Yungay— Las autoridades de Salud, Defensoría del Pueblo y la fiscalía
de la provincia de Yungay (Perú) rescataron a un niño de 10 años con un
leve retraso mental que ha vivido encerrado, atado con una soga al
cuello y en condiciones inhumanas desde hace más de cuatro años. De este
modo, sus padres querían evitar que el niño se escapase de su casa.
Según ha contado la versión digital de “El Comercio de Perú”, los representantes de las instituciones trasladaron al menor a la ciudad para darle la atención adecuada ya que, aparte de tener un leve retraso mental, presentaba signos de desnutrición.
Después de más de cuatro años pidiendo ayuda a las autoridades para mejorar la calidad de vida de su hijo y no obteniendo respuesta, Gloria Vega Mendoza –que vive en extrema pobreza– cuenta que no tuvo más remedio que recurrir a este drástico método para que el pequeño no se escapara y no sufriera un accidente en el campo. Según narró un funcionario de salud, el niño ya se escapó en una ocasión de madrugada para bañarse en el río y casi muere de hipotermia.
Para alimentarlo, sus hermanos le pasaban la comida por debajo de la puerta e incluso tenía que hacer sus necesidades en el mismo habitáculo.
Después de ser liberado, los médicos comprobaron que el leve retraso mental que posee el pequeño podría haberse solucionado con un tratamiento especializado. Sin embargo, consideran que la recuperación será más complicada debido a las condiciones en que ha vivido durante tantos años.
Según ha contado la versión digital de “El Comercio de Perú”, los representantes de las instituciones trasladaron al menor a la ciudad para darle la atención adecuada ya que, aparte de tener un leve retraso mental, presentaba signos de desnutrición.
Después de más de cuatro años pidiendo ayuda a las autoridades para mejorar la calidad de vida de su hijo y no obteniendo respuesta, Gloria Vega Mendoza –que vive en extrema pobreza– cuenta que no tuvo más remedio que recurrir a este drástico método para que el pequeño no se escapara y no sufriera un accidente en el campo. Según narró un funcionario de salud, el niño ya se escapó en una ocasión de madrugada para bañarse en el río y casi muere de hipotermia.
Para alimentarlo, sus hermanos le pasaban la comida por debajo de la puerta e incluso tenía que hacer sus necesidades en el mismo habitáculo.
Después de ser liberado, los médicos comprobaron que el leve retraso mental que posee el pequeño podría haberse solucionado con un tratamiento especializado. Sin embargo, consideran que la recuperación será más complicada debido a las condiciones en que ha vivido durante tantos años.
No hay comentarios:
Publicar un comentario