Reportes de inteligencia de
la DEA indican que el cártel de los Beltrán Leyva ingresó a Guadalajara con una
presencia significativa; los homicidios crecen y el alcalde Enrique Alfaro ya
habla de ‘nuevos actores’ en la pugna por la ciudad
"El Gobierno federal no intercambia
información con nosotros, no sabemos en dónde estamos parados, pero cuando
aparece un personaje calcinado en una unidad deportiva, empiezan a ser cosas
que no tiene que ver con la violencia cotidiana, empiezas a ver que algo está
pasando”
Enrique Alfaro Ramírez
alcalde de Guadalajara
657 homicidios en la zona metropolitana
de enero al 21 de noviembre de 2015
628 asesinatos en el mismo lapso en
2014, de acuerdo con el Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses
90 millones de pesos el Subsidio para la
Seguridad Municipal (Subsemun) para Guadalajara en este año
50 por ciento el recorte que sufrirá
este subsidio para la capital de Jalisco en el 2016
Aunque el predominio del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) es marcado en Guadalajara, el Gobierno de Estados Unidos señala que la llegada del cártel de los Beltrán Leyva abre un nuevo escenario en la disputa por la plaza.
El hallazgo de la
Administración para el Control de las Drogas (DEA) está contenido en su
Evaluación Nacional de Amenaza de las Drogas 2015 de octubre, y lo advirtió
antes en sus reportes de inteligencia de julio, donde marcaba las zonas de
influencia de los cárteles.
En las calles de Guadalajara
está operando el cártel de los Beltrán Leyva, con una presencia que resulta en
estos momentos significativa o en aumento, según las categorías que usa esa
agencia para delimitar las áreas de dominio de los grupos delictivos.
De este hecho, sin embargo,
ninguna autoridad local ha dado cuenta, y la Procuraduría General de la
República, por su parte, sigue localizando las operaciones de ese cártel solo
en Sinaloa, Baja California Sur, Sonora, Guerrero, Morelos y Aguascalientes,
pero no Jalisco.
No pueden pasarse por alto,
por ello, las declaraciones del alcalde de Guadalajara, Enrique Alfaro Ramírez,
en el Seminario sobre Violencia y Paz del Colegio de México, el 4 de noviembre,
donde dijo:
“Por supuesto que está el
CJNG instalado en nuestra ciudad, en nuestro estado y están pasando cosas muy
extrañas. Empezamos a ver un comportamiento peculiar y la aparición de nuevos
actores en la ciudad, y si me preguntas qué información tenemos oficial, ninguna.
“El Gobierno federal no
intercambia información con nosotros, no sabemos en dónde estamos parados, pero
cuando aparece un personaje calcinado en una unidad deportiva, empiezan a ser
cosas que no tiene que ver con la violencia cotidiana, empiezas a ver que algo
está pasando”.
Se refería al hecho del 21 de
octubre, en la colonia El Mirador. Ahí se le prendió fuego a un hombre; su
cuerpo fue hallado recargado en uno de los muros de la unidad, en el que su
silueta, ennegrecida por el calor, permaneció tras su retiro.
Antes, el 11 de octubre,
cuatro jóvenes de 22, 23, 24 y 33 años de edad fueron ultimados en una finca de
la colonia Miravalle, en Tlaquepaque, vecino a Guadalajara; todos habían
recibido un balazo en el cráneo.
Los homicidios van al alza en
la metrópoli: de enero al 21 de noviembre de 2015 fueron 657, en ese mismo
lapso de 2014, 628, de acuerdo con el Instituto Jalisciense de Ciencias
Forenses.
Apenas el 19 de noviembre un
comando ingresó a un restaurante en uno de los principales corredores de vida
nocturna de la ciudad -López Cotilla-, para asesinar a tres personas.
Y no obstante, en aquel
evento Alfaro dijo que en 2016 la ciudad sufrirá un recorte a la mitad del que
fuera el Subsidio para la Seguridad de los Municipios (Subsemun) -este año fue
de 90 millones de pesos-, que habría sido fusionado con otros fondos del
presupuesto federal.
LA HUELLA
La actividad de los Beltrán
Leyva en Guadalajara tiene un
antecedente muy importante. El 14 de noviembre de 2013, la Oficina de Control
de Bienes Extranjeros estadounidense señaló a la firma tapatía Sistemas Elite
de Seguridad Privada con su Ley de Designación de Cabecillas Extranjeros del
Narcotráfico.
Dijo que pertenecía a Arnoldo
Villa Sánchez, “un violento jefe de seguridad de Héctor Beltrán Leyva, líder de
la organización de narcotráfico Beltrán Leyva”.
Así lo difundió: “Villa
Sánchez es el principal accionista de Sistemas Elite de Seguridad Privada,
localizada en Guadalajara, empresa de servicios de seguridad con más de 150
empleados (…) Se especializa en protección personal y servicios de alarma”.
Cinco meses después, el 16 de
abril de 2014, el entonces comisionado Nacional de Seguridad, Monte Alejandro
Rubido, anunció la detención de Villa Sánchez, que fue “Identificado como el
segundo en la estructura de la organización criminal que encabeza Héctor
Beltrán Leyva”.
Ese día, Rubido dijo que
“este sujeto tenía establecido su centro de operaciones en la Ciudad de México,
con presencia también en los estados de México, Chiapas, Guerrero, Puebla y
Tlaxcala”, no mencionó a Jalisco. Luego, en octubre de 2014, sería detenido
Héctor Beltrán Leyva.
LA ‘LIMPIA’
Hay otro antecedente del 13
de noviembre de 2008. Ese día fueron detenidos por la Policía de Tonalá, en la
metrópoli de Guadalajara, 18 individuos que dijeron formar parte de los Beltrán
Leyva.
En ese caso se daría a
conocer que el comando había llegado a Guadalajara con el objetivo de expulsar
a los miembros de Los Zetas, y “reventar” sus puntos de venta de narcóticos.
Casi seis años después, en
septiembre de 2014, la fundación InSight Crime, retomando una nota del diario
Reforma, habló de una supuesta “narco-cumbre” en junio de ese año, en la que se
habría buscado forjar una alianza entre cuatro grupos: Los Carrillo Fuentes,
Los Zetas, el CJNG y los Beltrán Leyva.
“Esto involucraría cooperar
en una red descentralizada que utilice las fortalezas de los diferentes grupos,
como los contactos narcotraficantes, las instalaciones para la producción, o el
control de corredores de movimiento y cruces de fronteras”, dijo, aunque el
encuentro nunca se confirmó.
A LA SOMBRA
En los registros de la
Fiscalía General de 2007 a 2015 sobre miembros detenidos y abatidos del crimen
organizado en Jalisco -586 según estos-, no figura la actividad del cártel de
los Beltrán Leyva.
En este tiempo la Fiscalía
tuvo conocimiento de la operación en Jalisco de 13 grupos, incluyendo al de
Sinaloa, Milenio, Zetas, La Familia o Caballeros Templarios, La Resistencia,
del Golfo, La Corona, Los Aliados, y otros más pequeños, pero no los Beltrán
Leyva.
Además del CJNG con su
hegemonía en el estado, y el ingreso del grupo de los Beltrán Leyva a
Guadalajara, la DEA señala un tercer inquilino en Jalisco: Los Caballeros
Templarios.
La zona de operación que
marca para Los Caballeros está al sur de Guadalajara y al Oeste del Lago de
Chapala, en un área que debe comprender a municipios como Tapalpa, Amacueca,
Tonaya, San Gabriel, Chiquilistlán, Sayula, Atemajac de Brizuela y Techaluta.
Es un punto donde confluyen
tres regiones: Lagunas, Sur y Sierra de Amula. La actividad de Los Caballeros
en Jalisco, a diferencia de los Beltrán Leyva, no ha pasado desapercibida para
la Fiscalía.
A ellos atribuyó un asesinato
en 2013, y entre 2012 y 2014 les detuvo a cinco sicarios y tres jefes de zona,
y abatió a seis más de sus pistoleros.
Existieron, además, versiones
periodísticas que involucraban a ese grupo en las dos fincas de Guadalajara
usadas como fábricas de armas, lo que se dio difundió el 7 de octubre de 2014.
(REPORTE ÍNDIGO/ LUIS HERRERA - Lunes 23
de noviembre de 2015)
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