lunes, 20 de febrero de 2012

PALABRAS MAYORES: LUEGO NO DIGAN QUE NO SE LOS DIJE


Bécker García

La primera vez que el Gobierno del Nuevo Sonora tocó a las puertas de la Notaría 52, fue en la persona de Máximo Othón Zayas, quien quería comprar una casa y que la escrituraran de manera rápida, y para eso, dijo traer 2 millones de pesos en efectivo, de su jefe, un hombre ahora muy poderoso que si las cosas iban bien, les daría mucho trabajo. 


A pesar de ser cercano a un notario, Máximo ignoraba que la jurisdicción del notariado es municipal, salvo en aquellos municipios donde no existe alguno, entonces se vuelve jurisdiccional. La Notaría 52, no puede escriturar en Navojoa.

La segunda vez que se presentaron en la Notaría, lo hizo el ahora encargado del Despacho de la Procuraduría, Carlos Navarro Sugich, quien en tono molesto le increpó a Manjarrez Díaz, por el hecho de haber protocolizado un acta en el módulo 4P4, con la cual, Roberto Romero y Máximo Othón no pudieron obligar al Presidente y/o al Tesorero y/o al Secretario de dicho módulo a que se desistieran del juicio, por que en dicha acta, se establece que, desde esa fecha, para desistirse del juicio contra el Acueducto Independencia, debe de ser aprobado por la mayoría de los miembros. Es decir, si acaso el Gobierno de Sonora tenía intenciones de comprar a dos de tres dirigentes, ahora, tendría que hacerlo con más de cien. 

Manjarrez, hombre de carácter, subió el tono en la misma medida que Navarro gritaba y al final no pasó de simples amenazas del funcionario público, que por cierto luego se cumplieron.

Una semana más tarde, de la Dirección General de Notarías, llegaron con los oficios para revisar toda la documentación desde los inicios de la misma, hace 20 años. Y fue tal cual: cuando dijeron toda, fue toda.

En el desplegado publicado por Carlos Espinoza donde explica porqué le quitaron la patente de Notaría a Manjarrez Díaz, señala como uno de los puntos “graves”, que los libros cuentan con más de 400 folios. Es decir, la ley dice que los libros tienen que ser de 200 hojas, o, 400 páginas foliadas; la gravedad que aduce Espinoza, Director Jurídico del Gobierno de Sonora, es que, en algún caso donde alguna acta se hizo extensa, los libros tienen 402, 404 páginas en lugar de las citadas 400. ¿Gravísimo? ¿Lesivo para la Sociedad? ¿No estarán exagerando?

Cuando la Dirección de Notarías pretendió retirarle a Manjarrez la patente por vez primera, el también presidente del PRI Cajeme acudió a buscar al Secretario de Gobierno de ese entonces, Héctor Larios, quien le comentó que nada se podía hacer porque al Gobernador le habían vendido la idea de que justo por esa acta iban perdiendo judicialmente el caso del acueducto Independencia y no por una desaseada y pésima defensa legal, que permitió a los abogados del No al Novillo ganar una y otra instancia casi de calle.

Sin embargo, hombre enterado del teje y maneje de la real política donde aún existen reglas que se deben de respetar, sobre todo cuando un día estás arriba y al siguiente abajo, Larios prefirió que fuesen las leyes quienes dilucidaran el diferendo. Antes, trató de congraciar al Notario y le pidió una carta de desistimiento por el hecho fedatado, pero ni eso le alcanzo a sus Nuevos Enemigos para intentar crucificarlo.

En el Tribunal de los Contencioso, aceptaron la denuncia de Manjarrez Díaz, y ordenaron que, en tanto no se dictara sentencia, el Notario y su Notaría estaban a salvo de los actos del Gobierno y por lo tanto, podrían seguir laborando normalmente.

Sin embargo, el proceso de la escrituración no termina cuando el amanuense escribe en sus libros, sino, luego de este proceso, para que el documento sea válido, debe de enviar una copia certificada al Registro Público de la Propiedad, pagar impuestos y al mismo tiempo pagar la inscripción del mismo; durante meses y a pesar de ser ilegal, la encargada en Cajeme de esa dependencia, se negó a certificarle nada a la Notaría 52 con lo cual, los clientes emigraron hacía otras notarías.

El juicio fue avanzando y, se preveía que para diciembre o principios de enero se diera una solución definitiva y favorable para Manjarrez Díaz, porque las acusaciones ni son graves, y también están mal sustentadas.

Sin embargo, la estructura del Gabinete sonorense cambió a inicios de este año, y, si bien es cierto que en su artículo 1 de la ley que lo rige, se dice que el Tribunal es autónomo, en realidad al Magistrado lo nombra directamente el Ejecutivo cuando toma posesión (por tanto a éste se debe) o cuando así lo decida y, habiendo nuevo Secretario de Gobierno, las relaciones cambiaron.

Por eso el viernes 10 de febrero, cuando se dictó el fallo en contra de Manjarrez, quienes primero lo supieron fue en esa Secretaría de Gobierno, y para el lunes, antes de que se publicara siquiera en los estrados, la Dirección de Notarías estaba en la oficina de Manjarrez pretendiendo cerrarla y por eso mismo, al siguiente viernes, es decir el 17 de febrero, a las oficinas de la Notaría 52 llegaron cientos de Policías Estatales junto con el Ministerio Público del Juzgado local 4to, y a pesar de enseñarles un amparo que les impedía hacerlo, pasaron por encima de actuarios federales y saquearon la oficina de Manjarrez Díaz, llevándose sellos y los documentos.

Esto no es un acto menor, sino el inicio de una serie de acciones ilegales y represivas que se vendrán en este Nuevo Sonora, donde los que se creen dueños del guante, del bat y de las pelotas, pasaran por encima de quien se les ponga enfrente: ya lo hicieron con el Novillo, con la Justicia Federal, con la UNISON, con Cajeme, con el equipo de béisbol Yaquis, con los mineros, con Josefina Vázquez Mota, con el Notario 52 y mañana, si se ponen las cosas, entrarán a nuestras casas con su patente de corzo nada más para ver que se les antoja, que al cabos para eso, los señores ganaron las eleciones en el 2009.

Luego no digan que no se los dije


Gracias

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