lunes, 20 de febrero de 2012

EL ENGAÑO DE TONY AGÚNDEZ


Saúl González Núñez, Carlos de Jesús Jiménez Pérez, Gerardo Vázquez Alatriste y Román Martínez Marín, fueron mencionados por el alcalde como posibles relevos del director de Seguridad Pública, Policía Preventiva y Tránsito Municipal de Los Cabos. 

Al menos tres de ellos declararon a este Semanario que “eran mentiras de Tony que hayamos elaborado el examen de control y confianza en el Centro de Investigación y de Seguridad Nacional”.

Gerardo Zúñiga Pacheco
Como si se tratara de una herencia familiar, José Antonio Agúndez Montaño recurre al engaño para sostener en el cargo al recomendado y amigo de su hermano Narciso, Lenin Giovanni Rodríguez Aguilar, director de Seguridad Pública, Policía Preventiva y Tránsito Municipal de Los Cabos.

Como en su momento lo hizo su consanguíneo, el hoy indiciado ex gobernador de Baja California Sur, el alcalde de extracción perredista afirmó que el jefe policiaco “ya había presentado su renuncia por motivos personales” y únicamente estaba a la espera de los resultados del examen de control y confianza, presentado en el Centro de Investigación y de Seguridad Nacional (CISEN) por la terna de candidatos a suceder a Lenin, de los cuales saldría el nuevo director en una sesión de Cabildo, donde se discutiría y votarían las propuestas, entre las que se encuentran:

1. Saúl González Núñez, ex comisionado de la Dirección de Seguridad Pública, Policía Preventiva y Tránsito Municipal de La Paz.

2. Carlos de Jesús Jiménez Pérez, ex director de la Policía Ministerial del estado.

3. Gerardo Vázquez Alatriste, ex coordinador general de Investigaciones de la Procuraduría General de la República (PGR) y ex delegado de la misma en Sonora.

4. Román Martínez Marín, ex militar y actual jefe operativo de la Dirección de Seguridad Pública, Policía Preventiva y Tránsito Municipal de Los Cabos.

Sin embargo, una investigación de ZETA arrojó que la versión del alcalde de Los Cabos, es una tomada de pelo a la sociedad, encaminada a tratar de ganar tiempo y mantener en el puesto -lo más que se pueda- a Lenin Rodríguez Aguilar, con la venia del Cabildo en pleno.

Y es que resulta que José Antonio Agúndez Montaño nunca habló personalmente con los supuestos candidatos a suceder a su jefe policiaco, tres de los cuales confesaron a este Semanario que “eran mentiras de Tony que hayamos elaborado el examen de control y confianza en el Centro de Investigación y de Seguridad Nacional”.

— ¿No han hecho los exámenes?
“No, ni siquiera hemos tenido contacto con él. Yo me enteré por los medios de comunicación que había ventilado mi nombre en la terna de los candidatos a remplazar a Lenin, sin embargo, hasta ahorita y hasta este momento, no he tenido contacto con Tony; es más, nunca me han hablado ni de su parte”.

La explicación de uno de los supuestos candidatos coincide con la de otro, de que el alcalde de Los Cabos recurrió al engaño y utilizó algunos nombres que se ventilaron en la terna, sólo para distraer a la sociedad y generar un ambiente de que su jefe policiaco ya se iba.

“Ya se va, ya se va, ya se va. Así se la paso (Lenin) desde que reprobó el examen en agosto y todavía tuvo la desfachatez de declarar públicamente que sólo estaba esperando los resultados del examen de control y confianza del CISEN para tomar la decisión, y hasta se aventó la puntada de que se estaban tardando, porque el organismo tenía mucho trabajo evaluando a los policías de todos los estados”, dijo otro de los presuntos candidatos.

Nada de eso sucedió. Otro de los entrevistados por ZETA expuso que en su caso, tampoco fue contactado ni por teléfono, ni personalmente: 

“Estamos en la misma situación que los otros dos candidatos, a mí tampoco me hablaron, y me extrañó mucho que sacaran mi nombre como posible candidato. A mí nadie me preguntó si quería o no ser director de la Policía en Los Cabos, de repente me vi en los medios, y hasta me quedé con la duda: ¿Y quién es el interesado de que se esté ventilando mi nombre en los medios?”.

Los tres entrevistados -que prefirieron no se publicara su nombre para no generar más polémica- coincidieron en señalar que la terna del Tony Agúndez fue sacada de la manga con la posible intención de descompresionar un poco la imposición social y de los gobiernos estatal y federal, al enterarse que Lenin Rodríguez Aguilar reprobó, el 6 de agosto de 2011, el examen de control y confianza elaborado en el CISEN, lo que se tradujo a que fuera considerado como “un funcionario no confiable y apto para desempeñar el cargo”, tal y como lo describió una comisión de ocho de los once regidores en los resultados de evaluación del trabajo desempeñado por el jefe policiaco y otros siete directores generales del Ayuntamiento local, quienes simple y sencillamente “no dieron el ancho”.

La incompetencia
 Pero ni todas estas argucias y mentiras del alcalde de Los Cabos valieron, porque el miércoles 15 de febrero, regidores de los partidos Revolucionario Institucional (PRI), Acción Nacional (PAN) y de la Revolución Democrática (PRD), finalmente lograron sentar a José Antonio Agúndez en una sesión de Cabildo para exigirle la salida de Lenin Rodríguez Aguilar y de otros directores generales del Ayuntamiento local.

Los regidores fueron bastante complacientes con el edil cabeño porque, de los 90 días que habían dado de periodo de gracia para evaluar y revisar el desempeño del ex secretario estatal de Seguridad Pública -y que protegió a Tony Agúndez en medio de protestas de irregularidades, cuando recogió su constancia de mayoría-, se extendió a casi 300 días.

El alcalde incumplió desde entonces su promesa de campaña de someter a revisión a revisión periódica el trabajo desempeñado por los principales integrantes de su gabinete en los primeros tres meses de la XI administración.

Todo esto fue exhibido por ocho de los once regidores, quienes, molestos por la actitud y soberbia de Agúndez respecto a la revisión del desempeño de sus colaboradores tuvieron que elaborar una evaluación propia, en virtud de que el alcalde no hizo nada. Los resultados se entregaron hace dos meses y los pusieron en su escritorio.

Inclusive, regidores del propio PRD, como Julio César Castro, revisaron el trabajo de los funcionarios de José Antonio Agúndez Montaño, concluyendo que éstos “eran incompetentes y nos estaban aptos para desempeñar el cargo”.

Ellos son:

1. Guillermo Rosas Marrón, secretario general del Ayuntamiento.

2. Edilberto Graciano Chávez, oficial mayor.

3. Lenin Giovanni Rodríguez Aguilar, comisionado de la Dirección de Seguridad Pública, Policía Preventiva y Tránsito Municipal.

4. Joel Abaroa Delgado, director municipal de Turismo.

5. David Green Moreno, director municipal de Atención Ciudadana.

6. Óscar Graciano Beltrán, director de Transporte Municipal.

7. Susana Burgoin Amézquita, directora de Ingresos de la Tesorería Municipal.

8. Ernesto Segismundo Corales, jefe de Inspección Fiscal.

Todos prácticamente reprobados, y su permanencia pende de un hilo ahora que los regidores lograron sentar al alcalde de Los Cabos en la mesa de los acusados.

Definitivo: Lenin se va
En la sesión de Cabildo del 15 de febrero -y una vez pasados los festejos del Día del Amor y la Amistad-, los regidores del PRI, PAN y PRD se fueron con todo y presionaron a tal grado de que la salida de Lenin Rodríguez Aguilar es definitiva: Se va.

Hoy se sabe que el propio jefe policiaco citó a todos los policías a las oficinas de la Dirección de Seguridad Pública, Policía Preventiva y Transito Municipal de Los Cabos, y en el cambio de turno que comúnmente se realiza a las cinco de la tarde -y que por esa ocasión fue a las cuatro-, agradeció su apoyo y lealtad “en todo este tiempo que me desempeñé como comisionado de este cuerpo de seguridad”, les dijo.

Serio y visiblemente conmocionado, el jefe policiaco adelantó que dejaría el cargo porque tenía otros proyectos personales, y se puso a sus órdenes “por cualquier cosa que se ofrezca y necesiten, tienen en mí un aliado y un amigo”.

Los policías no lo podían creer y, después de la reunión, vacilaron entre ellos sobre la salida de Lenin, que fue objeto de burlas y bromas, y hasta al alcalde le tocó.

Mientras el comisionado de la Policía Municipal de Los Cabos se despedía, en el seno del Cabildo se discutía el nombre del sucesor de Lenin Rodríguez Aguilar, aunque, casual y extrañamente, no se ventiló el nombre de alguno de los cuatro candidatos a sucederlo que figuraron en la promocionada terna de Tony Agúndez.

El nombre expuesto para remplazar al jefe policiaco fue el de Jesús Roberto Chalico Silva, ex jefe de la Policía Federal Preventiva en Los Cabos, y uno de los principales aliados del agundismo pernicioso en su época dorada.

Los regidores en Cabildo prácticamente “le dieron las gracias a Lenin”, y en su lugar nombraron provisionalmente, y como encargado de la Policía Municipal, a Román Martínez Marín, director operativo de esa corporación en el municipio de Los Cabos.

Entre otros argumentos que los regidores esgrimieron sobre el caso de Lenin, según su versión, “no habían estado aterrizando los recursos del Subsidio para la Seguridad Pública de los Municipios (SUBSEMUN), ya que el director no estaba certificado”, y quien se estaba convirtiendo -lo explicaron- en un estorbo para poder bajar los 10 millones de pesos de este programa federal, urgentes y necesarios, en vísperas de la cumbre del G20 en Los Cabos; y donde el 19 y 20 de febrero, habrá la primera reunión previa entre cancilleres, donde se espera la participación de la secretaria de Estado norteamericano, Hilary Clinton.

El nombramiento del sucesor de Lenin quedó en suspenso, ya que la mayoría de los regidores, como el luisarmandista, Víctor Ortegón Góngora, solicitaron aplazar la decisión del relevo hasta el 20 de febrero, como una medida para examinar su currículum e investigar los antecedentes de “Chalico”, porque “hay información de que cuando estuvo al frente de la Policía Federal Preventiva, tuvo mucha relación con Narciso Agúndez, César Uzcanga y Tony Agúndez, e incluso hubo conatos de violencia entre federales y municipales, quienes en estado de ebriedad –los federales- golpearon a los municipales el 18 de agosto de 2008 en un baile en la comunidad de La Veredas, donde hubo hasta disparos, todo esto como respuesta a la falta de control y liderazgo del entonces comandante”.

“Chalico”, como se le conoce, había llegado a Los Cabos en 2007, después de haber sido relevado de su cargo y concentrado en la Ciudad de México, cuando se desempeñó como jefe de la Policía Federal Preventiva en Cancún, Quintana Roo, donde en sinnúmero de ocasiones hubo cambio por la corrupción que permeaba en los agentes asignados al Aeropuerto Internacional de aquel destino de playa.

El inspector de la Preventiva, José Antonio Rodríguez Palomino, confirmó en aquel entonces que el comandante “Chalico” había sido concentrado en el capital del país tras una destitución masiva de policías federales anunciada por el secretario de Seguridad Pública federal, Genaro García Luna, donde en un afán de esconder la información de lo que había pasado, y al ser cuestionado por reporteros de aquella población, se limitó a decir: 

“Sé lo mismo que ustedes”.

Las dudas quedaron, sobre todo, porque cuando reporteros lograron establecer comunicación con el comandante, éste dijo andar en Chetumal, preparando su cambio, cuando ya tenía 30 días de haber sido concentrado en México,  según explicaron periodistas de aquella entidad a ZETA.

No hay comentarios:

Publicar un comentario