martes, 6 de agosto de 2013

RESURGE PALOMAS, CHIHUAHUA DE ENTRE LAS CENIZAS



A. Rebolledo/F. Méndez
Puerto Palomas, Municipio de Ascensión— Aunque todavía hay tapias y restos de la actividad económica de la década pasada, aquí la violencia y las ejecuciones de la delincuencia organizada han quedado atrás.

Es un hecho el repunte de este poblado fronterizo con Nuevo México, donde hace tres años sus habitantes se redujeron de 9 mil a 5 mil, y para subsistir los negocios sólo vendían refrescos y agua en la fila del cruce internacional con Columbus, Nuevo México.

Faltan aún cientos de empleos para quienes paulatinamente retornan a sus predios.

Puerto Palomas, municipio de Ascensión— Sin embargo, la vida nocturna de los fines de semana es el puntal económico y el principal atractivo para cientos de jóvenes que se trasladan desde Deming y Columbus, Nuevo México, para divertirse e ingerir bebidas embriagantes, lo que no pueden hacer en Estados Unidos por la restricción de edad.

Entre jueves y domingo una horda de estadunidenses invaden las calles del poblado y sus más de 12 antros y cervecerías.

El presidente seccional, Miguel Ángel Chacón Cervantes, advierte que incluso en la comunidad de Las Chepas, el punto de mayor cruce de migrantes en el norte del estado hasta antes de su destrucción en el 2006, ha resurgido la actividad agrícola luego de la perforación de un pozo para uso doméstico. Lo mismo sucede en Guadalupe Victoria, el bastión agrícola de la zona junto a la carretera.

Con la oleada de violencia en esta región del noroeste del estado, la trata de migrantes y su cruce hacia Nuevo México se redujo por brechas y poblaciones cercanas. Ya no es una de las actividades económicas predominantes.

“Los índices delictivos han bajado desde hace un año y medio que se registraron las últimas ejecuciones. Registramos riñas, pleitos familiares e infracciones de tránsito como lo más frecuente, y casi no se reportan robos”, explicó el funcionario.

Chacón Cervantes refirió que la baja en la delincuencia ha incrementado el tiempo de cruce por esta aduana hacia Estados Unidos.

Hace tres años las filas no superaban la media hora de espera. Ahora, los fines de semana, la línea puede alcanzar los límites del poblado y su tiempo de espera es hasta de dos horas.

Esto permite que el comercio aproveche el flujo para ofrecer su productos, y que los restaurantes de nueva cuenta abran sus puertas a los turistas.

El otro atractivo para los viajeros procedentes de Ascensión, Nuevo Casas Grandes y Janos es la carretera de acceso que fue ampliada hace un año y medio.

En la zona fueron rehabilitadas las dos comandancias de la policía municipal de Ascensión. Una en el crucero de la carretera Juárez-Nuevo Casas Grandes, y la segunda en el interior del poblado.

Entre ambas se cuenta una veintena de agentes.

No obstante la recuperación en materia de seguridad “nos faltan fuentes de empleo para los casi 3 mil habitantes que han retornado, y para la población flotante que ya retomó la confianza para invertir en negocios nuevos y remozados”, concluyó.

(El Diario/ A. Rebolledo y F. Méndez/ Enviados | 2013-08-05 | 23:32)

No hay comentarios:

Publicar un comentario