lunes, 21 de mayo de 2012

JESÚS QUIÑONEZ ACUSA AL PROCURADOR DE BAJA CALIFORNIA ROMMEL MORENO

Condenado como parte del CAF, Jesús Quiñónez declaró ante la corte de California en Estados Unidos que el procurador de Baja California, Rommel Moreno, le autorizó desde 2009 tener informantes que eran miembros del crimen organizado.


Del lado mexicano,  la PGJE no investiga a Ministeriales que colaboraron con el ex funcionario en sus actividades delictivas, ni da seguimiento a los casos.

Investigaciones ZETA
Jesús Quiñónez Márquez, ex director de Enlace Internacional de la Procuraduría del Estado de Baja California, se declaró culpable en California, Estados Unidos, por sus nexos con el crimen organizado.
Declaró y consta en actas, que el procurador del estado, Rommel Moreno Manjarrez, le autorizó contactarse con José Alfredo Nájera Gil y Rubén Darío Castro Pérez, ex ministeriales y servidores del Cártel Arellano Félix (CAF).

“Quiñónez asegura que él no ayudó activamente a Nájera Gil y Castro Pérez en sus actividades ilegales, pero que repetidamente les mintió en las conversaciones grabadas para obtener información sobre investigaciones pendientes.

“Para probar al gobierno la naturaleza autorizada de su relación con Nájera Gil, Quiñónez requiere el testimonio de Rommel Moreno Manjarrez, procurador de Baja California. Quiñónez sostiene que Moreno Manjarrez confirmará que ‘él solicitó el apoyo del Sr. Quiñónez,  para la investigación del homicidio de Rafael Fiambres Hernández en 2009, y que él expresamente autorizó a Quiñónez establecer una relación con y el uso de un Informante (ECF no.1383-1 at 4). Quiñónez asegura que Nájera Gil era un informante autorizado de la Procuraduría, y que Moreno Manjarrez es el único testigo que puede confirmar este hecho”.

La defensa de Quiñónez cita: “El 17 de enero de 2012, Moreno Manjarrez dijo que él no tenía intención de reunirse o ayudar a los abogados defensores del Sr. Quiñónez, siendo testigo en el juicio, pese a su declaración previa en la que confirmó que él autorizó al Sr. Quiñónez al uso de informantes”.

Esto se lee en los antecedentes de la orden donde el juez William Hayes negó a el ex Enlace de la Procuraduría, el recurso para apoyarse en el Tratado de Asistencia Legal Mutua (MLAT) para que el gobierno de Estados Unidos obligara al fiscal bajacaliforniano a rendir testimonio en su caso. Este procedimiento está fechado el 2 de febrero de 2012.

La justificación para negarse a citar a Moreno Manjarrez, fue que el recurso del MLAT es para facilitar la tarea del gobierno, y no está disponible para beneficio de particulares, como es el caso de Quiñónez.

El gobierno estadounidense decidió no llamar al hombre que encabeza la Procuraduría local, sin embargo, tampoco informó si el titular y/u otros empleados de la fiscalía bajacaliforniana están o no siendo investigados, dado a que la indagatoria continúa abierta.

Cambios en la acusación
El mismo documento describe los cambios de estrategias de la fiscalía.

29 de julio de 2011. Presentan cargos contra 43 delincuentes a los que acusan de participar en el crimen organizado y conspirar en extorsiones, “… asesinatos, planear, intentos, homicidios, planes para secuestrar, secuestros, robo; planes para robar, intento de robo, importación de sustancias controladas a los Estados Unidos desde México, planes para la importación de sustancias controladas a los Estados Unidos desde México, distribución de sustancias controladas, complot para distribuir sustancias controladas, lavado de dinero y planes para lavar dinero” (ECF No. 82 at 3-4).

28 de abril de 2011. “El jurado presentó una acusación de dos cargos que anuló la primera acusación (ECF No. 644). Esta segunda acusación señaló a los cuarenta y tres acusados del Cargo 1, con conspirar para realizar actividades del crimen organizado a través de la extorsión”, “… igual que en la primera acusación. La segunda acusación señaló a ciertos acusados, sin incluir a Quiñónez, en el Cargo 2, con conspirar para distribuir cocaína, marihuana y metanfetaminas”.

La segunda acusación refiere que Quiñónez, en sociedad con los agentes o ex agentes José Antonio Ortega Nuño, José Alejandro Flores Meza y Edgar López de Anda Dahir, “… usaron sus puestos dentro de la comunidad de procuración de justicia mexicana para obtener y diseminar información confidencial de las autoridades al FSO (Cártel de Fernando Sánchez Arellano), llevar a cabo detenciones de los rivales del FSO, obtener confesiones de miembros de organizaciones rivales para obtener inteligencia sobre esas organizaciones, sobornar a las autoridades judiciales y de procuración de justicia para asegurar la liberación de miembros del FSO que estaban detenidos; desviar la responsabilidad por actividades violentas del FSO a organizaciones rivales (tanto legalmente y en noticias generadas por la prensa), y obtener información de empleados de la Procuraduría para el uso del FSO, enfocándose a los agentes que actuaban en contra de los intereses de la Organización (ECF No. 644 at 6-7)”.

Boletín  y declaración de culpabilidad

El 15 de mayo de 2012,  la procuradora del Distrito Sureño de California, Laura E. Sufí informó a través de un comunicado que Quiñónez “… se declaró culpable de participar en una red de extorsión dentro de la Procuraduría de Baja California para ampliar la empresa criminal controlada por Fernando Sánchez Arellano”.

Y específicamente reconoció:

1. Haber ayudado a miembros del FSO (cártel de Fernando Sánchez Arellano) para evitar su detención y juicio, por un doble y/o dos homicidios que tuvieron lugar en Tijuana, México, el 25 de marzo de 2010.

2. Conspirar para lavar 13 millones de dólares a beneficio del CAF.
Jesús Quiñónez terminó declarándose culpable de delitos cometidos del lado mexicano, como parte de un procedimiento abreviado para obtener algún beneficio, cuyo arreglo por Ley no será informado públicamente.

A manera de conclusión, la fiscal anunció que ya habían sentenciado a 38 de los criminales incluidos en el expediente, mas no precisó quiénes fueron los siete detenidos adicionales.

Amado Villarreal Heredia, jefe del grupo delictivo desarticulado en este operativo, fue capturado en julio de 2011 en México y aún no ha sido extraditado.

Llamadas y cargosLos delitos admitidos por el ex operador de la Procuraduría se basan, entre otras cosas, en una serie de llamadas telefónicas, hechas públicas desde julio de 2010.

Para el tema de la implicación en muertes violentas, se enfocaron en dos hechos, ambos ocurridos el 25 de marzo: los asesinatos de Marisol Fuerte Aguiñón, y el doble homicidio de  Efraín Álvarez González y Abel Yetan González Esquer.

En el caso de la mujer baleada en el fraccionamiento El Lago, sobre Bulevar Insurgentes de Tijuana, se refieren dos contactos  telefónicos:
25 de marzo de 2010. “El acusado Jorge Alberto Ramírez Ponce informó al acusado José Alfredo Nájera Gil que ‘la dama’ (Marisol Fuerte Aguiñón) había sido localizada y que ‘habían cobrado su cheque’, es decir, que Aguiñón había sido asesinada”.

6 de junio de 2010. “El acusado, José Alfredo Nájera Gil, pidió a Jesús Quiñónez Márquez que lo ‘ayudara’ con la situación de ‘Gabby’, que, según Nájera, estaba siendo señalada por las autoridades mexicanas de haber asesinado a Marisol Fuerte Aguiñón, el 25 de marzo de 2010 en Tijuana”.

Respecto a los dos hombres asesinados en el taller Autoservicios Tovar, sobre Avenida Ermita, Delegación La Mesa de Tijuana, la declaración es la siguiente:

25 de marzo de 2010.  “El acusado Rubén Darío Castro Pérez giró instrucciones al acusado José Alfredo Nájera Gil para que contactara al acusado Jesús Quiñónez Márquez, y que Márquez hiciera crecer el rumor y que hiciera un enredo, para se viera que ‘ellos’ (Efraín Álvarez González y Abel Yotan González) eran los malandros”.

27 de marzo de 2010. “El acusado Jesús Quiñónez Márquez informó al acusado José Alfredo Nájera Gil que él (Márquez) había sido encomendado por el acusado Rubén Darío Castro Pérez para que los homicidios de Efraín Álvarez González y Abel Yotan González, parecieran haber sido cometidos por una organización rival”.

Sobre el dinero:
23 de marzo de 2010. “El acusado Jesús Quiñónez Márquez informó al acusado José Alfredo Nájera Gil que él (Márquez) estaba ‘esperando que las cosas mejoraran’ para que Nájera pudiera comprarle a él (Márquez) el apartamento, a lo cual Nájera respondió que habría ‘más dinero’, ‘las cosas iban a mejorar’, y que Márquez ‘no debía preocuparse’”.

27 de marzo de 2010. “El acusado José Alfredo Nájera Gil informó a Jesús Quiñónez Márquez que él confirmaría con el acusado Rubén Darío Castro Pérez que habría ‘motivación’, es decir, un pago en efectivo, si Márquez hacía parecer que los crímenes de Álvarez González y Abel Yotan González, habían sido cometidos por una organización rival”.

Congeladas investigaciones “retrasadas por Quiñónez”
Respecto al avance en la investigación de los homicidios en los que Jesús Quiñónez admitió participar y pervertir en el proceso, ZETA solicitó información a la Procuraduría del estado. La solicitud fue atendida con fecha 16 de mayo de 2012.

Del homicidio de Marisol Fuerte, el informe de la Unidad Orgánica de Homicidios Dolosos solo indica como avance que “se hace de su conocimiento que de la declaración de diversos testigos, la hoy occisa, en compañía de su esposo, de nombre Alejandro Rodríguez, se dedicaban a la distribución de la droga conocida como crystal en la colonia vista Alamar, y que la probable causa de su ejecución fue porque se estaban expandiendo a colonias de vendedores de droga contrarios. No se especifica para qué célula o cártel pertenecen”.

Esa es toda la información que proporcionan. No hablan de ningún “Gabby” (mencionado en la indagatoria de Estados Unidos)  como sospechoso.

Con referencia a las muertes de Efraín Álvarez González y Abel Yotam González Esquer, los únicos datos adicionales del expediente es que la primera víctima mencionada, traía un envoltorio de droga  en su mano derecha, y que en el asiento posterior de su auto localizaron una bolsa transparente de plástico que contenía polvo blanco, además de otra bolsa con una sustancia granulada.

Corrupción en  la PGJ
– Son ya muchos casos de corrupción al interior de la Procuraduría del Estado, algunos probados, empezando por Quiñónez, ¿qué está pasando?, se le preguntó al Subprocurador contra la Delincuencia Organizada en la Procuraduría General de Justicia del Estado de Baja California, Abel Galván Gallardo, quien admitió conocer el tema Quiñónez porque hace dos años “él era el visitador general y trabajaba en el compromiso de la depuración policiaca, con los exámenes de confianza, los toxicológicos y control del entorno personal”.

– ¿Y no se dieron cuenta del nivel de corrupción de la Procuraduría?, sobre todo en una jerarquía como la de Quiñónez…

“El tema Quiñónez fue una investigación de las autoridades de Estados Unidos, a raíz de su aseguramiento pedimos información, nos enviaron la carpeta y la usamos para iniciar el procedimiento para separarlo del cargo”.

Al momento de la entrevista, Galván comentó que en el mismo período, varios elementos ministeriales y municipales habían sido detenidos por las autoridades federales como parte de este trabajo de depuración coordinado. Se le recordó que muchos ya habían quedado libres:

“Efectivamente algunos han sido liberados, pero ya dentro de un proceso judicial en otras instancias, no por falta de voluntad, que existe en las procuradurías y las contralorías del país, pero si se da el caso de que quienes cometen delitos por medio de astucias jurídicas y cuestiones legales, obtienen el beneficio de la libertad”.

– Entonces, ¿no funcionan las contralorías y visitadurías?, ¿no garantizan? Ahí está el ejemplo de Quiñónez y otros que estaban ahí y no los detectaron,  ¿qué certeza pueden tener los ciudadanos de que en la Procuraduría hay una autodepuración?

“Hemos removido 164 mediante procedimiento donde no incluyen denuncias, sino procedimientos que se han instaurado de forma oficiosa por Contraloría Interna”.

– En el tema de Quiñónez, ¿él pasó esos exámenes de confianza?
“Tenía registrados todos positivos, no teníamos ningún record”.
– ¿Había denuncias en su contra?

“No teníamos ninguna denuncia, ni indicio que nos hubiera echo suponer iniciarle una investigación encubierta”.

– ¿Entonces los estudios de control y confianza no son confiables?

“Siempre han sido polémicos los alcances de los exámenes de confianza, por eso se hacen análisis a su entono personal, a su trabajo”.

– Ustedes dicen que revisaron el entorno personal de Quiñónez, y lo acusan de haber ayudado a lavar 13 millones de dólares…
“Pero es una acusación generalizada, todo, la empresa lavó ese dinero y él era parte de y los ayudó… en su patrimonio y sus inmuebles, no es el caso que lo haya hecho particularmente”.

– Los cargos que ya admitió indican que utilizó su cargo y su rango para hacer favores, todo se hizo dentro de la Procuraduría, ¿cómo es posible que no lo vieron?

“En su momento no teníamos ningún dato, si hubiera algún indicio, hubiéramos aperturado”.

–Desde julio de 2010 por las autoridades de Estados Unidos, Ustedes tenían antecedentes de su presunta intervención en por lo menos dos homicidios con tres muertos. ¿Por qué eso no está incluido en la indagatoria de los homicidios? ¿Están investigando a los ministeriales y al agente del Ministerio Público encargados de los casos en las fechas mencionadas?

“Los homicidios están en integración tenemos algunos avances, es un tema que se ventiló.

El elemento principal era el licenciado Quiñónez; él quedó cesado, y la averiguación abierta”.

– Pero es desde el año 2010, ¿la indagatoria incluye a los otros ministeriales involucrados?

 “Aquí el punto importante es que las actas están en integración, si estuvieran determinadas y se hubiera ejercitado acción penal para haber modificado la investigación, estaríamos hablando de un acto consumado. Entonces, aunque haya querido él desviar el rumbo de la investigación, no se vio reflejado porque la investigación está abierta”.
– Sin embargo, en el caso del homicidio de Marisol Fuerte, la indagatoria no contempla a ningún sospechoso, ni siquiera al de nombre “Gabby”, identificado en el expediente de la fiscalía de California. ¿Entonces Quiñónez sí pudo influir?

“Aunque la información no esté en un expediente, el propio policía trae información, pero está abierto”.

– ¿No pasó nada?

“La investigación está abierta”.

– ¿Los agentes presuntamente involucrados con Quiñónez siguen trabajando?

“Siguen trabajando y no se está investigando a ninguno, pero el expediente de Quiñónez sigue abierto y se retoma porque ya existe una sentencia donde se declara culpable, pero todo con su paso y conforme a derecho, incluso habrá que verificar si alguno de los presuntamente involucrados no están ya fuera de la institución”.

Por último, Abel Galván indicó que la información con la que se cuenta será revisada después de dos años de conocer los hechos. La justificación oficial es que la Procuraduría no puede actuar mientras no haya una sentencia de la autoridad responsable.

Más jefes de la PGJE señalados
Respecto a las acusaciones de Juan Sillas Rocha y Octavio Leal Hernández -criminales detenidos- en contra de otros funcionarios de alto rango en la Procuraduría, como el ex subprocurador contra la Delincuencia Organizada, Fermín Gómez, el ex jefe de Antisecuestros, Fernando Jáuregui, y el ex comandante de la Ministerial, Adán Velázquez, el licenciado Galván Gallardo informó que a los dos últimos, que aún están en la institución, sí los están investigando.

Y se apresuró a completar:

“Pero no significa que sean culpables, sino que la Contraloría apertura procedimiento por todas las denuncias, incluso las que se hacen a través de los medios de comunicación”.

También explicó que antes de ser nombrados jefes, ambos pasaron todos los exámenes de confianza, los cuales por procedimiento, les corresponde repetir este año; además, ya están enlistados para su segunda ronda de pruebas.

Recalcó que las acusaciones de la célula del “Sillas” en contra de este grupo de elementos de la Procuraduría es un asunto “que lleva tiempo arrastrándose”. Es decir, el caso ya tiene 2 años.

Pero advirtió:

“No quiero decir que sea el caso, pero los funcionarios con mando están de entrada, expuestos a que el narcotraficante o la persona que esté involucrada en delincuencia organizada pueda comentar. Pero, para que pueda proceder un tema, tiene que haber pruebas contundentes y objetivas. En este caso en un tema de la propia Federación y de SIEDO (Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada). Hemos estado en total coordinación, incluso desde mi llegada a esta Subprocuraduría, dándole transparencia y buenos oficios, es decir, qué necesitan del estado para que ellos en su momento, si es que existe un expediente, construyan objetivamente  una investigación y en su momento tener los resultados”.

Informó que hasta el momento ni la Procuraduría, ni los funcionarios en particular, han recibido llamadas, avisos o requerimientos de parte de la SIEDO que generen algún mandamiento de orden de presentación o citación para comparecer a la Ciudad de México.

– ¿La Procuraduría del Estado inició investigación?
“Vamos de la mano de la investigación de la Federación; insisto, fueron señalados en el ámbito federal y de ahí debe salir el desglose a la localidad, así está la Ley, el fuero común no puede procesar por asuntos de narcotráfico o relaciones con el crimen organizado”.

De tal suerte que si la SIEDO no investiga los señalamientos de elementos de la PGJE involucrados con narcotraficantes, la Procuraduría general de Justicia del Estado de Baja California tampoco avanzará en las remociones o absoluciones de sus funcionarios.

Actualmente, nada más en Tijuana la Procuraduría tiene abiertos diez expedientes administrativos relacionados con señalamientos de delincuentes que han acusado a funcionarios de esta institución de delitos federales, entre los cuales se encuentran los de Gómez Gómez, Jáuregui y Velázquez.

Casos que, por lo visto, permanecerán abiertos y sin movimiento alguno hasta que la federación trabaje con los expedientes en la Ciudad de México y presente “pruebas contundentes”  a favor o en contra de los funcionarios señalados de corrupción.

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