CHIHUAHUA,
Chih. (apro).- Hoy fueron entregados a sus madres los restos de Brenda
Berenice Castillo García, Marisela Ávila Hernández y Yanira Fraire
Jáquez, un año y tres meses después de haber sido encontradas en el
Valle de Juárez.
La identificación de los restos la logró el
laboratorio BODE Technology, a donde la Fiscalía General del Estado
envió 10 muestras genéticas. Se confirmó que nueve corresponden a
mujeres, y en el otro no se logró obtener el perfil genético.
Además
de los restos identificados, el laboratorio confirmó los resultados que
la Fiscalía había obtenido en otros casos: Idaly Juache Laguna, Jésica
Terrazas, Jéssica Leticia Peña García, María Guadalupe Pérez Montes,
Lizbeth Avilés y Virginia Elizabeth Domínguez, respectivamente.
La polémica
Durante
la difusión de los resultados, realizada hoy, las familias de Idaly y
de María Guadalupe rechazaron de nuevo los dictámenes, y volvieron a
pedir que sea un grupo de antropólogas argentinas el que realice las
pruebas. Norma Laguna, mamá de Idaly, aseguró: “No estamos conformes con
esos resultados. Nosotros pedimos que sean las antropólogas argentinas
porque no confiamos en ellos”.
El personal de la Dirección de
Servicios Periciales de la Fiscalía Zona Norte citó entre el sábado
y hoy a las familias para explicarles que, de acuerdo con estudios de
genetistas y de antropólogos los restos corresponden a las tres jóvenes,
informó Cecilia Espinosa, abogada coadyuvante de las familias de tres
víctimas. “Esa es una línea de investigación que no se agota con la
entrega de los restos”, dijo.
Bertha Alicia Castillo García, madre
de Brenda Berenice, permaneció tranquila. Apoyada por su esposo y
hermana pidió explicación sobre la nula investigación del caso de su
hija, quien fue vista en un canal de televisión en Estados Unidos desde
2009, año en que desapareció.
La Red Mesa de Mujeres estará
pendiente hoy de que las autoridades cumplan todos los procedimientos
para entregar los restos y de que se integre bien la carpeta de
investigación, ahora por el delito de feminicidio.
Los cuerpos de
las tres jóvenes identificadas hoy fueron encontrados el 28 de febrero
del 2012 en el Arroyo del Navajo en el Valle de Juárez, Chihuahua.
Marisela
Ávila Hernández desapareció el 18 de marzo de 2009, a los 22 años;
Yanira Fraire Jáquez tenía 15 años y desapareció en junio de 2010, y
Brenda Berenice también desapareció en 2009.
Los resultados oficiales
“El doctor Charles H. Brenner, consultor y experto en matemáticas forenses en California y creador del software DNA-VIEW,
determinó que son correctos los resultados obtenidos por la Dirección
de Servicios Periciales y Ciencias Forenses en el proceso de
identificación de Idaly Juache Laguna, Jéssica Leticia Peña García y
María Guadalupe Pérez Montes. Los restos óseos fueron encontrados en el
Arroyo del Navajo en enero de 2012”, presume en un comunicado la
Fiscalía General del Estado.
Informa además que especialistas en
genética forense del laboratorio BODE Technology, ubicado en Lorton,
Virginia –el laboratorio no gubernamental más grande del mundo, que
brinda servicios a diversos países y al sector de procuración de
justicia en Estados Unidos– validaron los resultados obtenidos en el
proceso de identificación y cotejo genético de otros restos óseos
también localizados en el Arroyo del Navajo en enero del año pasado. Los
resultados de BODE Technology fueron: 1. Idaly Juache Laguna (se
confirma identidad); 2. María Guadalupe Pérez Montes (se confirma
identidad); 3. Marisela Ávila Hernández (nuevo perfil genético detectado
por laboratorio); 4. Yanira Fraire Jáquez (nuevo perfil genético
detectado por laboratorio); 5. Brenda Berenice Castillo (nuevo perfil
genético detectado por laboratorio); 6. Jésica Terrazas Ortega (habían
entregado restos y detectaron más); 7. Jéssica Leticia Peña García
(confirmaron identidad); 8. Lizbeth Avilés García (se confirma su
identidad); 9. Virginia Elizabeth Domínguez (se perdió en marzo de 2013 y
se confirma identidad); 10. Un perfil genético que no arroja
coincidencias con la base de datos de familiares que buscan personas
desaparecidas.
De los seis rastreos efectuados por la Fiscalía
Especializada en Atención a Mujeres Víctimas del Delito por Razones de
Género en el Arroyo del Navajo, en el Valle de Juárez –iniciados el 24
de enero del 2012– han localizado 67 elementos óseos asociados en 26
grupos, aún en proceso de identificación genética.
“Los restos
fueron encontrados en condiciones adversas por factores ambientales
extremos que han impedido la obtención del perfil genético completo por
factores como la degradación del ADN ante la exposición prolongada en la
zona de localización o bien porque las mismas impurezas que acompañan a
la muestra inhiben los procesos analíticos propios del área forense”,
justifica la Fiscalía.
Además de los 10 perfiles mencionados, la
fiscalía informó que han entregado otros cinco cuerpos, de los
restos encontrados en Arroyo Navajo: Andrea Guerrero Venzo, Deysi
Ramírez Muñoz, Beatriz Alejandra Hernández Trejo, Perla Ivonne Aguirre
González y Jazmín Tailen Celis Murillo.
Nula investigación
Brenda
Berenice Castillo García desapareció del centro de la ciudad de
Chihuahua el 6 de enero de 2009, a los 17 años, cuando iba a buscar
trabajo.
Anoche, Bertha, su madre, estaba tranquila pero
indignada: “Van a entregar los restos de mi hija. Dicen que es 100%
seguro que es ella. A ver, a ver mañana, a ver qué me dicen, qué me
explican, no sé… Dijeron que la encontraron en el Valle de Juárez,
tienen que explicarme qué pasó”, dijo con frases cortas la mujer que
recorrió la ciudad, carreteras, poblados y oficinas durante más de
cuatro años en busca de su hija, como le enseñó Marisela Escobedo Ortiz.
Apenas
el 15 de enero pasado la Procuraduría General de la República
(PGR) atrajo el caso de Brenda Berenice para buscarla en Estados Unidos,
ya que fue vista por televisión en el programa José Luis sin censura, en Los Ángeles, y el peritaje del video resultó positivo.
Brenda Berenice fue vista en la audiencia de ese talk show
por una prima, en el episodio “Historias calientes de hotel”, grabado
en Los Ángeles desde 2009, meses después de que la joven desapareciera
del centro de la ciudad.
El contenido del programa era sobre
infidelidades grabadas, y para la familia resultaba extraño que Brenda
Berenice hubiera pasado a Estados Unidos cuando aún tenía 17 años y no
tenía visa láser.
Cuando la prima la identificó, Bertha García
emprendió otra lucha: apoyada por una organización, logró que las
autoridades mexicanas solicitaran el video a las estadunidenses. Cuando
lo obtuvo, lo llevó ante la Fevimtra, que a su vez lo entregó a la SIEDO
y, de manera paralela, la Fiscalía General del Estado lo anexó a sus
indagatorias.
Pasaron casi tres años para que la PGR confirmara
que la joven del video era Berenice, madre de un pequeño que ahora tiene
cinco años.
Bertha lideró la caminata que realizó durante una
semana un grupo de madres y padres de familia en busca de sus hijos,
desde Juárez hasta la capital del estado.
Durante la caminata
exigieron al gobernador César Duarte Jáquez que agilizara las
indagatorias sobre los feminicidios de los últimos cuatro años y la
entrega de los restos óseos que están bajo resguardo en las
instalaciones del Servicio Médico Forense (Semefo).
Justo durante
la caminata, el 16 de enero, llegó un grupo de 20 investigadores a
Juárez, entre ellos cuatro agentes del Ministerio Público federal para
dar seguimiento a la indagatoria sobre la desaparición de la joven.
Los agentes federales enviaron en marzo las pruebas genéticas a Estados Unidos, sin saber que ahí iban los restos de Brenda.
El
fiscal Ernesto Jáuregui dijo en esa ocasión que en ese caso se
configuraba el delito de trata de personas, ya que la joven había sido
secuestrada cuando era menor de edad y metida a Estados Unidos sin un
documento oficial.
La triste escuela
Bertha Alicia
García es una mujer de estatura mediana, tez morena, firme y fuerte de
carácter. Ella recorrió kilómetros al lado de Marisela Escobedo Ortiz,
cuando buscaban a la hija de ésta, Rubí Marisol Frayre Escobedo.
Se convirtió en confidente de Marisela. “Ella me decía: ‘Más que mi amiga, ya eres mi hermana. Ella nos enseñó esto, a caminar”.
Dijo
que Marisela pensaba que las mamás de jóvenes desaparecidas siempre
deberían estar juntas, trabajar sin depender de las organizaciones.
“Decía
que no permitiéramos que las autoridades nos compren nada, porque un
hijo nunca se compra. Ella era muy especial y de repente, a la hora que
fuera, decidía hacer una marcha, yo la acompañaba. A veces sabía que
había mucho peligro”, confesó durante la caminata de enero.
Recuerda
que Brenda Berenice salió el 6 de enero de 2009 a buscar trabajo al
centro. “Ella y yo siempre andábamos juntas, era muy apegada a mí. Ese
día no pude ir con ella porque no teníamos dinero para la ruta de las
dos”.
Bertha está decidida a encontrar explicaciones, porque su
hija fue encontrada en el Valle de Juárez, cuando nunca la buscaron en
Estados Unidos. ¿Cuándo regresó a Juárez?, ¿cómo le comprobarán que es
su hija?, ¿qué sucedió con las indagatorias de la PGR?
Bertha sabe que hoy inicia otra búsqueda: investigar lo que sucedió con su hija y lograr justicia.
“Si
en su momento hubieran hecho caso, tal vez mi hija estaría con
nosotros. La vieron en El Paso y después en Nuevo México con dos
hombres. Las autoridades nunca la buscaron. Yo quise pasar de mojada
pero no me dejó mi familia porque mis otros hijos me necesitan. No hemos
tenido dinero para la visa”, comentó Bertha.
Bertha tiene otros
dos hijos, de nueve y siete años. Su esposo siempre la ha apoyado, es un
hombre dedicado a la construcción y a la mecánica.
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