupera que vela más por sus intereses y les
vale sombrilla el PAN y el país.
–¿Cuál
es su visión del PAN, en caso de ganar la presidencia del partido?
–Yo
creo que hay que recuperar al PAN para el país, es una tragedia lo que le ha
pasado a Acción Nacional y por eso yo lo he planteado como un rescate, como una
‘Cruzada por su Recuperación’. Una cruzada que recupere las más puras esencias
del PAN. Es un asunto estratégico para la democracia en México, para el combate
a la corrupción, para la rendición de cuentas y el verdadero desarrollo del
país que el PAN tenga un cambio profundo. De lo contrario la regresión
autoritaria que vive el país seguirá sin contrapesos.
–¿Qué
quiere recuperar del PAN?
–Su
decencia en la política.
–¿En
33 años de militancia, había visto una dirigencia que tuviera tanto control de
los órganos internos como de los militantes?
–No,
porque ha sido una evolución hacia lo peor. Yo nunca había visto lo que hoy se
ve en muchos estados del país, en donde actores políticos hablan de los
militantes como si fueran de su propiedad y los ponen sobre la mesa de las
negociaciones: ‘Yo tengo mil 400 militantes, yo tengo 300, yo tengo 600’. Ese
corporativismo-clientelismo es verdaderamente estrujante, pero ha sido una
evolución. No es un problema localizado esencialmente en la dirigencia
nacional, hay que decirlo con franqueza. El problema está muy extendido en
comités estatales y municipales del país. Hay incluso una parte de la
militancia que está muy desdibujada, que entró en un pragmatismo que ha
contaminado la vida del partido.
–¿Cuáles
son las grandes incógnitas hacia la elección?
–La
gran interrogante de esta elección es si es mayoritario ese panismo emergente,
clientelar, corporativista, con el que se ha inflado de nueva cuenta el padrón
de militantes del partido o es mayoritaria la militancia panista que es reserva
moral en México. Y si esta militancia que quiere que las cosas se hagan de
distinta manera va a salir realmente de su desánimo y de su decepción porque
muchos de ellos están alejados del partido, están decepcionados con el partido.
Si podemos entusiasmarlos, contagiarlos, podremos hacerle mucho bien a México.
–¿El
PAN se ha convertido en un partido de tribus en donde cada uno tiene su coto de
poder y combate entre sí?
–Por
supuesto que hay grupos que son reales y hacen activismo. En el partido hubo
dos grandes alineamientos: el calderonismo que aglutinó a seguidores del
Presidente, colaboradores, ex colaboradores, etcétera. Y luego una alianza
disímbola de distintas expresiones en el partido que aglutinó Gustavo Madero.
Que es la alianza con la que ganó la presidencial del PAN. Para el segundo
periodo de Madero, esa alianza se convirtió en un consorcio de intereses
políticos y económicos en donde están varios de los operadores más
corporativistas y clientelares que tiene el partido. En ese consorcio las dos
principales expresiones obviamente son la del Gobernador Moreno Valle y la de
Gustavo Madero, con una serie de pequeñas coaliciones locales que ha hecho
Madero, en donde está el grupo del Estado de México, el grupo de Nuevo León, el
grupo de Veracruz. Madero aglutina los cacicazgos locales que manejan la vida
del partido. Ese consorcio es el que revuelve llevar un presidente del partido
y tratar de presentarlo como un candidato de unidad, porque ellos creen que las
decisiones que toma el consorcio representa la unidad del partido. Ese consorcio
comete un error en esta elección: creer que el intermediario que decide para
administrar la probable disputa entre facciones para el 2018 va a ser visto
como el candidato de la unidad, pero lo único que se ve es como el candidato
del consorcio. Nunca como ahora se había visto esto en la historia del PAN de
forma tan ostensible, tan abierto, la forma de operar de los grupos e
intereses.
–¿Busca
arrebatarle a Madero el PAN que ha construido a partir de ese consorcio?
–Ni
siquiera puedo plantearlo en términos personales porque el consorcio no está en
torno a Madero. Él ha sido un articulador de muchos de esos intereses bajo una
lógica o dinámica de que puede ser candidato a la Presidencial de la República,
pero cuando esa percepción se desvanezca, van a transitar hacia otros lados
muchos de los que lo acompañan en consorcio. Por lo tanto no se trata de
quitarle el control a Madero, de lo que se trata es de recuperar el PAN para
los ciudadanos. Es rescatar un partido que sea árbitro de las contiendas internas
y no un actor más. Un liderazgo que siente las bases de competencia equitativa
y de transparencia entre quienes quieren y pueden ser candidatos a la
Presidencia de la República porque lo que envenena las contiendas y al final de
cuentas el resultado en las urnas, son los dados cargados.
LOS INDEPENDIENTES Y LOS EXCLUIDOS
–¿Qué
imagen venderás a los panistas? ¿La del candidato independiente de los
intereses cupulares o el candidato de los panistas excluidos e inconformes con
esos grupos?
–Yo
voy a buscar a todos los panistas del país y voy a llamar a participar a todos
y a apoyar mi proyecto. Yo no tengo un grupo, pero hay una corriente natural
que se ha venido formando en torno de varias de mis posiciones, actitudes y
participaciones. Obviamente tengo un caldo de cultivo en el PAN de muchos años.
Voy a intentar aglutinar a este panismo que está inconforme con cómo se hacen
las cosas. Yo quiero ser presidente de todos los panistas, no solo del panismo
excluido o del emergente, no yo quiero ser presidente de todo el partido y seré
incluyente. Pero la unidad del PAN no puede ser el fruto de un repartidero de
cuotas. La verdadera unidad se hace en torno de principios, de valores, de
programas y de estatutos. Yo no busco la unidad de la fotografía. Posar juntos
para vernos juntos. Busco la unidad de hacer cosas juntos, porque tenemos un
propósito común, porque tenemos una meta común, porque entre todos reconocemos
nuestras reglas, nuestros principios y nuestros valores. Esa es la verdadera
unidad. No hay otra.
–¿Al
recuperar el PAN se podrá recuperar la oposición que representó durante
décadas?
–El
PAN está desdibujado de su papel opositor porque se fue de bruces con Peña
Nieto. Hay un acercamiento con el Presidente de la República que produce
escalofríos. El partido ha soslayado la corrupción que enloda al Presidente y a
buena parte de su gabinete. Y ha dejado de ser un contrapeso al abuso, al
exceso, a la regresión autoritaria bajo el gobierno de Peña Nieto. La principal
pregunta que tenemos que hacernos es: ¿cómo pudimos obtener el peor resultado
electoral en 30 años, cuando teníamos las condiciones para volvernos a vincular
con la gente? ¿Cómo es posible que en la mayor crisis de legitimidad del
Gobierno de Peña Nieto y su enorme déficit de confianza, el PAN obtenga su peor
resultado electoral en términos de porcentaje de votación? Esto es porque la
gente no nos ha visto como contrapeso sino solo como acompañantes de Peña Nieto
en los actos promulgatorios. Fuimos muy solidarios con el Pacto por México y
con las reformas estructurales, pero a nosotros no nos tocó el mérito, nos embarró
el desprestigio de la corrupción que enloda a Peña Nieto.
–Tiene
un mes para hacer campaña, ¿cuál será la estrategia para llegar a los panistas?
–Reformaron
el reglamento en marzo y se los dieron a conocer al INE en mayo para adelantar
los tiempos y recortar la campaña. De una campaña de 60 días ahora va a ser una
de 30 días para visitar 32 estados. Es imposible que usted en 30 días pueda
visitar todo el país. Estoy formando un equipo de colaboradores básico de
apoyo, haré reuniones estatales en cada una de las entidades. No voy a comprar
ni un solo voto, no tengo dinero para eso ni voy a poner dinero para eso. Eso
es justamente una de las dinámicas que quiero empezar a combatir. No voy a
contratar operadores políticos, tampoco. Quiero convencer a la gente. Tendré
acceso a la radio y la televisión mediante los tiempos oficiales, voy a
aprovecharlos para plantear cosas al partido. Pero obviamente será una campaña
fundamentalmente de redes. Será el Twitter, Facebook, Internet, mi herramienta
fundamental para llegar al panismo. Lo he hecho desde que di a conocer mi
decisión. Coloqué un video en Facebook que en mis dos portales de esa red
social, más las veces que ha sido compartido por otros, es un video que tiene
más de 200 mil reproducciones en menos de 24 horas. Es un cañón las redes
sociales. Además es el instrumento de comunicación que yo necesito porque es
con el que puedo interactuar, contestar, discutir, dialogar.
–¿Cómo
espera que sea el debate con Ricardo Anaya?
–Quiero que el debate que tengamos Anaya y yo sea un momento importante de esta campaña y sea un momento que pueda ser seguido por todos los militantes del partido y no un debate que se transmita en Internet allá por las 10 de la noche. Quiero cuidar mucho eso. Quiero plantearle incluso a Ricardo Anaya que pudiéramos celebrar dos o tres debates, que pudiéramos dividir distintos temas para hacer una evaluación del partido con altura de miras, porque yo no tomaría el debate como una disputa verbal donde uno quiere imponer argumentos sobre el otro.
–¿Buscará
que el PAN regrese a sus orígenes ideológicos de Manuel Gómez Morín y de los
ideólogos que le dieron forma al partido?
–No
se trata de traernos todos los documentos y las posiciones y posturas que el
PAN ha tenido desde el principio de su historia. De hecho el PAN tiene que
renovar también el enfoque de sus ideas, tiene que ser capaz de renovar sus
programas, tiene que hacer una afirmación de sus principios a partir de una
nueva proyección frente a la realidad que vivimos. Hay una misión esencial en
la constitución del PAN que es la creación de ciudadanía. La democracia termina
siendo una imposibilidad cuando no tiene frente a sí a ciudadanos, capaces de
optar por su propio destino. Y el PAN tuvo como misión no solamente civilizar
la política sino imprimirle un valor de carácter ético. Ese es el talante que
hay que recuperar del PAN, su cauce democrático y su deber de construcción de
ciudadanía.
–¿Margarita
Zavala claudicó al ver que el apoyo se centraba en Ricardo Anaya?
–Yo
no creo que Margarita claudicó de ese interés de rescatar al PAN, yo creo que
lo mantiene, pero pienso que midió que podía ser arrollada con el aparato y la
estructura. Y que en ese tránsito se afectaría también su aspiración a la
Presidencia de la República. Decidió no correr el riesgo para mantener vigente
su aspiración a la Presidencia de la República. Yo no estoy pensando en el
2018. Yo estoy pensando en el PAN.
–¿Lo
puede arrollar también ese aparato en torno a Anaya?
–A
la mejor sí. Pero yo no les voy a dejar pasar una sola y ellos lo saben. Creo
que tengo más posibilidades al estar al margen de estos grupos como el
calderonismo o como este consorcio Madero-Moreno Valle.
(SIN
EMBARGO.MX/ David Martínez Huerta junio 24, 2015 - 00:00h)
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