Cadereyta, NL.- El encargado de la unidad deportiva y ex-oficial de Tránsito de Cadereyta, se convirtió en el sexto burócrata asesinado por miembros del crimen organizado en los últimos cinco días.

Emmanuel Alberto Limón Bernal, se une a los empleados municipales que han sido sacrificados en diferentes puntos de esta ciudad, por desconocidos.

El asesinato de Limón Bernal fue perpetrado alrededor de las 11:00 de ayer en el interior de las oficinas que ocupaba como encargado de la Unidad Deportiva ‘Alfonso Martínez Domínguez’.

De acuerdo a las investigaciones, el hoy occiso tenía alrededor de dos semanas de laborar en ese lugar, luego de haber pedido su cambio en la dirección de Tránsito municipal.

Se reveló que el burócrata llegó a bordo de una camioneta Blazzer en color negro, la cual estacionó afuera de las instalaciones deportivas.

Luego de varios minutos, al lugar arribaron varios sujetos a bordo de camionetas, los cuales ingresaron a las oficinas y sorprendieron a Emmanuel Alberto Limón.

Las detonaciones de arma de fuego se escucharon a varias cuadras de la colonia José O. Martínez, lo que provocó alarma entre los vecinos del sector.

Esto causó que en cuestión de minutos al lugar arribaran unidades de Fuerza Civil y efectivos militares, quienes tras los últimos acontecimientos reforzaron la vigilancia en el municipio.

Peritos de la Agencia Estatal de Investigaciones revelaron que el cuerpo estaba boca abajo y presentaba impactos de bala en la espalda y cabeza.

Asimismo, encontraron casquillos percutidos de bala calibre 9 milímetros en el interior de la oficina; las evidencias levantadas en la escena del crimen fueron resguardadas y trasladadas a las instalaciones de la Procuraduría de Justicia.

Al trascender el ataque, al lugar llegaron familiares del hoy occiso, quienes fueron entrevistados por los agentes ministeriales.

Las pesquisas llevadas a cabo por los detectives ya son analizados por el Ministerio Público en turno.

En los últimos días, seis burócratas municipales han sido blanco de ataques por parte del crimen organizado; uno de ellos sucedió en el entronque de la carretera Cadereyta- Allende-Santiago.

Otro de los taques fue cometido sobre la carretera El Castillo-Santiago, donde dos empleados fueron asesinados a quemarropa cuando viajaban en una camioneta.