Monterrey, NL.- Hay una competencia muy fuerte en las adolescentes y jovencitas regiomontanas: se trata de estar flaca para ser aceptadas en la sociedad.
Esta pugna ha llevado a que trastornos alimentarios, como la anorexia,
“atrapen” a las mujeres desde temprana edad, incluso, la niñez.
Marisa Fernández, fundadora y presidenta de Comenzar de Nuevo, centro de tratamiento de Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA), señaló que han recibido hasta niñas de 9 años con anorexia y una desnutrición severa.
“El caso más grave que he visto es una adolescente de 18 años pesando 19 kilos”, dijo.
“Estuvo en terapia intensiva y la sacamos adelante, pero algunas secuelas por la desnutrición son irreversibles.
“Esta niña quedó con secuela en la parte frontal del cerebro y problemas para controlar los esfínteres”, lamentó.
Luego de que su hija a los 10 años estuvo a punto de morir por anorexia, Fernández inició hace 14 años, junto con Eva Trujillo, autoridad reconocida a nivel internacional en TCA, una lucha que es un parteaguas en México contra estos padecimientos.
“He recibido niñas tanto de los mejores colegios de Nuevo León como de escuelas de escasos recursos”, añadió Fernández.
“Un trastorno alimentario no respeta estratos sociales.
“La gente de muchos recursos prefiere irse al extranjero. A veces la niña sampetrina se tarda mucho en llegar con nosotros porque no lo quieren hacer público”.
Desde 1999, Comenzar de Nuevo, ubicado en San Pedro, ha internado a más de 600 mujeres, en su mayoría adolescentes de entre 12 y 18 años, y atendido en consulta alrededor de 6 mil jovencitas, de México y el extranjero.
Trujillo explicó que quienes padecen anorexia tienen 12 veces más probabilidades de morir por enfermedades respiratorias, 11 veces más de fallecer por males gastrointestinales y cinco veces más de perder la vida por enfermedades cardiovasculares.
“En los niños y adolescentes”, indicó, “debe investigarse la posibilidad de un TCA ante la pérdida de peso abrupta, o falta de ganancia de peso o estatura esperada, retraso o interrupción del desarrollo puberal”.
Marisa Fernández, fundadora y presidenta de Comenzar de Nuevo, centro de tratamiento de Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA), señaló que han recibido hasta niñas de 9 años con anorexia y una desnutrición severa.
“El caso más grave que he visto es una adolescente de 18 años pesando 19 kilos”, dijo.
“Estuvo en terapia intensiva y la sacamos adelante, pero algunas secuelas por la desnutrición son irreversibles.
“Esta niña quedó con secuela en la parte frontal del cerebro y problemas para controlar los esfínteres”, lamentó.
Luego de que su hija a los 10 años estuvo a punto de morir por anorexia, Fernández inició hace 14 años, junto con Eva Trujillo, autoridad reconocida a nivel internacional en TCA, una lucha que es un parteaguas en México contra estos padecimientos.
“He recibido niñas tanto de los mejores colegios de Nuevo León como de escuelas de escasos recursos”, añadió Fernández.
“Un trastorno alimentario no respeta estratos sociales.
“La gente de muchos recursos prefiere irse al extranjero. A veces la niña sampetrina se tarda mucho en llegar con nosotros porque no lo quieren hacer público”.
Desde 1999, Comenzar de Nuevo, ubicado en San Pedro, ha internado a más de 600 mujeres, en su mayoría adolescentes de entre 12 y 18 años, y atendido en consulta alrededor de 6 mil jovencitas, de México y el extranjero.
Trujillo explicó que quienes padecen anorexia tienen 12 veces más probabilidades de morir por enfermedades respiratorias, 11 veces más de fallecer por males gastrointestinales y cinco veces más de perder la vida por enfermedades cardiovasculares.
“En los niños y adolescentes”, indicó, “debe investigarse la posibilidad de un TCA ante la pérdida de peso abrupta, o falta de ganancia de peso o estatura esperada, retraso o interrupción del desarrollo puberal”.
(ZOCALO/ Reforma /14/07/2013 - 04:00 AM)
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