TLACOTEPEC, Gro. (proceso.com.mx).- Víctor Manuel es un joven de 25 años conocido como El Gordo,
padece de sus facultades mentales a consecuencia de un golpe en la
cabeza y fue abandonado desde el miércoles 31 de julio en el poblado de
Ixtayotla, cuando 36 familias huyeron del lugar por la narcoviolencia.
La abuela de El Gordo
salió despavorida dejando todo. Nadie le pudo ayudar a cargar con su
nieto de frágil complexión y articulaciones atrofiadas, quien se quedó
ahí, solo, en una precaria vivienda de adobe y techo de palma, sin saber
qué pasaba.
La mujer de casi 80 años tuvo que caminar dos horas
para llegar a Huautla, donde se refugiaron más de 500 desplazados
provenientes de 13 poblados de los municipios de General Heliodoro
Castillo, San Miguel Totolapan y Apaxtla de Castrejón.
Tres días
después, Florentino Soto Basave regresó a Ixtayotla. El pueblo está
desolado: las tierras de cultivo y viviendas, abandonadas, y sobre las
polvorientas calles sólo deambulan animales domésticos.
Dentro de una de las casas está El Gordo sentado en el piso frente a la tranca de un corral con la mirada extraviada.
Enseguida,
don Florentino se dirige a la cocina donde apenas colocaron un fogón
ecológico de los que promueve la Cruzada contra el Hambre, saca un
puñado de galletas que estaban en una olla de barro y se las lleva al
joven que las desmorona con las manos y las devora.
Luego, Florentino le lleva una taza de agua y El Gordo la bebe de golpe, balbucea y dibuja una sonrisa que le ilumina el rostro.
El Gordo
lleva tres días sin probar bocado y su desesperación sintetiza la
angustia de casi un millar de personas de tres municipios que dejaron
sus hogares porque desde hace dos semanas un grupo delincuencial se ha
dedicado a sembrar el terror en esta zona.
Este sábado, este medio
recorrió seis comunidades del municipio de General Heliodoro Castillo
ubicadas en la parte baja de la zona serrana donde constató que el miedo
y la desolación están impregnados en los campos y viviendas de Huautla,
El Capire, El Órgano, Ixtayotla, Amacahuite y Tetela del Río.
Los
sujetos armados “vienen barriendo la Sierra” desde la parte baja de los
municipios de San Miguel Totolapan y Apaxtla de Castrejón, y se dirigen
a la zona alta donde se encuentran las comunidades de General Heliodoro
Castillo que se caracterizan por la siembra de enervantes, relatan los
desplazados.
Por ello, el grupo armado que viste uniformes
camuflajeados y son conocidos como Los Pintos, están asesinando y
desapareciendo hombres; quemando viviendas y expulsando a personas de
las comunidades que se niegan a colaborar con ellos, indicaron.
Al
respecto, don Florentino Soto advierte que mientras las autoridades
gubernamentales no garanticen la seguridad en la zona, difícilmente los
desplazados van a regresar a sus comunidades.
“Nosotros no
queremos andar de arrimados en otros poblados. No tenemos dinero para
quedarnos en otro lugar, por eso nos duele dejar abandonadas nuestras
casas, las tierras de labor y nuestros animales”, afirmó el campesino
frente a su casa en Ixtayotla.
A pesar de que soldados y policías
estatales hacen recorridos en la zona, el grupo de desplazados que se
encuentra en Huautla y Tlacotepec se resiste a regresar a sus hogares
argumentando que la presencia policial y castrense no será permanente.
Los
desplazados temen que en cuanto los gobiernos federal y estatal retiren
la seguridad de esta zona, los delincuentes vuelvan para embestir a los
ciudadanos y seguir dejando su estela fúnebre.
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