EL
PERICÓN, Tecoanapa, Gro. (apro).- El gobernador Ángel Aguirre admitió
que fue rebasado por la protesta que realizan integrantes de la guardia
comunitaria de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de
Guerrero (UPOEG), y por ello planteó una reunión para este martes 6 con
autoridades federales.
En ese encuentro se discutiría el tema de
los operativos de desarme que lleva a cabo el Ejército en contra de los
grupos de autodefensa que operan con el apoyo del gobierno estatal.
Cerca
de las 21:00 horas, Aguirre Rivero planteó vía telefónica su propuesta
al dirigente de la UPOEG, Bruno Plácido Valerio, en momentos en que éste
se encontraba en la escuela telesecundaria Juan Escutia de este
poblado, frente a un grupo de militares que se encuentran retenidos
desde la mañana, cuando detuvieron y desarmaron a cinco comunitarios.
Hasta
el cierre de la edición, los miembros de la UPOEG concentrados en este
lugar deliberaban si continúan con los bloqueos que mantienen desde hace
12 horas sobre la carretera interestatal que conecta la región Centro
con la Costa Chica, así como el de la carretera federal México-Acapulco,
a la altura del poblado de Xaltianguis.
Ello debido a que cerca
de las ocho de la mañana los soldados detuvieron en un retén, instalado
en El Pericón, a cinco miembros del grupo de autodefensa y les
decomisaron igual número de armas de grueso calibre: una
subametralladora tipo Uzi y cuatro pistolas calibre .45 y .9 milímetros.
Los guardias comunitarios desarmados eran encabezados por Gerardo Telefor, El Comandante Garza,
quien también fue detenido y liberado una hora después, luego de que
los pobladores de este lugar se organizaron bloqueando las entradas y
salidas del poblado a la altura de los cruceros de Las Cruces y Las
Ánimas y de esta forma cercaron a los militares.
Algunos pobladores narraron a Apro
que desde hace dos meses el Ejército instaló un campamento en una zona
arqueológica, en el poblado de El Pericón, y que en este lugar convivían
con civiles armados que portaban uniformes negros.
Incluso,
señalaron que en el momento en que los militares fueron cercados por la
población que se manifestó sin armas, al menos dos hombres que portaban
playeras negras huyeron a pie del campamento militar, en tanto que los
soldados se agruparon y encañonaron a los civiles.
Enseguida, los
pobladores descubrieron un presunto puesto de tortura en el campamento
militar: un cable atado a un árbol y rastros de que en ese punto
personas habrían sido sometidas a tormentos.
Por ello, los
miembros de la UPOEG exigieron la entrega del armamento decomisado a sus
guardias comunitarios que se dirigían a una reunión regional en Tierra
Colorada y exigieron que se investigue al capitán identificado sólo como
“Bron”, quien fue acusado de brindar protección a delincuentes.
Al
respecto, el dirigente de la UPOEG, Bruno Plácido Valerio, señaló que
el Ejército viola un acuerdo que se suscribió la semana pasada entre
autoridades y el grupo de autodefensa.
Ese pacto plantea el
respeto del Ejército, Marina y policías de los tres niveles al brazo
armado de la UPOEG, denominado Sistema de Seguridad y Justicia
Ciudadana.
Hasta las 21:30, el bloqueo carretero se mantenía
extendiéndose a los municipios de Juan R. Escudero, Tecoanapa Ayutla y
Cruz Grande, situación que ha colapsado esta importante ruta de
comunicación de la región de la Costa Chica.
Asimismo, integrantes
de autodefensa de la UPOEG en Xaltianguis bloquearon desde las 16:40 la
carretera México-Acapulco, donde tienen retenido a un grupo de la
policía estatal que se desplazaba en dos patrullas. El poblado está
ubicado a 50 kilómetros al norte del principal destino turístico de la
entidad.
En tanto que militares y guardias comunitarios armados
con escopetas y pistolas se mantienen frente a frente, generando un
ambiente de tensa calma.
/ 5 de agosto de 2013)
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