Albert Flores Guerrero, nombre del joven, lo hizo con absoluta preparación, usando guantes, anestesia y navaja quirúrgica.

El problema vino cuando fue incapaz de detener la hemorragia, momento en el que tuvo que pedir ayuda a los servicios médicos, indica el sitio Perú.com.

Ya en el hospital, fue intervenido para parar el sangrado, pero no se pudo reimplantar el miembro, que el paciente guardaba en un recipiente, además de que él tampoco lo deseaba.

Se cree que el chico, llegó a esta situación por una fuerte depresión provocada por su homosexualidad.