
Anne Marie Mergier
Anthony Feinstein, el mayor estudioso de los desórdenes psicológicos de
los corresponsales de guerra, viajó a México para analizar los problemas de los
reporteros que cubren la guerra de Calderón… Quedó impactado. Autor de dos
libros y muchos artículos al respecto, dice a Proceso
que nunca había visto tanto daño como aquí, donde los trabajadores de la
información viven en un inmenso desamparo emocional. “Mi impresión personal
–dice– es que las heridas psíquicas de 25% de los reporteros mexicanos
vulnerados por la violencia son mucho más profundas que las de los reporteros de
guerra.”
PARÍS.- “Los periodistas mexicanos que siguen haciendo su trabajo en medio de
una violencia cada vez más incontrolada viven un infierno y ese infierno puede
tener graves repercusiones en su equilibrio psicológico.
“Investigué y analicé estas repercusiones: son impactantes. Descubrí por un
lado un cuadro clínico de suma gravedad y, por otro, un nivel de resiliencia que
no percibí en ninguna otra parte”, dice Anthony Feinstein.
Añade: “Opté por hacer mi investigación en México porque los estragos de la
guerra contra el narcotráfico convirtieron a ese país en un arquetipo trágico a
escala mundial”.
Feinstein, nacido en Sudáfrica, estudió medicina en su país y se especializó
en psiquiatría en el Royal Free Hospital de Londres y en neuropsiquiatría en el
Instituto de Neurología Queen Square de Londres. Ahora es catedrático en la
Universidad de Toronto.
Si bien existen en México trabajos sobre el tema –cabe mencionar entre otros
los de Rogelio Flores Morales, coordinador del Centro de Documentación de
Proceso–, es la primera vez que un experto internacional
realiza una investigación clínica profunda sobre la situación psíquica de los
reporteros mexicanos.
(Extracto del reportaje que se publica esta semana en la revista
Proceso 1853, ya en circulación)
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