miércoles, 28 de marzo de 2018

UN CANDENTE 23 DE MARZO…


Como en política las coincidencias no existen, la conmemoración del 24vo. Aniversario luctuoso de la ejecución de Luis Donaldo Colosio, en su natal Magdalena al que convoca Guillermo Hopkins, lleva jiribilla.

Al acto está invitado el dirigente estatal de Morena Alfonso Durazo Montaño, quien fuera su secretario particular y uno de los hombres más cercanos al Peje, cuya victoria el próximo 1º. de julio, parece irreversible.

Los colosistas del norte de la entidad desde hace rato juegan sus cartas a favor del tabasqueño y este evento implica por tanto una expresión de su apoyo a la causa amlista y el rechazo al bloque ITAM-Hacienda-Estado de México, que se ha apoderado del PRI y de las principales candidaturas.

El candente mes de marzo previo al inicio de las campañas presidenciales, bien podría desatar la grilla y la guerra total al interior del PRI, un partido desprestigiado y herido de muerte por los sonados actos de corrupción que golpean la zona de flotación de la candidatura de su abanderado no priísta Pepe Toño Meade, rezagado en tercer sitio a 18 puntos del Peje, el hombre a vencer.

LOS IDUS DE MARZO

La sorda rebelión de priístas fue detonada por la listas de candidatos pluris palomeadas en la encerrona del PRI de Toluca, corazón político del grupo Atlacomulco, actualmente en el poder.

Hasta allá llegaron Enrique Ochoa Reza, Aurelio Nuño y demás miembros de la cofradía tecnócrata adueñada del PRI y al más puro estilo mexiquense metieron a puro incondicional en las sobadas listas.

En Sonora, la inclusión como cuarta en la lista a San Lázaro de Irma Terán Villalobos, hija de la pareja imperial de Aguaprieta conformada por el Mijito Terán y su esposa Irma Villalobos y subsecretaria de Desarrollo Social del gobierno claudillero, levantó gran malestar entre las bases del partido.

Bajo la bandera del colosismo, la inconformidad crece silenciosamente y no faltaría mucho para su implosión pública. De eso parece tratarse la reunión del Ocuca convocada por Memo Hopkins, a un paso de cambiarse al bando morenista, toda vez que se percibe en el aire el contundente triunfo de AMLO.

LO QUE SABE MANLIO

En ese escenario de catástrofe para el PRI y su candidato no priísta, algo debe saber Manlio Fabio Beltrones, quien declinó aparecer enlistado rumbo a una diputación federal.

La renuncia a su militancia por parte del diputado local en Hidalgo Alejandro Canek Vázquez y su brinco a Morena, por tratarse de un personaje cercano a Beltrones, de quien fue su secretario particular, provocó un montón de lecturas.

LA RUTA DE TOMA DEL PODER POR LOS TECNÓCRATAS

En efecto eso pasó desde que Miguel de la Madrid y su grupo toaron el control del gobierno federal con José López Portillo y echaron a andar el desmantelamiento del Estado del Bienestar con el Plan Global de Desarrollo.

Ya con Salinas en la presidencia a partir del fraude de 1988, su grupo compacto diseñado para tomar el poder por Manuel Camacho Solís, en su ensayo “El poder: estado o feudos políticos”, publicado en la Revista Foro Internacional del Colegio de México en 1974, en donde plasmó su concepción para el caso mexicano: La necesidad de conformar un grupo compacto para darle dirección política a la implementación de un programa social, pero con la condición de acumular la fuerza suficiente para combatir los feudos políticos que estorbaran a su proyecto neoliberal.

La misma estrategia de acabar con los feudos rivales que implementó Salinas con el operativo militar en contra de Joaquín Hernández Galicia “La Quina”, líder del sindicato petrolero y en contra de Carlos Jonguitud Barrios, cabeza de “Vanguardia Revolucionaria” del SNTE, aplicaron Vicente Fox en su intento de desafuero de AMLO, por el cual votó el entonces legislador Antonio Astiazarán, la persecución por parte de Felipe Calderón de Napoleón Gómez Urrutia, del sindicato minero y asilado político en Canadá y la encerrada de la profesora Elba Esther Gordillo, en 2013, por su oposición a la Reforma Educativa.

EL VIRAJE COLOSISTA

El 22 de marzo de 1994, Luis Donaldo Colosio, ya había hecho amarres con Manuel Camacho Solís, a cambio de los cuales este declaró que no buscaría la candidatura presidencial priísta.

A partir de dicho pacto, Colosio, retomaría con fuerza su búsqueda del voto popular y luego de su visita a Tijuana, con un mega mitin programado en la ciudad de Hermosillo, la capital de la entidad gobernada por Manlio Fabio Beltrones, arrancaría en serio su campaña, pero nunca llegó al que sería su verdadero destape como candidato presidencial.

Desde entonces hasta la fecha, las hipótesis sobre su ejecución han ido y venido en forma por demás manoseadas. Desde aquella de la “acción concertada” que esgrimió el subprocurador Miguel Montes, a horas de la muerte del candidato hasta la finalmente aceptada del “asesino solitario”, casi sacada del script del asesinato de John F. Kennedy.

La sensación de que el expediente del caso Colosio, oculta las huellas de sus verdaderos asesinos y de que se trata de un asunto irresuelto, sigue latiendo en la opinión pública.

Tal vez, por eso los llamados “viudas de Colosio”, perfilan sus estrategas y alianzas en busca de nuevos derroteros políticos y sin decirlo, de aclarar tan peliaguda trama, por la cual muchos terminaron sus carreras y aún golpea, como el caso Ayotzinapa, la conciencia del país y provoca pesadillas.

Nada más de imaginarse que sus verdaderos asesinos siguen sueltos y tal vez desde las sombras continúen influyendo en el rumbo de la nación, da escalofríos.

(EL PORTAL DE LA NOTICIA/ LA VIÑA DEL SEÑOR/ 23 MARZO 2018)

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