Luis
Torres Santillán, preso por lavado de dinero en Estados Unidos, regresó como
regidor después de declararse culpable de un delito fiscal y cumplir su
sentencia. La oposición en el Cabildo de Tijuana lo ve como un compromiso de
campaña más del alcalde Juan Manuel Gastélum, el cual expone la doble moral del
PAN
A
un año de que Luis Torres Santillán fuera detenido por lavado de dinero en
California, el empresario regresó a ocupar su cargo como regidor en Tijuana, el
cual aseguró, fue respaldado por el Partido Acción Nacional (PAN).
Para
el también regidor Manuel Rodríguez Monárrez, del Partido Encuentro Social
(PES), la segunda fuerza política en Cabildo, el regreso del edil panista “es
una cuestión deshonrosa y una burla para la ciudadanía en un gobierno donde el
alcalde Gastélum prefiere voltear a un lado para hacer cumplir los compromisos de
campaña”.
En
papel, Luis Torres Santillán fue uno de los aportadores de dinero a la campaña
a alcalde de Juan Manuel Gastélum “El Patas”, pero Rodríguez Monárrez lleva la
relación de compromiso a esferas más altas.
“¿De
dónde viene el dinero que el empresario (Luis Torres) movía? Sus nexos
familiares están probados. Muchos de los negocios que realiza el gobernador son
a través del pariente político de este regidor, Fernando Beltrán”, precisó el
regidor pesista.
Rodríguez
Monárrez basó su razonamiento en cómo “las decisiones que toma el alcalde se
dedican a pagar compromisos de campaña, lo vimos con Turbofin (empresa
arrendadora de camiones de basura), el relleno sanitario y lo seguimos
padeciendo con el tema de las luminarias”.
El
regidor de oposición también comentó que los partidos políticos que integran el
Cabildo no fueron tomados en cuenta sobre el regreso de Luis Torres, sino que
el alcalde panista se reunió en privado con su fracción política para
informarles de ello.
En
agosto, Torres Santillán llegó a un acuerdo con la Fiscalía del Condado de San
Diego, la cual lo acusaba de 10 cargos por lavado de dinero. Se declaró
culpable de un delito fiscal al convertirse en un accesorio para transacciones
monetarias sin la licencia requerida.
A
cambio fue sentenciado a 22 horas de servicio social, tres años de libertad
condicional y una multa de 675 dólares, mientras que los 20 días que pasó en
prisión le fueron suficientes para que no se le dictara más tiempo tras las
rejas.
Si
bien, los regidores no deben contar con antecedentes penales al momento de su
registro para ocupar este cargo de elección popular, ya que se trata de una
sentencia en Estados Unidos, abogados consultados por este Semanario,
explicaron que por ocurrir en el extranjero, difícilmente se puede vincular
para hacer cumplir este precepto.
“Es
una cuestión de interpretación porque antecedentes penales son antecedentes
penales aquí y en China, y en el deber ser se requieren valoraciones éticas y
morales que le corresponden al PAN para respaldar su regreso”, opinó el regidor
Rodríguez Monárrez.
“ME DECLARÉ CULPABLE, PERO HAY QUE DARLE
VUELTA A LA PÁGINA”: LUIS TORRES
El
lunes 11 de diciembre, Luis Torres Santillán se presentó en el Ayuntamiento
para presentar su solicitud de reintegración a su cargo como regidor. Al día
siguiente ya estaba despachando en su oficina y en cuestión de días se encargó
de hacer cambios en su personal administrativo.
Este
16 de diciembre se cumplirá un año de que el regidor fuera detenido en la
frontera durante un operativo de agencias federales estadounidenses que lo
citaron en oficinas de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en
inglés) para renovar su tarjeta Sentri.
Torres
Santillán fue identificado como parte de una red de lavado de dinero, integrada
por otros empresarios tijuanenses y sus familias, como David y Claudia
Espinoza, ésta prima de la esposa del regidor, así como Karla y Jorge
Escalante, esposa e hijo del ex dirigente de Coparmex, Jorge Escalante.
Si
bien, la Fiscalía retiró los cargos de lavado de dinero a cambio de su
confesión, reclasificando este delito. El regidor expresó: “hay que darle la
vuelta a las páginas. Me declaré culpable, pero las cosas pasan y hay que
aprender”, a través de una entrevista telefónica.
De
acuerdo con el empresario, quien también fue consejero de Coparmex, se dedicará
de lleno al tema de seguridad pública, comisión cuya presidencia había obtenido
en las únicas dos semanas que ocupó el cargo en diciembre de 2016.
“Darle
más certeza a la policía y acercar a la gente a que denuncie, que era la
prioridad que teníamos como sector empresarial”, dijo en específico de sus
planes de trabajo.
Sobre
el rompimiento que podría darse en las actividades que realizó su suplente
Vicente Jiménez, el regidor en funciones opinó: “el tema de un regidor es
meramente funcional” y no pudo encontrar diferencias entre sus formas de
trabajo, más allá de “un poco de experiencia laboral” por su parte.
De
la respuesta que obtuvo del Partido Acción Nacional acerca de su regreso, el
cual lo llevó a ocupar ese cargo, aseguró: “me dijeron que no tenían ningún
inconveniente”. Acerca del respaldo que ofrecerá a las decisiones del alcalde,
precisó: “no soy panista registrado, en mi familia había tendencias panistas,
pero tengo mi propia cabeza, sé pensar por mí mismo. Sabré tomar mis decisiones
para el bien de la ciudad”.
No
obstante, calificó el primer año de administración de “El Patas” como “un
gobierno estable con lo que ha podido hacer, se puede hacer muchísimo más, vale
la pena resaltar que se han sacado los temas”.
Por
otra parte, al regidor se le cuestionó si cree que su reincorporación pueda
traer una imagen negativa al ya por sí desgastado Ayuntamiento, a lo que
respondió: “estoy conforme conmigo mismo y sé que puedo apoyar y aportar mucho
por la ciudad”.
La
empresa del padre de Luis Torres Santillán, Productos Diamond, y en la cual
éste labora en un puesto directivo, se dedica a la venta de granos,
principalmente en la cadena Calimax, de la familia Fimbres, otra de las de
mayor arraigo en la sociedad tijuanense.
Al
respecto, el regidor Manuel Rodríguez Monárrez expresa: “si quien hubiera
cometido esa situación hubiese sido su suplente, ¿qué consideraciones hubiera
tenido el PAN para él al no venir de una familia encumbrada en Tijuana? Para mí
es un acto de doble moral. A unos se les perdona cualquier omisión si son hijos
de la alta sociedad y a otros que no tienen el mismo pedigree no les aplicarían
los mismos juicios morales”.
(SEMANARIO ZETA/ EDICIÓN IMPRESA / INÉS
GARCÍA RAMOS/ LUNES, 18 DICIEMBRE, 2017 12:10 PM)
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