La última masacre ocurrió el domingo 13 de mayo en el estado de
Nuevo León. A eso de las 4:00 de la madrugada, sobre la Carretera Libre a
Reynosa, en el municipio de Cadereyta, fueron localizados 49 cuerpos acéfalos,
sin brazos ni piernas.
“No fueron víctimas en el lugar; fueron arrojados en el sitio. En
todos los casos y para complicar la identificación, ninguno de ellos se
encuentra con cabeza y también están mutilados de las extremidades superiores
como inferiores”, expuso en conferencia de prensa Jorge Domene Zambrano, vocero
de inseguridad en Nuevo León.
Tanto el gobierno federal como el de aquella entidad, se han visto
rebasados en la identificación de los cadáveres.
“Pensamos que probablemente pueden ser de alguna otra entidad de
la República; pudieran ser migrantes, no descartamos ninguna posibilidad en este
momento”, expresó Adrián de la Garza, procurador de Justicia del Estado de Nuevo
León.
Los torsos estaban en sendas bolsas de plástico color negro. Junto
a los cadáveres en descomposición desde hacía por lo menos 48 horas, había un
narcomensaje.
“Existe un común denominador en esos mensajes: se ataca a Los
Zetas o éstos defienden lo que ellos consideran su área de operaciones conocida
como plaza; en este año el nivel de confrontación con el Cártel de Sinaloa y del
Golfo se ha incrementado, ahora tenemos el punto de no retorno: sólo un grupo
quedará vivo”, emitió recientemente un elemento de la Agencia Antidrogas de los
Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés).
En los primeros cuatro meses del año, la guerra por la plaza
neolonesa que mantienen Los Zetas, el Cártel del Golfo y el Cártel de Sinaloa,
arrojó 650 ejecuciones más los 49 cuerpos localizados en mayo, por lo que al
menos 699 homicidios dolosos vinculados al crimen organizado han sucedido en
Nuevo León.
Un promedio de 3 mil 714 ejecuciones han ocurrido en esa entidad
federativa entre los años 2007 y 2012.
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