La
élite económica global, incluyendo a los principales banqueros centrales del
mundo, se reúne en el simposio anual de Jackson Hole. En un momento de
incertidumbre y volatilidad, los mercados estarán atentos a la mínima señal de
cambio en la política económica
"Un
análisis razonable de las condiciones recientes sugiere que un alza de tasas en
el futuro cercano sería un grave error que pondría en riesgo los tres objetivos
principales de la Reserva Federal: estabilidad de precios, pleno empleo y
estabilidad financiera"
Lawrence
Summers
Ex
secretario del Tesoro de Estados Unidos
"En
los últimos años, los funcionarios estadounidenses han cambiado su enfoque
respecto a Jackson Hole. Este año, lo más probable es que limiten sus
discusiones sobre decisiones inmediatas de política económica"
Lawrence
Summers
Ex
secretario del Tesoro de Estados Unidos
El
escenario económico, marcado por la volatilidad y la incertidumbre, está a la
espera de la mínima señal que pudieran enviar los principales responsables de
la política económica global.
La
economía mundial aún no se recupera de la crisis financiera que inició hace
siete años. En un contexto de desaceleración emergente e inestabilidad
financiera derivada de las acciones divergentes de los bancos centrales, el
mercado se pregunta si la oleada de pérdidas bursátiles del último lunes negro
significan el primer paso hacia la siguiente crisis.
Este
es el marco que rodea al simposio anual de economía organizado por la Reserva
Federal de Kansas en el pueblo de Jackson Hole Wyoming. El evento, al que sólo
se atiende por invitación, tiene en la exclusividad y la secrecía sus
principales características. Expertos de la academia, participantes de los
mercados financieros y los principales líderes de los bancos centrales más
importantes del mundo se reunirán desde ayer y hasta el sábado en el hotel Jackson
Lake Lodge. El tema del simposio para este año es “dinámica inflacionaria y
política monetaria”.
Cada
año, el centro de la discusión de Jackson Hole es percibido como un barómetro
para medir las prioridades de la política económica y sus efectos en el
mercado.
Los
países desarrollados enfrentan una baja inflación que mantiene anclada la
recuperación económica, particularmente en Europa y Japón. Sin embargo, la
coyuntura de fragilidad económica y de turbulencia financiera le da mayor peso
a la relevancia de la reunión de Jackson Hole este año. Pese a la ausencia de
Janet Yellen, presidenta de la Reserva Federal de Estados Unidos, y de Mario
Draghi, presidente del Banco Central Europeo, el momento en que se realiza el
simposio es crucial para el futuro inmediato de los mercados financieros.
ESPERANDO SEÑALES
En
los últimos años, Jackson Hole ha significado un foro para el anuncio de puntos
de inflexión en la política monetaria. En el 2010, el entonces presidente de la
Reserva Federal, Ben Bernanke, señaló que el banco central estaba a punto de
iniciar la segunda fase de su política de compra de activos.
Ahora,
la gran pregunta para los mercados yace en cuándo elevará la Reserva Federal la
tasa de interés.
El
banco central se prepara para salir de casi una década en que los tipos de
interés se encuentran en niveles cercanos a cero. El cambio de política es uno
de los principales factores que ha causado disrupción en los mercados
financieros, sobre todo en las divisas emergentes.
Además,
se busca revertir la condición de bajas tasas ya que limita el margen de la
Reserva Federal para hacer frente a una nueva contingencia financiera.
DILEMA MONETARIO
Antes
del pasado lunes negro, existía un consenso entre los principales analistas y
economistas del sector privado de que la tasa de interés sería elevada en
septiembre. La caída generalizada en el precio de las acciones globales y las
materias primas desencadenó una serie de posicionamientos públicos que
diluyeron el consenso de septiembre. Lawrence Summers, ex secretario del Tesoro
de Estados Unidos y una de las voces más influyentes sobre política económica,
insistió en que subir los tipos de interés dadas las condiciones actuales del
mercado sería un grave error.
Ray
Dalio, quién encabeza el fondo de cobertura Bridgewater (el más grande del
mundo), aseguró en una nota para sus clientes que el siguiente movimiento de la
Reserva Federal sería de expansión y no de restricción. Es decir, no se prevé
un aumento de tasas.
Asimismo,
señalamientos independientes de los miembros de la Reserva Federal William
Dudley, Dennis Lockhart y Stanley Fischer, uno de los principales ponentes de
Jackson Hole, sugieren que el banco
central esperará a ver cómo continúa desarrollándose el mercado antes de
actuar.
Ayer,
la última tasa de crecimiento trimestral anualizado de Estados Unidos fue
revisada al alza (3.7 por ciento) por encima de las expectativas. Este signo de
recuperación añade incertidumbre al dilema de la Reserva Federal.
Mohamed
El-Erian, asesor económico en jefe de Allianz SE y antiguo director general del
fondo PIMCO, considera que los participantes de Jackson Hole mantendrán un bajo
perfil donde las señales respecto a futuras decisiones de política serán
difíciles de traducir.
En
ese sentido, analistas advierten que en un contexto de incertidumbre, la
ausencia de acciones o discursos que orienten el sentimiento del mercado
representa un riesgo significativo.
El
simposio económico de Jackson Hole, es la última oportunidad que tiene la élite
económica global para reunirse antes de las juntas anuales del Fondo Monetario
Internacional y el Banco Mundial a mediados de octubre.
(REPORTE
INDIGO/ RODRIGO CARBAJAL/ Viernes 28 de agosto de 2015)
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