Distrito Federal–
Los abusos sexuales que reconocieron los Legionarios de Cristo no procederán
judicialmente, porque se tratan de casos antiguos, afirmó el ex sacerdote
Alberto Athié. A su vez, el director en funciones de esa congregación, padre Silvester
Heereman, afirmó que ninguno de los casos de abuso sexual denunciados en contra
del padre Marcial Maciel se encuentra abierto en la Comisión de Acercamiento
que los revisó y que fue instalada por el cardenal Velasio de Paolis, delegado
pontificio de la Legión de Cristo.
En entrevista con
MILENIO, Alberto Athié manifestó que el anuncio de los Legionarios de Cristo
sobre los abusos cometidos por algunos de sus integrantes es para proteger a la
sede papal, que presentará un informe al Comité de Derechos del Niño de la ONU
donde se le solicitó informar qué ha hecho respecto a las denuncias de abuso
sexual cometidos por sacerdotes.
En este contexto, en
la ONU se podrá mencionar que la Legión ya trabaja en este sentido y la sede
apostólica no es responsable de casos particulares que no sucedieron en su
territorio. Solo dan datos duros de cuántos casos son; sin embargo, no se dice
quienes fueron los responsables.
De señalar que
algunos casos tienen tiempo que se denunciaron, y están los archivos en la
Congregación para la Doctrina de la Fe, solo se confirmaría que tenían
conocimiento y no se hizo nada desde hace años.
La Comisión de Acercamiento
que preside Mario Marchesi, cuya misión es atender a quienes querían solicitar
alguna acción por parte de la Legión de Cristo con relación a la persona del
padre Maciel, informó de los 35 casos que se han registrado en los años que tiene
la Legión.
Por eso, en el texto
se menciona que las víctimas del fundador que se han acercado a la comisión han
sido “visitadas, escuchadas y atendidas”, y “se ha visto con cada una, cómo la
Legión les podría ayudar a curar sus heridas y afrontar las dificultades de su
vida presente”.
La comisión ha
presentado propuestas personalizadas al Delegado Pontificio Velasio de Paolis y
a la dirección general. “Hemos actuado en consecuencia y en este momento
ninguno de estos casos queda abierto”.
En la carta enviada
a los Legionarios el sacerdote también presentó recomendaciones de cómo
afrontar los fenómenos de los abusos y destacó que en el centro de su atención
deben estar las víctimas.
Estableció que en la
Legión de Cristo “no haya espacio alguno para la ambigüedad en la protección de
la inocencia de los menores y personas vulnerables que están bajo nuestro
cuidado pastoral”.
Este, dijo, será un
tema a tratar en el Capítulo General, la prevención de los abusos y atención a
las víctimas, por eso se acompañará de cerca a los territorios para que “estén
a la altura de su responsabilidad en la prevención del abuso de menores, en la
atención a las denuncias de abuso, en la ayuda a las víctimas, la atención
pastoral a los agresores y en la comunicación de las conclusiones de los
procesos a los afectados y a quienes corresponda”.
También es necesario
un adecuado discernimiento de los religiosos en formación, en el camino
vocacional y especialmente durante los años de la formación inicial, cada uno
debe plantearse con honestidad la pregunta y dialogar con sus formadores sobre
la existencia de algún impedimento o condición que pueda poner en riesgo a las
personas que, como sacerdote, tendrá bajo su cuidado”.
Para ello, subrayó,
que “no teman pedir ayuda ante las diversas dificultades que se les puedan
presentar”, así como disponibilidad para escuchar y atender a quienes hayan
sufrido un abuso.
El director en
funciones recordó la invitación a quien “hubiera sufrido un abuso por parte de
un miembro de nuestra congregación, para que considere la posibilidad de
acercarse y abrir su experiencia”.
Por eso, si algún
Legionario hubiera sufrido un abuso sexual en el pasado, independientemente de
quien haya sido el agresor, porque “nadie puede guardar silencio ante los
abusos sexuales, igualmente, si alguno observa comportamientos imprudentes, o
transgresiones de límites, o tiene noticia fuera de la confesión de abusos
sexuales contra menores, le pedimos que no guarde silencio”.
Según la naturaleza
de lo ocurrido y observando los procedimientos establecidos, pedimos denuncie
los hechos a la autoridad competente para que se tomen las medidas oportunas.
Al “reconocer las
heridas que hay en nuestra historia, Dios nos hace capaces de sanarlas y de
comprometemos para sacar de ellas lecciones que nos ayuden en el futuro”,
indicó.
Por otro lado,
Javier Bravo, de la congregación en México, informó a MILENIO que los datos
difundidos ayer por Notimex tienen un error, pues los números que se
presentaron en la carta del Padre Heereman corresponden a que en toda la
historia de la congregación se recibieron 35 denuncias, y no en los últimos
18 años como lo
manejó la agencia.
(EL DIARIO,
EDICION JUAREZ/ Milenio | 2013-12-07 | 07:04)
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