Un menor y su hermano
fueron asesinados a balazos y posteriormente rociados con diesel y quemados en
el interior de una vivienda de la colonia México 68.
Las víctimas fueron
identificadas como Carlos Omar Padilla Martínez, de 14 años, y Andrés Darío
Padilla Martínez, de 20, ambos hermanos de Jorge Padilla Martínez por cuyo
asesinato, perpetrado en uno de los miradores del Camino Real en noviembre de
2011, son investigados seis agentes de la Secretaría de Seguridad Pública
Municipal.
Los hechos fueron reportados a las 11:05 de la mañana de ayer
sábado en la calle Emiliano Zapata número 1904. En el interior de la casa fue
ubicado un casquillo percutido de calibre 7.62 x 39, de “cuerno de chivo”. Los
cuerpos sin vida, con el 80 por ciento de la superficie corporal calcinada,
fueron encontrados en una de las recámaras.
Una fuente cercana a la
investigación de este caso confirmó que los dos asesinados son hermanos de Jorge
Padilla Martínez, localizado sin vida en uno de los paraderos del Camino
Real.
Jorge fue detenido en aquella ocasión junto con otras tres personas
por agentes de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal (SSPM), como
presuntos sicarios.
A raíz de ese incidente la Fiscalía General del
Estado (FGE) inició una investigación para determinar una posible participación
de seis agentes de la Policía Municipal en el homicidio del hombre, cuyo cuerpo
fue localizado en un barranco cercano al mirador “Rosa de los
Vientos”.
De acuerdo con un funcionario de la representación social,
Jorge Andrés Padilla Martínez formaba parte del grupo de cuatro personas
detenidas por policías municipales después de que fueron asesinados dos
adolescentes en la colonia Mariano Escobedo, el miércoles 9 de
noviembre.
Ese mismo día, policías preventivos arrestaron a Jorge Andrés
junto con Jorge Régulo Valdez Celaya, de 23 años, y Sergio Andrés Palacios del
Toro, de 20, además de un menor de nombre Francisco Lucio, cuando circulaban en
una camioneta Ford Explorer Sport Trac 1999 en color blanco, con reporte de
robo, en la que llevaban un arma larga de calibre 7.62 por 39 y dos pistolas, de
calibres 9 y .40 milímetros.
Supuestamente los detenidos fueron obligados
por los preventivos a confesar que eran sicarios y que utilizaron las armas para
ejecutar a Santiago Alfonso Corrujedo Hernández y Christian Armando Ramírez
Alvarado, quienes se encontraban fuera de una casa ubicada en las calles Fidel
Ávila y Cadereyta. Para ello, fueron llevados a un paraje solitario ubicado
cerca del mirador “Rosa de los Vientos”, en donde los sometieron a torturas para
que se declararan culpables del doble crimen.
Esto quedó inscrito dentro
de la declaración de los tres únicos detenidos que la corporación municipal
consignó ante el Ministerio Público, ya que Padilla Martínez no fue presentado
debido a que –según declararon– falleció por los golpes que supuestamente le
propinaron los agentes que los detuvieron en las calles Belisario Domínguez y
División del Norte.
Uno de los acusados del doble crimen aseguró ante el
juez de Garantía que la cuarta persona que participó en el doble homicidio fue
asesinada por los policías municipales, quienes lo aventaron a un barranco y
posteriormente los amenazaron para que no comentaran sobre el hecho.
De
acuerdo con lo declarado por este hombre, Jorge Andrés Padilla Martínez fue
quien los invitó a “un jale”, el cual se trataba de asesinar a dos presuntos
vendedores de droga de la colonia Mariano Escobedo, y por ello los agentes se
ensañaron al grado de quitarle la vida.
La FGE solicitó a la Secretaría
de Seguridad Pública Municipal (SSPM) la presentación de seis oficiales
identificados como Heriberto Morales Sánchez, Jaime Carreón Quintana, Raúl
Medina García, Irene Facio Guerrero, Blanca Cristina del Río Gallegos y Luis
Antonio Salgado de Santiago, quienes firmaron el acta de detención y posterior
consignación ante la autoridad estatal.
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