sábado, 1 de febrero de 2014

MICHOACÁN Y JALISCO COLINDAN CON LA MUERTE


Morelia, Mich.- El camino entre  Lázaro Cárdenas y  el aeropuerto de Guadalajara es codiciado por los cárteles para el trasiego de drogas y armas. 
Autoridades jaliscienses y elementos de autodefensas consultados desmarcan a Jalisco del conflicto en Michoacán. 
No obstante la entidad es pieza clave para entender la disputa dentro de territorio michoacano de Tierra Caliente, que ha sobrevivido, en las últimas dos décadas, a múltiples intervenciones de cárteles.
La presencia del cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) en Michoacán, se logra luego de que el cártel de la Familia es desplazado por Los Caballeros Templarios en 2011, explica un documento de la PGR, y busca aliados para atacar a los Templarios.
No obstante, un informe de la agencia estadounidense Stratfor, publicado en febrero del 2013, señala que El CJNG logró su autonomía del cartel de Los Coroneles o “La Corona”, un aliado del cártel de Sinaloa surgido tras la muerte de Ignacio “Nacho” Coronel en 2010.
La escisión del grupo generó una terrible violencia en la zona del Lago de Chapala, poblaciones que también colindan con Michoacán. 
El resultado hoy es visible en el municipio de La Barca, que fue escenario en el mes de diciembre de 2013 del hallazgo de 67 cadáveres abandonados en narcofosas, y otros siete cuerpos fueron encontrados en el mes de enero del 2014.
Stratford también señaló hace un año que el CJNG participó en “múltiples guerras territoriales con los Caballeros Templarios”.
En el documento se anticipaba que la violencia “probablemente continúe en Jalisco y el vecino Michoacán”.
Aunque el texto de Stratford advierte que sólo “una alineación eliminaría un conflicto separado de la región” y plantea la posibilidad de alianzas entre cárteles regionales para pacificar la región entre Jalisco y Michoacán.
Y es que existe un interés por controlar la ruta que va desde el puerto Lázaro Cárdenas en Michoacán, hasta el aeropuerto de Guadalajara en Tlajomulco de Zúñiga -en plena Zona Metropolitana de Guadalajara- es un corredor codiciado para el trasiego de drogas y armas.
De hecho Jalisco aparece entre los 10 estados en donde fueron incautadas más armas provenientes del mercado ilegal estadounidense, según el informe de la organización no gubernamental Insyde (Instituto para la Seguridad y la Democracia). 
¿Las armas?  ‘Son regalos’ 
Además, un informe del Gobierno Federal señala una ruta de armas por todo el occidente del país. 
En dicho documento se señala que Michoacán tiene “gran incidencia” en materia de tráfico de armas largas, municiones y granadas.
Sin explicaciones a las narcofosas de La Barca, y tratando de minimizar el conflicto fronterizo cayendo en absurdos como el “boletinaje” de todos michoacanos que ingresen a Jalisco, el gobernador Jorge Aristóteles Sandoval Díaz, ha hablado a la prensa sobre el tema en un par de ocasiones tras la crisis en Michoacán, sin embargo nunca visitó al zona cuando fue candidato a la gubernatura.
“Fuimos muy claros, aquí, a quien se le encuentre armas de alto calibre será detenido. Independientemente de lo que estén haciendo en Michoacán, aquí se está cuidando que estas personas no entren a Jalisco armados”, apuntó el Ejecutivo de Jalisco sobre su encuentro con Mireles.
Explicó que el encuentro ocurrió el 14 de diciembre en la plaza principal de Jilotlán, Jalisco, comunidad localizada a 40 minutos de Tepalcatepec, Michoacán, y a casi hora y media de Tecalitlán, la población de Jalisco más cercana.
La gente de Jilotlán tiene una amplia relación comercial con Tepalcatepec y familias enteras comparten domicilios en ambos poblados, de ahí que Mireles buscara a Sandoval Díaz. 
El pasado 23 de enero el gobernador de Jalisco anunció una bolsa de 13 millones de pesos para reforzar la seguridad en los 14 municipios limítrofes con Michoacán.
“Estaremos trabajando con programas preventivos, voy a convocar a los presidentes de los 14 municipios colindantes con Michoacán y les vamos a ofrecer un apoyo en materia de prevención”, informó el gobernador. 
Consultados sobre el papel que juega Jalisco como vecino de Michoacán en la disputa de las autodefensas contra los Templarios, algunos guardias cuestionados coinciden en que el gobierno de Jalisco “no se ha metido” con ellos y no tienen problemas.
“Yo no sé que opinen ellos, pero pues Jalisco, yo no tengo nada que ver con ellos. Jalisco es aparte. Esto es ‘pa’acá’ (…) Las autoridades de Jalisco para nada se han metido con nosotros, las autoridades de Jalisco sí son autoridades, no es gobierno este que tenemos ahorita”, apunta Luis Manuel Álvarez, joven de un grupo de autodefensa.
Álvarez, al ser cuestionado sobre el origen de las armas y los vehículos de lujo así como los posibles vínculos que tiene el grupo de autodefensa de Tepalcatepec, asegura que todos son regalos que la gente les otorga por que se sienten “contentos” por el trabajo que desempeña su grupo.
“Yo no veo nada de eso porque yo no lo sé, lo que sí puede ser es que estén los que estén, están haciendo mucho más que lo debería  hacer el gobierno mexicano (…) están haciendo más por la gente de lo que hacen ellos”, concluyó.
Un año, por la libre 
Durante casi un año los grupos de autodefensa han tenido pocas restricciones de las autoridades para sus labores que dicen a  favor de los michoacanos asolados por los cárteles y sus acciones. 
‘¿Miedo, miedo de qué?’
No es la única, pero quizá sí la más joven. A sus 21 años, Esperanza Vergara, Carmelita, como le dicen sus compañeras, aprendió lo que ninguna de su edad, disparar una Uzi 9 milímetros automática, arma diseñada por las fuerzas de defensa de Israel, usada por la policía de Colombia.
Hace tres meses disparó por primera vez, pero solo de prueba. Se sumó a las filas de las autodefensas en abril, dos meses después de que surgieron en su pueblo, Buenavista Tomatlán.
“¿Miedo, miedo de qué?”, expresa mientras sujeta con estilo su 9 milímetros con capacidad de fuego de 35 tiros.
“Yo le digo a la gente que no se asuste, nosotros no somos ningún cártel, no venimos a hacerle mal a nadie. Estamos contra el mal, ¡de esos malditos templarios!”.
Decidió ingresar a los grupos de autodefensa junto con su hermano, otro joven que también forma parte de los H3, equipo que sí se enfrenta a Los Templarios en cada una de las incursiones a nuevas comunidades. Anda en camionetas último modelo de las que prestaron los empresarios y ganaderos para que las autodefensas se transporten.
Enfundada en un pantalón de mezclilla, botas y una playerita azul ajustada, Esperanza irrumpió junto con cerca de 500 autodefensas en Los Reyes, donde fueron recibidos a balazos por “los templas”, como se refieren al grupo que combaten.
“Nos han causado mucho daño. A todos nos han lastimado con las extorsiones”, explica fluidamente, pero con los dientes apretados.
Lucha contra templarios
Apenas terminó la preparatoria, no ha tenido necesidad de trabajar porque su familia se dedica a la ganadería. Con resignación sus papás accedieron a que sus dos jóvenes hijos se fueran a luchar contra Los templarios. También fueron extorsionados, vendían barato y pagaban caro. Esperanza nunca tuvo algún incidente que atentara contra su integridad; sin embargo, dice que pelea por su familia y por su pueblo.
“El gobierno de alguna forma nos está apoyando, pero antes no querían. Ahora gracias a Dios ya están poniendo atención en esto”.
Pero Esperanza no es la única mujer en las autodefensas. Con ella hay por lo menos cinco más. Todas mayores. Ella es la más agraciada. Sus compañeros con todo y las armas de alto poder que no sueltan, los chalecos antibalas y los radios de comunicación, también están pendientes de ella y sus compañeras.
De su arma no sabe mucho, sólo que es “de las buenas”. Se la dieron después de un enfrentamiento con Los Templarios. No sabe si alguien murió a consecuencia del poder de la uzi que ahora es suya. Cuando se le pregunta qué hará cuando tenga que registrarla, responde con desparpajo.
“Si nos quieren registrar, nos pueden registrar, pero de todas formas esto es ilegal, traer las armas”.

(ZOCALO/ Agencias /01/02/2014 - 04:03 AM)

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