domingo, 14 de julio de 2013

¿ UN LADO DEL CUERPO ES MÁS GRANDE ?

Ciudad de México.- ¿De verdad un lado de nuestro cuerpo es más grande que el otro?

Gracias a la evolución genética, los seres humanos estamos programados para ser simétricos, lo que ha derivado en las llamadas “proporciones divinas” observadas en animales inferiores y en los escritos de Leonardo da Vinci. Sin embargo, factores externos, intrauterinos o que ejercen su efecto justo después del nacimiento, pueden afectar esta simetría, explica el doctor Martín Iglesias, jefe del servicio de cirugía plástica del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán.

Es el caso, por ejemplo, de traumatismos intrauterinos, enfermedades, predominancia o trofismo cerebral, además de factores sociales y culturales. Lo más común es que durante el desarrollo del ser humano se genere la asimetría. Esta puede consistir en tener una oreja más grande que la otra o una extremidad más larga.

Hay algunas asimetrías que son marcadas por fallas en el desarrollo embrionario. Si bien es cierto que también han existido personas físicamente simétricas, esto es lo menos frecuente.

En otras situaciones, hay quienes recurren a la cirugía plástica como opción para alcanzar la simetría perfecta, lo cual es posible, aunque técnicamente difícil. Pequeñas asimetrías no percibidas a primera vista son aceptables, por lo que es un error pensar en la cirugía para tener proporciones perfectas, debido al alto riesgo que implica para los pacientes y que puede resultar en catástrofe.

¿Con cuántos huesos nace el ser humano?

Las personas nacen con todos los centros germinales que forman los huesos. Al crecer, estos centros germinales van formando la estructura ósea. Por eso, al nacer tenemos 270 huesos.

Durante la infancia —entre los seis meses y los nueve o diez años— se unen algunos de los segmentos que antes estaban separados; así, cuando llegamos a la edad adulta el número de huesos de nuestro organismo se reduce a 206.

Aún existen muchas dudas científicas sobre el porqué se da este proceso en nuestra estructura ósea, pero se piensa que podría ser por el desarrollo de funciones motoras —las cuales aparecen como consecuencia de la maduración de los nervios periféricos— o por factores genéticos.

¿Qué órgano es el más senssible a la temperatura y al dolor?

El órgano más sensible es la piel, ya que las células epiteliales que la forman están inervadas y tienen proteínas encargadas de detectar cambios en la temperatura y otros estímulos que producen dolor. La regulación de la temperatura corporal es una función especial de la epidermis. El proceso de sentir dolor, por su parte, nos beneficia porque nos avisa que hay un estímulo que puede ser perjudicial y nos permite alejarnos de él.

Quo
(ZOCALO/ Agencias /14/07/2013 - 02:19 PM)

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