La tarde noche de ayer, el barco pesquero Maros IV, propiedad de la
Pesquera Maros S.A. de C.V. fue asaltado por hombres armados y lo
despojaron de cuatro toneladas de camarón azul, del radio, transmisor y
de los celulares.
Los datos de la ubicación del lugar donde ocurrió el asalto, se
desconocen hasta el momento, porque la información está llegando a
cuentagotas.
La información llegó como una oleada de indignación y coraje que
inundó el muelle pesquero Parque Industrial Alfredo Bonfil, por la
impotencia de la indefensión que sienten los pescadores, porque la
Armada de México no hace bien su trabajo de cuidarlos de los impunes
piratas del mar.
“Los elementos de la Armada de México, hacen sospechar que están
coludidos con los malandrines, porque es inconcebible que después de
cuatro asaltos a la flota pesquera de Mazatlán y de Baja California, no
hagan nada para detener a los piratas”, se quejan los colegas de los
pescadores del barco asaltado.
Según información de una fuente de Ríodoce, la tripulación del Maros
IV, logró comunicarse con tierra y las autoridades marítimas gracias a
un teléfono celular que uno de los marineros había guardado muy bien,
para alguna “eventualidad”, como lo fue este sabor amargo de boca en
altamar.
También se supo que la tripulación no fue golpeada por los
malandrines, porque el capitán, con las armas de alto poder puestas en
el pecho por los piratas les habría dicho que “se llevaran todo, pero
que no los golpearan”.
En ese escenario, el buque motor Maros IV, se suma a los barcos
asaltados desde septiembre de 2013, como son el Oviedo IV, Nahomí.
Arturo I, Francisco Villa, entre otros.
¿Y la ‘heroica Armada de México? ¡Bien gracias!
La mañana de hoy, los familiares de los pescadores de la tripulación
del Maros IV, que ya esperaban que atracaran en el puerto de Mazatlán,
ilusionados para pagar las deudas de los juguetes de navidad para sus
hijos, hacían llamadas angustiadas para saber cómo estaban sus
familiares, y solo lograban ser informados de que los piratas se
llevaron cuatro toneladas, radio y celulares.
(RIODOCE/ Cayetano Osuna / diciembre 10, 2013)
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