En México la población en general tiene una percepción
generalizada de insatisfacción en cuanto al desempeño de las instituciones de
gobierno y de partidos políticos, y por supuesto, con el curso de la economía,
destacó la Iglesia católica en su editorial dominical.
Mencionó que las reformas estructurales, que tanto
prometieron en este sexenio, se encaminan al fracaso, mientras millones de
mexicanos tienen una percepción generalizada de insatisfacción por el pésimo
manejo de la economía, pues el crecimiento de ésta no se ve reflejado en sus
bolsillos.
El Episcopado Mexicano criticó también a los programas
sociales del Gobierno, los cuales, dijo, “no han logrado sus objetivos de
reducción de la pobreza y son manipulados en tiempos electorales”.
Ciudad de México, 29 de
octubre (SinEmbargo).– Las reformas estructurales, que tanto prometieron en
este sexenio, se encaminan al fracaso, mientras millones de mexicanos tienen
una percepción generalizada de insatisfacción por el pésimo manejo de la
economía, pues el crecimiento de ésta no se ve reflejado en sus bolsillos,
destacó el Episcopado Mexicano en su editorial dominical.
“Se percibe el fracaso de las fórmulas
tradicionales propuestas por la clase política cuando lo que tanto se prometió
con las reformas estructurales en realidad sólo asoma la cabeza hacia el
fracaso y la paupérrima satisfacción
para pocos en los que concentran la riqueza nacional”, mencionó la
Iglesia católica.
Las encuestas oficiales como
las del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) sobre medición de
la pobreza han determinado un ligero decremento en cuanto al número de pobres;
sin embargo, más de 53 millones de mexicanos viven en pobreza y 12 millones en
pobreza extrema.
El Episcopado Mexicano
mencionó que las alternativas para mejorar al país han venido de los
empresarios y no de las autoridades.
La semana pasada, la Confederación
Patronal de la República Mexicana (Coparmex) envió al Consejo de Representantes
de la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami) una propuesta para
aumentar el salario mínimo de los trabajadores. El Consejo Coordinador
Empresarial (CCE), por su parte, propuso una serie de medidas para fortalecer
el Estado de Derecho y acabar con la corrupción.
“La clase empresarial da a
conocer posibles soluciones de fortalecimiento del Estado de Derecho y
seguridad pública: desde la erradicación de la corrupción e impunidad hasta la
transformación de las políticas fiscales de forma equitativa, menos agresivas y
que reduzcan efectivamente la informalidad, con menores cargas fiscales para
pequeñas y medianas empresas e incentivar el crecimiento”, expuso la Iglesia
católica.
La editorial criticó también
a los programas sociales del Gobierno, los cuales, dijo, “no han logrado sus
objetivos de reducción de la pobreza y son manipulados en tiempos electorales”.
La Iglesia católica hizo un
llamado a las autoridades para vencer sus intereses particulares y procurar el
bien común “porque la corrupción, la injusta distribución de la riqueza y la
pobreza se han convertido en abismos que parecen insuperables”.
LA DESCONFIANZA EN EL GOBIERNO
De acuerdo con una encuesta
del Pew Research Center, un think tank con sede en Washington, el 93 por ciento
de los mexicanos no confía en el actual gobierno ni cree en la democracia.
En la encuesta, que mide el
índice de satisfacción de 38 países, México destacó como uno de los países con
mayor desconfianza a su gobierno al ubicarse en el fondo del ranking, con 93
por ciento de desaprobación ciudadana.
Sobre la confianza en el
actual gobierno, sólo 6 por ciento de los mexicanos se siente satisfecho con el
sistema democrático y 2 por ciento afirmó que confía mucho en el actual
gobierno, la cifra más baja a nivel mundial y a nivel América Latina.
De acuerdo con el Pew
Research Center, el bajo nivel de satisfacción de los mexicanos con su gobierno
pone al país por debajo de naciones como Líbano, donde un 8 por ciento aprueba
la forma de gobernar, de los africanos de Asia Pacífico y hasta de naciones que
han tenido problemas en años recientes como Venezuela, donde un 25 por ciento
aprueba el sistema y un 73 por ciento lo rechaza.
En preferencia sobre que sean
ciudadanos elegidos los que gobiernen, 58 por ciento dijo que lo veía
totalmente bueno, 9 por ciento lo ve bueno y 34 por ciento como totalmente
malo.
(SIN EMBARGO/ REDACCIÓN / OCTUBRE 29, 2017, 3:44 PM)
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