A lo largo de la historia, políticos
como “Don Beltrone” se han encargado de asegurar la impunidad de todos sus
compañeros dentro y fuera del PRI. Foto: Cuartoscuro
Los cacicazgos terminan por
convertirse en una mafia; los caciques en mafiosos. Y los mafiosos en
políticos.
Tal vez por eso, entre la
clase política hay gobernadores, alcaldes, diputados o senadores que son
auténticos mafiosos. Se les conoce precisamente por su poder desmedido para
operar y controlar todo. ¿Cuántos hampones de este tipo conoce usted?
Los hay en todos los
partidos. Incluso, hay partidos que funcionan bajo los esquemas de la camorra;
organizaciones políticas marcadas por actos delictivos cubiertos por la omertá
o ley del silencio. En esta ocasión me voy a referir exclusivamente al PRI
considerada por algunos estudiosos como la Cosa Nostra.
La famosa omertá de Manlio
Fabio Beltrones Rivera, conocido mejor como “Don Beltrone” (no hay necesidad de
explicarles la razón de su seudónimo) cumple a raja tabla con el sagrado pacto
de silencio que ha garantizado la impunidad a políticos de su grupo, incluido a
él mismo.
¿Cuántos gobernadores
corruptos del PRI han pisado la cárcel en México? ¿Cuántos ladrones de cuello
blanco han sido procesados y sentenciados durante sus gobiernos? ¿Cuántos
políticos delincuentes del tricolor están tras las rejas?
A lo largo de la historia,
políticos como “Don Beltrone” se han encargado de asegurar la impunidad de
todos sus compañeros dentro y fuera del PRI. En este momento el dominio le
corresponde. No se mueve una hoja en el PRI sin que Don Beltrone lo autorice.
A veces, esa confederación
dedicada a la protección y el ejercicio autónomo de la ley en el PRI tiene
fisuras, filtraciones, errores. Como en el caso de los llamados “moches” donde
se ha descubierto que Manlio Fabio Beltrones Rivera, coordinador del PRI en la
Cámara de Diputados, fue denunciado por el diario AM de León, Guanajuato, como
uno de los legisladores que pide comisiones para brindar partidas y apoyos a
entidades.
Identificar a “Don Beltrone”
como el mero mero de los “moches” es una obviedad. ¿Existe alguien que se
sorprenda por esta noticia? Ni tampoco con
la información que identifica como “jefazo” de los “moches” a Luis
Alberto Villarreal, coordinador de los diputados panistas.
El testimonio del Alcalde de
Celaya, Ismael Pérez Ordaz, no tiene desperdicio. Es contundente. En diciembre
de 2012, tanto Villarreal como Beltrones, le ofrecían 160 millones de pesos
para pavimentación del municipio, siempre y cuando le diera una jugosa comisión
del 35 por ciento a los “capos de los moches” y asignara las obras a las
empresas elegidas por estos políticos mafiosos. Los encargados de cobrar el
“moche” fueron los empresarios sonorenses Heriberto Velásquez Campa, Ángel Adán
Quintero Abril y José Arcadio Cabrera Luque: “Hay que repartir mucho dinero
entre los jefes Villarreal y Manlio”, decía el señor Quintero Abril cuando le
solicitaban dar la comisión del 20 por ciento.
No es la primera vez que la
omertá de “Don Beltrone” se rompe. Ese código estilo siciliano que prohíbe
informar sobre los delitos considerados “necesarios” y “obligados” cometidos
por el clan mafioso, cuando se rompe, el castigo puede llegar hasta la muerte.
Y es que “Don Beltrone” y su
omertá ya han sido denunciados en otras ocasiones. Allí están los reportajes de
los periodistas Craig Pyes y Sam Dillon, publicados en The New York Times,
sobre los efectos de la narcopolítica en México, galardonados con el Premio
Pulitzer en la categoría de reportaje internacional.
Este párrafo de uno de los
reportajes lo dice todo: “El gobernador Manlio Fabio Beltrones Rivera asistió a
reuniones donde capos de la droga pagaron a políticos de alto nivel por
protección de sus operaciones”.
Después de ser electo
Gobernador de Sonora en agosto de 1991, Beltrones, era ya una “estrella” del
PRI y se le identificaba como uno de los “bebesaurios” más importantes del
tricolor. Su historia está ligada a su maestro, Fernando Gutiérrez Barrios,
jefe de la policía secreta durante los años de la guerra sucia en México. Y
para conocer al papá “dinosaurio” de “Don Beltrone”, hay que leer la novela del
cronista y escritor Fabrizio Mejía
Madrid, Un hombre de confianza, recientemente publicada por Grijalbo.
¿Si “Don Beltrone” fue pupilo
de Gutiérrez Barrios qué podemos esperar?
Desde sus años de Gobernador,
agentes de los Estados Unidos lo han investigado y han emitido informes
clasificados donde describen sus presuntos vínculos con Carrillo Fuentes.
Pero “Don Beltrone” es mucho
más que la omertá. Es también, el candidato perenne a presidente de la nación.
Siempre suena su nombre, pero casualmente nunca sale premiado por el dedazo. El
conserva las esperanzas de colocarse la banda presidencial. Claro, después de
Peña Nieto cualquiera puede ser Presidente. El listón ha quedado por los
suelos.
El problema es que Don
Beltrone ya empieza a sentir pasos en la azotea y quiere elegir a sus
contrincantes en la carrera del 2018. Para empezar, nos ha dejado claro que le
tiene mucho miedo a Andrés Manuel López Obrador. Obvio. Según él, es tramposa,
inmoral y poco ética la conducta del líder de Morena, porque se promociona en
tiempos oficiales de televisión destinados a difundir la ideología de los
partidos políticos.
Dice “Don Beltrone” que López
Obrador aprovecha un vacío legal para impulsar su imagen con miras a una
candidatura futura y eso según él, significa que puede haber una contienda
electoral inequitativa.
Por supuesto que la habrá,
pero inequitativamente a favor del PRI, el partido en el poder que tiene a su
disposición todos los tiempos en Televisa y TV Azteca, más allá de los
oficiales. Y si no, que le pregunten al INE de Lorenzo Cordova, tan parcial que
hasta parece institución de Los Pinos.
“Don Beltrone”, no mencionó
el tiempo utilizado por gobernadores priístas en el duopolio televisivo para su
promoción personal, ni mucho menos, los miles de millones de pesos que pagan a
las televisiones para tales efectos, simplemente se concretó a anunciar que
promoverá una ley que prohíba esto. Se le olvida que el tiempo utilizado es
gracias a la reforma política que él mismo aprobó.
La guerra hacia el 2018 está
abierta. “Don Beltrone”, el capo di capi, está listo para intentar llegar a la
Silla del Águila. ¿Quién ganará? ¿El bando de los candidatos mafiosos o los
candidatos ciudadanos?
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Twitter: @SanjuanaMtz
Facebook: Sanjuana Martinez
(SIN EMBARGO/ Sanjuana Martínez
/noviembre 23, 2015 - 00:01h 13)
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