Informe
de expertos forenses deja mal paradas a las autoridades mexicanas en el caso de
los 43 desaparecidos en Iguala. El Gobierno de la República está dispuesto a
realizar nuevos peritajes. Legisladores exigen se sancione a autores de malas
pesquisas y proponen nueva Comisión en el Congreso para analizar informe,
además de un fiscal especial. Catedrático estima riesgoso comenzar de “cero”,
más de 100 detenidos podrían recuperar su libertad
El
informe de las investigaciones realizadas por el Grupo Interdisciplinario de
Expertos Independientes (GIEI), de la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos (CIDH), sobre la desaparición de los 43 estudiantes normalistas de
Ayotzinapa, obliga a las autoridades a reencauzar las pesquisas del caso, pero
también a actuar con precaución para no enredar aún más la verdad histórica.
Los
resultados científicos, en el sentido de que los estudiantes desaparecidos en
Iguala no fueron incinerados en el basurero de Cocula, son contundentes y
contradicen la versión oficial de la Procuraduría General de la República
(PGR), al concluir que es científicamente imposible que en ese lugar se hubiera
dado una incineración de semejantes proporciones.
Sin
embargo, la falta de conclusiones del GIEI no da certidumbre acerca del
paradero y destino que tuvieron los jóvenes, detenidos entre la noche del 26 y
la madrugada del 27 de septiembre de 2014 por policías municipales de Iguala.
A
regañadientes, los políticos en el poder han aceptado que existen pifias en la
investigación y que se tendrán que realizar nuevos peritajes y pesquisas.
Organismos internacionales ven con buenos ojos los resultados del grupo de
expertos y la apertura gubernamental para reorientar la indagatoria. Mientras
que legisladores piden crear una Comisión especial para el caso y transparentar
la investigación.
Por
su parte, académicos advierten de los riesgos de iniciar una “nueva”
investigación, pues la actuación de la PGR ha llevado a más de 100 personas a
prisión y cualquier error podría desvanecer los datos de prueba que existen
hasta el momento, y poner a esos procesados en inmediata libertad.
También
se escuchan voces que exigen castigar a los responsables de las desacertadas
averiguaciones y solicitan juicio político en contra del ex fiscal general de
la nación, Jesús Murillo Karam.
INVESTIGACIÓN DE LA CIDH
A
cinco días de que la PGR había entregado 53 muestras -entre prendas y objetos
propiedad de los desaparecidos de Ayotzinapa- a la Universidad de Innsbruck, en
Austria, para que se les realicen diversos peritajes, el Grupo
Interdisciplinario de Expertos Independientes dio a conocer los resultados de
su propia investigación.
Luego
de seis meses de viajes a México y por las zonas de Guerrero relacionadas con
los lamentables hechos, y de entrevistarse con detenidos, funcionarios,
sobrevivientes y familiares, los cinco expertos autónomos expusieron que los 43
normalistas no fueron incinerados en el basurero de Cocula.
De
acuerdo con la investigación pericial del peruano José Torero, experto en
seguridad y manejo de fuego, es científicamente imposible que en dicho lugar
hubiese ocurrido una quema de semejantes proporciones.
Para
el experto sudamericano “se requieren 700 kilos de madera, 310 kilos de
neumáticos y 12 horas para incinerar un solo cuerpo, mientras que 43 cuerpos
requieren una carga de combustible de 30 mil 100 kilogramos de madera, 13 mil
kilos de neumáticos y 60 horas”.
Según
las investigaciones, el testigo que declara el lapso de tiempo más prolongado
de la incineración de los cuerpos, se refirió a 16 horas, aunque la evidencia
científica descarta la veracidad del testimonio. Otros declarantes refieren que
se usaron entre 10 y 15 llantas, lo cual también se descarta.
De
esta manera, el grupo de especialistas descartó la versión oficial de que los
normalistas fueron atacados porque iban a boicotear el informe del DIF Estatal,
ya que llegaron a Iguala de la Independencia una vez que había terminado el
acto de María de los Ángeles Pineda, esposa del hoy depuesto alcalde José Luis
Abarca Velázquez, ambos encarcelados.
El
GIEI corroboró que los estudiantes se dirigieron a Iguala para tomar autobuses
con motivo de sus manifestaciones del 2 de octubre; una vez ahí, cinco
autobuses con normalistas a bordo fueron atacados a balazos por policías
municipales. Incluso uno de estos vehículos desapareció.
Los
forenses no emitieron conclusiones, solo los resultados de sus investigaciones
y recomendaron a las autoridades realizar nuevos peritajes e indagar acerca de
la participación del quinto autobús y su destino.
RESPUESTAS AL INFORME
El
mismo domingo 6 de septiembre, fecha en que se difundió el informe del GIEI,
las autoridades reaccionaron a los resultados. En redes sociales, el Presidente
Enrique Peña Nieto informaba que dio indicaciones para que se continúe con las
investigaciones en el caso Ayotzinapa, con los elementos aportados por el Grupo
Interdisciplinario de Expertos Independientes. En otro mensaje, el mandatario
exhortó a las dependencias del Gobierno de la República para que analicen las
recomendaciones presentadas por el GIEI.
La
procuradora general de la República, Arely Gómez, también salió al paso para
afirmar que las investigaciones sobre el caso Iguala “siguen y se mantendrán
hasta las últimas consecuencias”, y reconoció al grupo de expertos por su
colaboración. Añadió que se ordenó a diversas áreas de la PGR analizar el
estudio de la CIDH y realizar nuevos peritajes a través de un grupo colegiado
de peritos forenses del más alto prestigio.
A
pesar de la aceptación de sus superiores, de que pudieron haber existido fallas
en las investigaciones y se realizarán nuevos estudios, algunos funcionarios de
la PGR defendieron sus pesquisas. Uno de ellos fue el titular de la
Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada
(SEIDO), Felipe de Jesús Muñoz Vázquez. El otro, el director de la Agencia de
Investigación Criminal (AIC), Tomás Zerón de Lucio.
Mientras
Muñoz Vázquez citó que la investigación de la PGR se ha realizado con toda
seriedad y defendió la actuación de su anterior jefe, el ex procurador Jesús
Murillo Karam, Zerón de Lucio ratificó la versión de que los normalistas fueron
asesinados e incinerados en el basurero de Cocula, y descartó replantear las
hipótesis obtenidas hasta ahora.
Por
su parte, los padres de los desaparecidos de Ayotzinapa hicieron un llamado
para que se atiendan las recomendaciones del GIEI y se mantengan en México
hasta que concluyan sus trabajos de investigación. Además, solicitaron una
reunión con Enrique Peña Nieto antes del 10 de septiembre para insistir en la
búsqueda y pronta localización de sus hijos.
TERRENO POLÍTICO
En
tanto se dan los pasos para reactivar las indagaciones del caso, el ámbito
político adoptó la noticia para su agenda semanal y figurar en los medios de
comunicación como interesados en que se aclare el suceso.
El
lunes 7 de septiembre, el Presidente Enrique Peña Nieto volvió a hablar del
caso Ayotzinapa y aseguró que no habrá carpetazo, pues se cerrará hasta que el
último de los responsables de la desaparición de los estudiantes haya sido
detenido. El mandatario expresó que tiene total interés en reunirse nuevamente
con los padres de los normalistas.
A
través de su cuenta de Facebook, el dirigente de Movimiento Regeneración
Nacional (MORENA), Andrés Manuel López Obrador, pidió al Presidente de la
República fincar responsabilidades a funcionarios federales, estatales,
elementos del Ejército y cuerpos policíacos presuntamente implicados en la
desaparición de los normalistas de Guerrero.
Asimismo,
a través de su coordinador de bancada, Francisco Martínez Neri, el grupo
parlamentario del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en la Cámara de
Diputados anunció que se promoverá un juicio político en contra del ex
procurador Murillo Karam, porque habría falseado la investigación del caso
Ayotzinapa.
Por
su parte, la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados acordó la
creación de una Comisión Especial para dar seguimiento al informe del GIEI. El
coordinador, el priista César Camacho Quiroz, afirmó que en fecha próxima se
precisará sobre la integración, alcances y facultades de dicha Comisión.
Jesús
Zambrano, presidente de la Mesa Directiva del Congreso de la Unión, fue más
allá y “aconsejó” que la PGR designe a un fiscal especial para el caso, elegido
a propuesta de los familiares de los 43 normalistas desaparecidos, para que se
coordine con el grupo de expertos independientes.
En
el Senado de la República, el grupo parlamentario perredista exigió la
comparecencia de los titulares de la Secretaría de Gobernación y la PGR, Miguel
Ángel Osorio Chong y Arely Gómez, respectivamente, para que expliquen las
diferencias entre la investigación oficial y el informe del GIEI.
La
relevancia del caso, su impacto y la credibilidad de las investigaciones
obligan a transparentar los avances hacia la sociedad. Al respecto, la
consejera presidente del Instituto Nacional de Acceso a la Información, Ximena
Puente, externó que ya trabaja con la PGR para hacer público el contenido de
los 55 tomos de la indagatoria de Iguala.
LOS NUEVOS RIESGOS
Investigar
de nuevo, desde cero, a un año de ocurridos los hechos, es muy riesgoso desde
cualquier punto de vista, estima el doctor Guillermo Garduño Valero,
especialista en asuntos de Seguridad Nacional y catedrático de la Universidad
Autónoma Metropolitana, Unidad Iztapalapa.
Para
retomar las pesquisas y hacer lo científicamente correcto es necesario actuar
con sensatez, afirmó el académico en entrevista sostenida con la emisora Radio
Metrópoli.
“El
hecho de plantearse, sencillamente, volver a comenzar de cero, significa
desvanecer todos los elementos con los cuales se ha consignado a más de cien
personas. En este caso, desde Abarca, su mujer, todos los implicados
definitivamente, de este lamentable suceso, tendrían que salir de inmediato
libres y ya no podrían ser juzgados. Esa es la primera situación”.
De
acuerdo con Garduño, sí las autoridades recomienzan la investigación desechando
las hipótesis hasta hoy predominantes, lo que se va a conseguir es una
“absoluta impunidad”, un caso más de fracaso oficial en este país.
“La
Procuraduría dice hoy, ‘nadie saldrá libre’. ¿Cómo nadie saldrá libre si está
desvaneciendo toda la argumentación? Automáticamente estas personas van a
presentar amparos y en las próximas horas pueden salir, con lo cual, desde
luego, ¿por dónde vamos a comenzar? ¿Desde dónde se está contemplando
nuevamente esta situación?”.
Lo
realmente relevante del caso de Ayotzinapa -y por lo cual no se ha conocido la
verdad- son los graves vínculos entre elementos de la sociedad civil, del
narcotráfico y del Estado Mexicano. “Los tres están implicados, y el saberse la
verdad, la verdad auténtica, vendría a desprestigiar no solo al gobierno de
Peña Nieto, no solamente al Gobierno del Estado de Guerrero, al narcotráfico;
también a los grupos sociales”, advirtió.
Con
varias décadas de experiencia, el catedrático mostró su pesimismo respecto a
que las investigaciones arrojen la verdadera historia de lo que pasó con los
normalistas:
“Ya
nunca se va a conocer, porque en la investigación policial hay un factor
esencial: el factor de oportunidad, el factor de prontitud, de honradez, de no
complicidad, de no ocultamiento de los hechos, de registro minucioso de las
cosas, de no apresuramiento y de volver esto en informes absolutamente
congruentes. Y aquí lo que se buscó fue tapar salidas y complicidad”.
El
entrevistado planteó preguntas que mueven a la reflexión: “¿Dónde está en este
momento el ex gobernador Aguirre Rivero? En su casa. ¿Dónde está Iñaki, el ex
procurador de Guerrero? En su casa. ¿Dónde están los principales actores del
narcotráfico? Disfrutando…”, y concluyó que el camino de la investigación
deberá contemplar qué puede recuperarse y qué es lo que ya es imposible de
recuperar.
(SEMANARIO
ZETA/ REPORTAJEZ/Luis Carlos Sáinz Martínez / Fotos. cuartoscuro.com/ 16 de Septiembre del 2015 a las 21:56:55)
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