sábado, 5 de abril de 2014

EL SEGURO DE DESEMPLEO, BENÉFICO PARA LOS RICOS

Pedro Aspe Armella. De todas, todas. Foto: Miguel Dimayuga
El seguro de desempleo recientemente aprobado por la Cámara de Diputados será una gran ayuda… para los banqueros y grandes empresarios, empezando por quienes en 1992 crearon un entramado institucional que ahora los beneficiará: Pedro Aspe, entonces titular de la Secretaría de Hacienda, y Guillermo Ortiz Martínez, subsecretario en la misma dependencia. En contraparte, los trabajadores tendrán menos posibilidades de acceder a un crédito Infonavit.

MÉXICO, D.F. (Proceso).- Hace 22 años, el entonces secretario de Hacienda, Pedro Aspe Armella, y el subsecretario de esa dependencia, Guillermo Ortiz Martínez, hicieron mancuerna desde el gobierno de Carlos Salinas de Gortari para modificar todo el esquema de retiro y jubilación del país. Ahora sus caminos se cruzan nuevamente, pero como empresarios favorecidos por el “seguro de desempleo”.

Autor intelectual de la individualización del Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR) en el sexenio salinista, Pedro Aspe pasó de “creador” de las afores a beneficiario de ellas, pues su empresa Evercore-Protego tiene capital invertido en la firma Servicios Corporativos Javer, el mayor promotor y constructor de vivienda social en México, industria que crecerá por las modificaciones legales.

Guillermo Ortiz Martínez, presidente de Grupo Financiero Banorte, espera que su compañía capte la mayor cantidad de aportaciones para la vivienda que el patrón otorga a sus trabajadores.

La historia que Pedro Aspe inició en febrero de 1992 con la creación del SAR tuvo su más reciente capítulo el pasado martes 18 en la Cámara de Diputados. Ese día y gracias a los votos de 46 legisladores del PRD, el coordinador del grupo parlamentario del PRI, Manlio Fabio Beltrones, cumplió un compromiso que Enrique Peña Nieto asumió ante los empresarios: quitar a los trabajadores 3% de su fondo de vivienda, ponerlo en manos de la iniciativa privada –lo que fortalecerá a bancos y constructoras– y “achicar” el Infonavit.

Ese mismo día, el pleno de San Lázaro aprobó con 205 votos del PRI, 26 del PVEM, 10 del Panal y 46 del PRD la creación del seguro de desempleo. Sin embargo, a diferencia de lo que Peña Nieto aseguró en su mensaje a la nación del 8 de septiembre –que los recursos saldrían del gobierno, lo que explicaba el aumento de impuestos–, el dinero provendrá del ahorro del trabajador.

Actualmente el patrón aporta a sus empleados 5% del fondo de ahorro para la vivienda. Ese monto “se registra” en algunas de las 12 afores bancarias que existen, pero lo administra el Instituto del Fondo Nacional para la Vivienda de los Trabajadores (Infonavit). Ese 5% forma parte del patrimonio del Infonavit y son los recursos que usa para financiar créditos.

La ley del instituto establece que las aportaciones del patrón al trabajador son recursos propiedad del empleado y forman parte de su salario, por lo cual nadie puede disponer de ellos. Sin embargo, Peña Nieto y los diputados federales cambiaron la norma para permitir que los empresarios “tomen” tres de los cinco puntos porcentuales que aporta el patrón. Con eso se creará un “fondo mixto” que alimentará al seguro de desempleo.

Lo anterior implicará que el Infonavit reciba 3% menos recursos y, por lo tanto, tenga menos presupuesto para otorgar créditos. Así que los trabajadores deberán conseguir empréstitos de otro lado si quieren una casa: La opción será pedir un crédito al banco.

Miles de millones

De acuerdo con el Plan financiero 2014-2018 del Infonavit, el instituto obtendrá este año 157 mil 660 millones de pesos. Esa cantidad provendrá de cuatro fuentes: “recuperación de cartera, fuentes alternas de financiamiento, otras entradas y aportaciones patronales cotizantes sin crédito”. Este último rubro es el mencionado 5% que los patrones entregan a los casi 51 millones de trabajadores formales que hay en México.

Traducido, ese 5% representa 57 mil 399 millones de pesos. La diputada de Movimiento Ciudadana y abogada laboral Luisa María Alcalde –quien votó en contra del seguro– detalla que cada punto porcentual equivale a 11 mil 479 millones de pesos.

“Lo anterior significa que el 3% suma 34 mil 439 millones de pesos”, y amplía: Lo aprobado por la Cámara de Diputados permite que esos 34.5 mil millones vayan a parar a las afores que hoy existen.

Así las cosas, de los 57 mil 399 millones de pesos que el Infonavit recibirá en 2014, para el siguiente año –cuando la ley ya esté en vigor– sólo obtendrá 22 mil 960 millones de pesos.

Actualmente existen 12 afores bancarias: Afirme Bajío, Azteca, Banamex, Coppel, Inbursa, Invercap, Metlife, Pensionissste, Principal, Profuturo GNP, Sura y XXI Banorte.

De acuerdo con el cuarto Informe Trimestral de 2013 que la Comisión Nacional del Sistema del Ahorro para el Retiro (Consar) envió a la Cámara de Diputados, la afore XXI-Banorte es la que concentra el mayor número de cuentas de trabajadores: 17 millones 923 mil 276. Esto representa 35.22% del total. Le sigue Banamex de manera muy lejana, con 7 millones 774 mil 485. La tercera es Sura, con 6 millones 140 mil 956 cuentas. Y el resto se distribuye entre las nueve afores restantes.

La diputada Luisa María Alcalde explica que así como sucedió en la transición del SAR a las afores, hoy ese 3% del fondo de vivienda puede ir a parar a cualquiera de las 12 afores bancarias. “Esto es así porque las afores son muy seductoras. En 1992 Pedro Aspe determinó que se individualizaría todo ese dinero en cuentas”. 

Ahora, delinea, uno podrá decidir que ese 3% lo siga manejando el Infonavit o que pase a una afore, pero como éstas son tan seductoras por ofrecer mayores rendimientos –aunque no siempre lo cumplan– la gente tenderá a trasladar su dinero.

La “suerte” de los exfuncionarios

Banorte tiene 35.22% de las cuentas de quienes cotizan en el Instituto Mexicano del Seguro Social. Cuando la reforma entre en vigor, es lógico esperar que sus trabajadores autoricen que Banorte también administre el 3% mencionado.

Lo anterior implicaría dinero fresco para ese banco por 12 mil 129 millones de pesos. Así, Guillermo Ortiz Martínez recibiría la millonaria cantidad en el banco que hoy preside.

El gran cúmulo de cuentas que dicha institución bancaria administra se debe a que en diciembre de 2011 compró la cartera de afores del gobierno –llamada Siglo XXI– y en enero de 2013 adquirió la de Bancomer.

Luisa María Alcalde insiste: “Ese 3% forma parte de las conquistas logradas por el trabajador. Ahora, cuando vaya a pedir un crédito al Infonavit, la lista de espera para que se lo autoricen será mayor, porque el instituto tendrá 34 mil 439 millones de pesos menos. Así, habrá menos créditos y ello llevará a un empleado a que acuda a un banco para que le dé lo que le falta en crédito; por ser clientes cautivos la tasa de interés que el banco les cobre será siempre mayor que lo que cobraría el Infonavit”, enumera.

El hecho de que el Infonavit preste menos dinero y los empleados tengan que irse a constructoras y bancos, abunda, hará que varias empresas adquieran fuerza financiera. “También para ellas será dinero fresco”, y así como en los sexenios panistas crecieron Urbi, Casas Geo, Sare, Ara y Homex –las cuales están hoy en quiebra y han tenido que ser “rescatadas” por el gobierno– ahora serán otras compañías las que se capitalicen gracias a un dinero que no debería tocarse.

Una de las firmas que podrían beneficiarse es Evercore-Protego, propiedad del creador de las afores, Pedro Aspe. Y es que Evercore tiene “capital comprometido” en nueve empresas, entre las que destacan Volaris, Más Pharma, Grupo Axo y Servicios Corporativos Javer, “el mayor promotor privado de la vivienda en México”, según anunció el 18 de junio de 2013.

En el portal de internet de Javer se anuncia que ayuda a “encontrar la mejor opción de financiamiento” y para ello se vincula con Infonavit, Bancomer, HSBC, Scotiabank, Casa Mexicana, Santander Serfín… y Banorte.

El que paga

En contraste con los 34 mil millones de pesos que “se le quitarán” al Infonavit, el seguro de desempleo sólo le costará al gobierno 9 mil millones de pesos, y eso “sólo si no se alcanza a pagar el seguro con el dinero del trabajador”, asevera la diputada Alcalde.

El presupuesto gubernamental provendrá de un esquema bautizado como “fondo solidario”, el cual equivaldrá a 0.5% de un salario mínimo.

La legisladora puntualiza que para tener derecho al citado seguro un trabajador necesita tener 45 días desempleado. Se le pagará sólo durante seis meses y podrá pedirlo cada cinco años únicamente. Otra restricción es que para acceder a la prestación deberá haber trabajado de manera ininterrumpida al menos 114 semanas.

A lo largo de esos seis meses, pormenoriza, al desempleado se le dará en el primer mes 60% de su salario base cotizado en su último trabajo; el segundo mes se le entregará 50% y, los cuatro meses restantes, 40% en cada uno.

En caso de que lo ahorrado por el trabajador en su “fondo mixto” no alcance a cubrir los seis meses del seguro, el gobierno completará de su “fondo solidario”, y si con esto tampoco se cubriera, entonces el dinero se tomaría del presupuesto de la Federación, aunque no se ha especificado de cuál partida.

Ningún empleado pagará el seguro de otro, sino que será el propio despedido quien lo haga, aclara la integrante de MC. Comenta que si alguien ya pidió su crédito Infonavit, “al quedar desempleado deberá decidir si con el seguro de desempleo paga la mensualidad que debe al Infonavit, si paga la renta o si paga la comida”.

Concluye: El esquema ideado es “una burla” en la que colaboró la izquierda.

La tarde del 18 de marzo pasado el PRI, el Panal y el PVEM sólo juntaban 241 votos cuando se debatía el seguro en el Congreso. La cantidad no les alcanzaba: se quedaban cortos por 10 sufragios.

En ese momento, los perredistas cercanos a la fracción de Los Chuchos entregaron mucho más que los 10 votos que faltaban: 46. Entre los que dieron su aval destacan Silvano Aureoles, Amalia García y el presidente de la Comisión de Seguridad Social, Javier Salinas, quien dos días después de entregar su voto pidió “revisar las pérdidas de las afores”: Ocurre que en el último año las afores perdieron 300 mil millones de pesos debido a operaciones fallidas de los bancos que las manejan.

La Ley de Seguro de Desempleo deberá discutirse todavía en el Senado de la República. Los legisladores priistas y líderes gremiales Carlos Romero Deschamps, dirigente del sindicato petrolero; Joel Ayala, de la FSTSE; Armando Neyra, de la CTM), e Isaías González, de la CROC, ya dijeron que los “senadores obreros” la rechazarán, pero eso no significa nada: los 39 “diputados obreros” terminaron votando a favor.

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