El diputado se quedó con dinero de 300 jornaleros de su rancho “Agrícola de Comondú”
Gerardo Zuniga Pacheco
Trabajadores acusan al legislador de haberse
quedado con parte de sus ingresos, luego de un programa de trabajo
temporal tras las heladas que causaron estragos en Comondú. “Así, como
nos llegó el dinero de la Sedesol, así nos lo quitó Pancho Pelayo a
través del pago de la nómina de la semana siguiente, y se cobró a lo
chino”, dijo uno de los supuestos afectados a ZETA. Pelayo responde:
“Eso no es cierto, la gente quiere ver qué saca nomás”
Gerardo Zúñiga Pacheco
Ciudad Insurgentes, Baja California Sur.- El 2 de mayo, la
señora María Victoria Ibarra Uribi cobró mil 280 pesos por concepto del
pago del retiro de varas y deshierbe de áreas de siembras siniestradas
en diciembre pasado en el rancho “Agrícola de Comondú”, propiedad del
diputado federal del Partido Acción Nacional (PAN), Francisco Pelayo
Covarrubias, localizado al norte de esta ciudad.
La jornalera agrícola recogió el dinero en la oficina 3027 de
Telecomm, bajo el número de folio 02844901, y el cual provenía del
Programa de Empleo Temporal (Pet) de la Secretaría de Desarrollo Social
(Sedesol).
La trabajadora fue una de las 4 mil 209 personas seleccionadas dentro
de este programa federal que fueron incorporadas a labores de poda de
plantas, resiembra, rehabilitación y limpieza de áreas de cultivo y
mantenimiento de infraestructura básica complementaria, y el cual tuvo
una temporalidad de 10 días en Comondú.
Como las bajas temperaturas de enero pasado, destruyeron entre el 50 y
70 % de las siembras en el corazón agrícola de Baja California Sur, el
subsecretario de Desarrollo Social del gobierno del estado, Carlos
Godínez de León, anunció –el 4 de abril pasado—que la Sedesol, había
puesto en marcha un programa emergente encaminado a generar un ingreso
que permitiera atender las necesidades básicas de alimentación de los
jornaleros, a pesar de que “no resolvería en gran medida el problema del
desempleo que enfrentaron familias por las heladas a principios de
año”.
Según el funcionario, el programa de empleo temporal abarcaba también
Mulegé y donde se había considerado una inversión total de 5.3 millones
de pesos, lo que a su vez, representaba “un importante apoyo a los
agricultores para el desarrollo de sus actividades de preparación para
nuevos ciclos de siembra, sin generar mayores presiones a su economía
afectada de manera importante por la pérdida de sus cultivos”.
El presidente de la Asociación Agrícola de Comondú, Alejandro Solís
López, dijo –en aquel entonces— que la helada de cultivos tenía bajo
amenaza cerca de 10 mil empleos de jornaleros agrícolas del municipio,
porque al quedar congeladas las cosechas, prácticamente “no había nada
que hacer en los ranchos”, salvo desmontar y esperar el nuevo ciclo
agrícola y volver a cultivar.
El líder de agricultores expuso que el siniestro había provocado la
pérdida de 4 mil hectáreas de garbanzo, 4 mil de maíz, 2 mil de naranja,
4 mil 600 de alfalfa, 500 de frijol, 2 mil de papa y 5 mil de
tomatillo, cuyos daños ascendieron a 745 millones de pesos.
El propio alcalde Venustiano Pérez Sánchez se dijo “preocupado”
porque “la afectación de cosechas iba a provocar un problema social en
todas las comunidades, porque el municipio dependía en gran medida de la
generación de empleos de alrededor de 10 mil jornaleros agrícolas que
podrían perder su trabajo”.
Los municipios de Comondú y Mulegé fueron declarados primero zona de
emergencia y posteriormente, es decir, el 24 de enero, zona de desastre,
por la Secretaría de Gobernación, por lo que después de una serie de
reuniones entre autoridades municipales, estatales y federales,
determinaron “bajar programas y recursos para revertir el colapso de las
heladas, ya que se habían dañado alrededor de 20 mil hectáreas en ambas
localidades”.
Supuestas pérdidas
Uno de los 700 ranchos afectados en Comondú por las heladas fue el
del diputado federal del PAN Francisco Pelayo Covarrubias, quien –según
su dicho— perdió “más de 3 mil hectáreas que tenía sembradas de
tomatillo y lo que representó una afectación económica de mínimo 4
millones de pesos”.
El legislador recordó que la Sedesol solicitó a todos “los
agricultores elaborar una lista de jornaleros agrícolas que tuvieran
necesidad de un empleo temporal para que no dejaran de trabajar”.
En la lista del rancho “Agrícola de Comondú” –propiedad del
legislador federal– estaba la señora María Victoria Ibarra Uribi, junto
con alrededor de 300 jornaleros agrícolas que se dijeron “robados por el
diputado”.
“Así, como nos llegó el dinero de la Sedesol, así nos lo quito Pancho
Pelayo a través del pago de la nómina de la semana siguiente, y se
cobró a lo chino”, dijo textualmente.
— ¿Por qué?
“Por sus…porque él quiso, y cuando fuimos a recoger el dinero a
Telecomm, nos dijeron que no fuéramos a darles un cinco a los patrones,
porque era para nosotros. El trato era trabajar 10 días por el pago de
Sedesol y ya lo otro era con cargo al patrón, entonces trabajamos 10
días, y posteriormente, trabajamos otra semana más, y esa última semana
no nos pagaron en el rancho, y cuando preguntamos del pago de la semana,
nos salieron con que ya habíamos cobrado con Sedesol anticipadamente y
nomás nos tiraron con 200 pesos”.
—A ver, explíquenos más despacio. Está Usted diciendo que el
diputado federal se quedó con mil 80 pesos que correspondía a cada uno
de ustedes…
“Así es, el cheque que cobramos fue de mil 280 pesos, como apoyo que
nos dieron para que deshierbáramos el rancho, porque solo estábamos
trabajando 4 días y el resto nos descansaban, entonces la semana extra
que trabajamos después de los días que laboramos en el programa de
Sedesol, no la quisieron pagar porque ya habíamos cobrado, y además nos
dijeron que esa semana que trabajamos de gratis era para apoyo del
rancho, ¿usted cree que el rancho necesita más que nosotros?”
—Pero, no les recogieron el dinero, ¿verdad?
“No lo recogieron, pero inteligentemente dejaron que cobráramos, y
luego nos los descontaron de la nómina de la semana siguiente, como
quien dice, trabajamos dos semanas por los mil 280 pesos que cobramos en
el programa de Sedesol y fuimos muchos afectados, “échele pluma” de mil
80 pesos por persona, y somos como 300, como 324 mil pesos que se echó a
la bolsa el patrón, y a costillas de nuestro trabajo, no es justo ¿no?”
De los jornaleros agrícolas que contactaron a ZETA, uno de
nombre Carlos Ibarra, expuso que “ésa era la segunda vez que el diputado
Francisco Pelayo Covarrubias hacía lo mismo con dinero de programas
federales”.
“Hace dos años también nos descontó, cuando recibimos dinero del
programa de Sedesol por las heladas de aquel tiempo. Nos hicieron
trabajar toda la semana y no nos pagaron dos días, o lo trabajamos
gratis, en solidaridad supuestamente con el rancho. En aquella ocasión
el pago fue de mil 180 pesos y solo nos pagaron 500 pesos”, dijo.
Los jornaleros se dijeron “explotados” por el diputado porque
mientras él paga el día laborado en 130 pesos, en otros ranchos pagan
hasta 200.
—Y si pagan 200 en otros lados, ¿por qué no trabajan en otro lado?
“Porque no trabajo ahorita, están a su máxima capacidad y menos ahora con la crisis que se siente en Comondú”.
Sobre este hecho, ZETA solicitó una entrevista con la delegada
de Sedesol, Araceli Domínguez, pero por cuestión de agenda “no pudo
establecer una fecha”, no obstante, el vocero de la institución, Abraham
Flores, dijo que “la encomienda es que los beneficiarios cobren el
cheque en ventanilla, pero si ya tiene el dinero, y firmaron de recibido
con puño y letra, y posteriormente, algún patrón les descuenta de su
nómina, creo que es un asunto de competencia de la Secretaría del
Trabajo”.
El delegado de la Secretaría del Trabajo, Ernesto Álvarez Gámez, fue
tajante al ser abordado por este Semanario: “Quien hizo eso es un
bandido”.
Sin embargo, el funcionario dijo que desgraciadamente no se puede
proceder legalmente al respecto, si oficialmente ningún trabajador ha
presentado hasta el momento una queja, “pero vamos a hacer una
inspección en el rancho y hablaremos con los trabajadores y si ratifican
su queja entonces, podríamos proceder trátese de que se trate”.
La respuesta
Durante una entrevista con ZETA, el diputado federal del PAN,
Francisco Pelayo Covarrubias, respondió a las acusaciones de sus
trabajadores y dijo que “desgraciadamente la gente metió jiribilla en
este asunto, porque querían cobrar doble la misma semana trabajada, es
decir, en Sedesol y en el rancho, cuando las reglas de operación son
claras”.
El legislador se desligó de cualquier irregularidad y abuso de poder
porque “a nosotros ni siquiera nos entregaron el dinero, sino
directamente a los jornaleros beneficiados, y quienes primero tuvieron
que terminar el trabajo, y después cobrar”.
“Eso no es cierto, la gente quiere ver qué saca nomás y me sorprende
que nomás me señalen a mí, cuando yo no soy el único agricultor en
Comondú, somos más de 700. A los trabajadores les pagaron de forma
directa en una oficina fuera del rancho, y ciertamente no se les pagó
una semana, porque fue la que pagó Sedesol, pero querían cobrar doble
sueldo, y eso no es posible, porque se supone que el programa era de
ayuda para los jornaleros, pero también para los patrones, en cuanto al
desvare y deshierbe de las siembras siniestradas por las heladas”.
“Así es como funcionó”, dijo y consideró que en “el tema había cierta confusión”.
El legislador subrayó que las pasadas heladas dejaron “temblando” su
rancho, por lo que hace un gran esfuerzo en sostener su planta laboral
permanente de 120 trabajadores que representan mucho dinero cada semana.
“Las pérdidas fueron terribles a principio de año, y sacamos
toneladas y toneladas de tomate siniestrado, a punto de ser recolectado
en cantidades industriales, lo que nos puso en una crítica situación”,
comentó.
El legislador recordó que últimamente ha reducido el espacio de la
siembra “porque cuando no es el clima son las plagas o el precio del
producto que coloca a los horticultores en una situación muy crítica y
difícil”.
(SEMANARIO ZETA/
junio 5, 2013/ Gerardo Zuniga Pacheco)
No hay comentarios:
Publicar un comentario