El que pasó de la emergencia a la pachanga fue el alcalde de Los Cabos, José Antonio Agúndez Montaño.
Resulta que el edil del PRD tuvo la imprudencia política
de inaugurar las fiestas tradicionales de Cabo San Lucas, en medio de
la emergencia que el 15 y 16 de octubre, provocó el paso del Huracán
“Paul”.
Fiel a su estilo de hacer política de cortar listones y
coronar reinas, como solía hacer su hermano el encarcelado ex gobernador
Narciso, el otro Agúndez, un día después –el 17– no tuvo ningún empacho
cerca de las 7 de la noche en dar por inauguradas las celebraciones
acompañado del delegado, Martín Lagarda, cuando por las calles y
avenidas, todavía corrían ríos de aguas negras que brotaban de las
colapsadas coladeras del principal destino de playa.
En la plaza pública “León Cota Collins” del destino
turístico, las festividades iniciaron con la coronación de la Reina
Liliana Vite Perfecto, y posteriormente, la “Banda Carnaval”, hizo su
presentación para ambientar un baile popular, después de que el edil
Tony Agúndez, expuso en su discurso que “la celebración era el rescate
de todas las tradiciones”.
Como era de esperarse, la imprudencia política fue
tomada como una burla del alcalde por algunos sectores de la sociedad,
porque en vez de recorren las zonas afectadas por el fenómeno natural y
atender las peticiones de los damnificados, como sucedió con el caso de
los ediles de La Paz, Loreto, Comondú y Mulegé, el de Los Cabos, andaba
en la pachanga que llegó a su fin hasta el 21 de octubre con a
presentación del cantante Cornelio Vega y “Los Reyes de Sinaloa”.
Caso contrario, sucedió con su homologo, el alcalde de
Mulegé, Guillermo Santillán Meza, quien preocupado por la situación de
más de 300 familias de la población conocida como Heroica Mulegé,
determinó suspender la inauguración y fiestas tradicionales de Santa
Rosalía.
El también edil del PRD, prefirió recorrer la zona
devastada por el fenómeno natural y atender las peticiones personalmente
por parte de los afectados, algunos de los cuales sufrieron daños
totales, cuando el agua del Río Mulegé, se desbordó e inundó sus
viviendas, alcanzado hasta los dos metros de altura.
El presidente del Comité Organizador de los Fiestas del
127 Aniversario de Santa Rosalía, Francisco Javier García Villavicencio,
anunció que los festejos no habían sido cancelados, sino únicamente
pospuestos hasta finales del mes de noviembre, porque “era tiempo de
tener prudencia por el momento tan difícil por el que estaban
atravesando los pobladores de esa demarcación por los daños del Huracán
Paul”.
El funcionario conminó a todos los integrantes del
comité organizador a “levantar basura, tierra y escombros que dejaron
las corrientes de agua por la zona y los fuertes vientos del fenómeno
meteorológico”, lo que no sucedió en Los Cabos, y cuyas calles y
avenidas, aparte de servir como canal de desagüe de aguas negras, están
completamente llenas de baches, tierra y basura.
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