EL PERICÓN, Tecoanapa, Gro. (proceso.com.mx).- Integrantes
del grupo de autodefensa de la Unión de Pueblos y Organizaciones del
Estado de Guerrero (UPOEG), decidieron retener a una comisión de
funcionarios federales y estatales encabezados por el sobrino y asesor
externo del gobernador Ángel Aguirre Rivero, Ernesto Aguirre Gutiérrez y
el secretario de Gobierno, Jesús Martínez Garnelo, que acudieron a este
poblado para intentar destrabar el conflicto generado ayer por el
Ejército porque detuvo y decomisó armas a cinco guardias comunitarios.
También, los manifestantes reanudaron el bloqueo sobre la carretera
interestatal que conecta la región Centro con la Costa Chica y mantienen
retenidos a medio centenar de soldados adscritos al 48 Batallón de
Infantería con sede en Cruz Grande, cabecera municipal de Florencio
Villarreal.
Este hecho exhibió la falta de oficio político para destrabar los
conflictos sociales que han caracterizado a la administración de Aguirre
y que, en el caso de la protesta de la UPOEG, ha provocado la retención
de medio centenar de militares y seis funcionarios estatales y
federales.
Por su parte, integrantes de la guardia comunitaria de la
Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC), bloquearon
desde la mañana la misma vía de la región de Costa Chica pero a la
altura del municipio de Ayutla de los Libres, también en demanda de
respeto a sus policías comunitarios.
De esta forma, los dos principales grupos de autodefensa surgidos en
la región de la Costa Chica y que se han extendido a cinco de siete
regiones de la entidad bajo el auspicio del gobierno de Aguirre, tienen
en jaque a las autoridades gubernamentales.
A las 17:20 horas arribó al poblado de El Pericón, municipio de
Tecoanapa, una comisión negociadora integrada por el sobrino del
mandatario; su secretario de Gobierno; el procurador de Justicia en la
entidad, Iñaki Banco Cabrera, así como el delegado de la Secretaría de
Gobernación, Juan Salgado Brito y el delegado de la Procuraduría General
de la República (PGR), Salvador Anaya del Carmen.
La presencia de autoridades gubernamentales se dio a más de un día de
que estalló el conflicto y luego de que el gobernador Aguirre se
declaró rebasado por este problema generado por los operativos del
Ejército y la Marina en contra de los grupos de autodefensa.
Enseguida se realizó una asamblea en la explanada de la escuela
telesecundaria Juan Escutia de este poblado donde los integrantes de la
UPOEG se enfocaron en exigir el regreso de las armas decomisadas por el
Ejército y el respeto a la guardia comunitaria.
“No es posible que el gobierno proteja a los criminales y ataque a la
población en lugar de combatir a la delincuencia”, dijo una mujer.
En cascada se dieron una serie de testimonios en contra de
autoridades de los tres niveles de gobierno que reprocharon la criminal
omisión e indolencia que han asumido frente a la ola de violencia que se
vive en la entidad.
En respuesta, el secretario de Gobierno, Jesús Martínez, se desvivió
en elogiar la política de su jefe, el gobernador Aguirre y propuso
instalar una mesa de negociación con los inconformes para los próximos
días.
Sobre la petición del regreso del armamento de los guardias
comunitarios de la UPOEG, el funcionario estatal se deslindó del asunto
con el argumento de que se trata de un asunto federal porque el Ejército
ya puso a disposición del Ministerio Público federal las armas.
Martínez Garnelo rechazó asumir el compromiso de regresar las armas a
los manifestantes y dijo que este tema lo van a negociar con el
gobierno federal para destrabar el conflicto.
La postura de los integrantes de la comisión negociadora molestó a
los manifestantes, quienes se quedaron a deliberar en la cancha del
plantel escolar.
Por su parte, los seis funcionarios federales y estatales solicitaron
que les dieran de comer arguyendo que la carga laboral les había
impedido probar alimento.
El dirigente de la UPOEG, Bruno Plácido Valerio, dirigió a los
funcionarios a una precaria aula donde les llevaron caldo rojo de res y
durante el trayecto, el sobrino del gobernador Aguirre le advirtió al
activista indígena: “¡No se vayan a pasar, no se vayan a pasar!”, en
referencia a las expresiones de molestia de los pobladores y la amenaza
de ser retenidos.
Otros dirigentes de la UPOEG trataron de calmar los ánimos de los
manifestantes pero fueron rebasados por los inconformes, quienes a las
18:30 horas, aproximadamente, determinaron volver a bloquear la vía que
habían liberado esta mañana y retener a los seis funcionarios federales y
estatales, así como a los soldados que mantienen retenidos desde ayer.
/6 de agosto de 2013)
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