Empresarios y grupos civiles externan su preocupación
por el servicio en Aduanas
Ines Garcia Ramos/
Semanario Zeta
Mientras que Lolita
Méndez señala corrupción en PROFECO, grupos civiles denuncian la negativa de
las políticas de Aduanas para el ingreso de mercancía donativa a Baja California.
Por otro lado, cunden las quejas por la lenta tramitación de permisos en la
Ventanilla Única e Infonavit enfrenta la falta de liquidez de los
derechohabientes
Recientes o no,
abordadas o ignoradas, son situaciones regionales por resolver para las
distintas delegaciones federales en el Estado. Desde la pérdida del patrimonio
por la imposibilidad de pagar deudas a INFONAVIT hasta donativos detenidos en
San Diego por trámites aduanales, representantes de asociaciones civiles y
organismos empresariales exhortan a los recién nombrados delegados a resolver
necesidades sociales.
Pero también hay
funcionarios que prefieren realizar los señalamientos. Dolores de María
Manuell-Gómez Ángulo, mejor conocida como Lolita Méndez, a los días de ser
nombrada delegada de la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO), anunció
en medios de comunicación, el estado de corrupción imperante en la dependencia.
Comentó también la
posible Auditoría a desarrollarse en los próximos días, sin embargo, quien
fuera diputada local y federal por el Partido Acción Nacional (PAN), hoy
identificada con el movimiento y posible partido político, Concertación
Mexicana de Manuel Espino, no respondió a las solicitudes de este Semanario
para una entrevista sobre el tema.
Para los empresarios,
la preocupación se mantiene en los trámites de exportación e importación de
mercancías. En un comunicado enviado por el Consejo Coordinador Empresarial
(CCE), su presidente, Juan Manuel Hernández Niebla, informó que los trámites de
certificados sanitarios tardan tres veces en ser emitidos.
El programa piloto
implementado por la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural,
Pesca y Alimentación (Sagarpa) desde el 13 de marzo, consiste en una ventanilla
única en las aduanas para realizar los trámites.
Las empresas esperan
casi tres días en obtener el permiso, cuando antes no les tomaba menos de una;
para quienes comercializan productores perecederos, significa una importante
pérdida económica y para la sociedad, desabasto.
ZETA intentó comunicarse
con el delegado de Sagarpa, Guillermo Aldrete Haas y a sus oficinas en
Mexicali, pero no se obtuvo respuesta.
INFONAVIT: Pagos
interminables, viviendas abandonadas
“Ni siquiera una
disculpa o un ‘nos vemos otro día’, desconozco las razones por las que nunca
nos recibió, pero nunca atendió estas situaciones”, recuerda Vicenta Espinosa
de Víctor Ruiz Gesenius, ex delegado del Instituto del Fondo Nacional de la
Vivienda para los Trabajadores (INFONAVIT).
La presidenta de
Unidos Defendiendo tu Patrimonio (UDTP) no conserva una imagen positiva del
anterior titular de la dependencia, pero del nuevo delegado Alejandro Arregui
Ibarra comenta: “Ya vimos una intención de reunirse con nosotros”, pero reserva
sus expectativas, “no puedo asegurarte qué vamos o resolver o qué no, pero
continuaremos luchando”.
La asociación civil
se creó para defender las viviendas de cientos de trabajadores en riesgo de ser
perdidas por el aumento de las deudas con las instituciones crediticias. De 950
personas afiliadas y 25 más en Mexicali, 100 sostienen una relación con
INFONAVIT y 30 más se encuentran demandando a la dependencia federal.
Debido a las
interminables deudas y la poca disposición de INFONAVIT para solucionar la
situación, derechohabientes se organizaron en el organismo que asesora a
cientos en la misma condición de desventaja.
Vicenta Espinosa
explica: “Nos ofrecen reestructura de deuda, pero eso nos lleva a lo mismo,
comprar la vivienda y empezar de cero, pero la deuda se volverá más grande y
además, pierdes todo lo que has pagado”.
La segunda opción es
un convenio, “tampoco nos interesa, si es de reducción de mensualidad tiene un
vencimiento y después de ese plazo, puede ser un año, tampoco vas a poder pagar
el adeudo porque vuelves a la mensualidad anterior”.
Tras su más reciente
plantón, la asociación fue recibida para revisar 29 casos que serán el 16 de
abril. “No sabemos qué nos va a ofrecer INFONAVIT, pero lo que nos interesa
(es) liquidar los adeudos”, afirma la presidenta de UDTP.
Vicenta Espinosa
arremete contra el instituto: “Ellos deberían orientar a todas las personas que
adquieren un crédito con ellos, explicarles que si pagan ininterrumpidamente
más de 240 mensualidades, la deuda es liberada, pero desafortunadamente no lo
hacen”.
En entrevista con
ZETA, el recién nombrado delegado de INFONAVIT en Baja California, Alejandro
Arregui Ibarra, recitó las cifras esperadas para este 2013: 36 mil 620 créditos
por otorgar, el año anterior cerraron con 33 mil.
A la fecha, 7 mil
557 trabajadores han abierto créditos con la institución, casi la mitad a
través de un programa de mejoramiento y rehabilitación de vivienda, le siguen
en segundo lugar quienes adquirieron una vivienda usada, mil 995 para viviendas
nuevas y por último, 451 para viviendas recuperadas.
Con estas
adhesiones, en Baja California INFONAVIT ha otorgado más de mil millones de
pesos en concepto de créditos a derechohabientes. Para competir con la
impresionante cifra de las viviendas adquiridas con esa derrama económica, 34
mil 796 viviendas están deshabitadas.
Más de la mitad, es
decir 18 mil 685, se encuentran vandalizadas, unas 11 mil 330 con créditos
vigentes y solamente 4 mil 881 con créditos vencidos. Ante el problema, el
joven delegado propone “recuperar las viviendas abandonadas vía procesos
administrativos para reincorporarla al mercado”.
El mercado para esas
unidades habitacionales estaría compuesto, precisamente aquellos son cobertura
de los servicios de seguridad social, como trabajadores municipales y policías.
Sobre casos como el
de Vicenta Espinosa y quienes han pagado durante más de 20 años sus viviendas
para alimentar más sus deudas –por el concepto de UDIs–, confiado sostiene “me
atrevo a decir que no hay caso que no tenga solución”.
Pero advierte, “el
problema es la falta de información (de los quejosos) o que cuando se actúa en
bloque con asociaciones, se distorsiona el objetivo final de su lucha y se va
quedando en el camino”.
El titular del
instituto prefiere un acercamiento “voluntario, personal y abierto” a cada caso
en específico y asegura “nuestros mecanismos de recuperación son tan flexibles
como la voluntad del acreditado”.
De la posibilidad de
liquidación de la deuda, la petición de miles de derechohabientes, muchos
jubilados y con más de 240 mensualidades pagadas, Arregui Ibarra responde con
cautela “se debe ver con detenimiento porque se firmó un contrato con
implicaciones jurídicas, sí podemos hacer descuentos, pero necesitamos ver las
razones por las que la no está amortizado el crédito y agotar las posibilidades
para que el derechohabiente se regularice”.
Tras un sorbo de
agua, el delegado comparte un dato más, la tasa de cartera vencida es de 5.5
por ciento, dos puntos porcentuales debajo de la registrada al cierre de 2012.
La razón, los mecanismos de abatimiento instaurados en enero.
Antes de ser
nombrado delegado el 22 de marzo, Alejandro Arregui Ibarra trabajó como
secretario técnico de Alejandro Murat Hinojosa, director nacional de INFONAVIT
y previo coordinador del área de vivienda en el equipo de transición de Enrique
Peña Nieto.
Desde la campaña
electoral del presidente de la República, Arregui Ibarra trabajó bajo las
órdenes de Murat Hinojosa, como coordinador regional en Baja California y Baja
California Sur del “Buzón del Presidente”.
“Era un proyecto muy
padre, íbamos a escuchar con brigadas en tierra para buscar las inquietudes de
la gente”, comenta el abogado de profesión y quien continuó trabajando en el
equipo de transición para Murat Hinojosa, hijo del ex gobernador priista de
Oaxaca, José Murat Casab.
Del director de
Infonavit y quien fuera funcionario del Estado de México cuando Peña Nieto
gobernador, comenta “hemos colaborado de alguna manera juntos, en algunas
cuestiones”.
DONACIONES EN EL LIMBO
Francisco Sepúlveda
Gil es administrador del Comité Coordinador de Centros de Rehabilitación y
Reintegración de Adicciones, en Tijuana se encarga, entre otras funciones, de
proveer alimentos para más de 300 asociaciones civiles, cada una con una
población promedio de 50 personas.
Centros de
rehabilitación, asilos de ancianos, casas hogar y comedores generales en
colonias de escasos recursos dependen, en gran medida, de las donaciones
recibidas por este Comité desde Estados Unidos, aunque más del 50 por ciento de
ellas, no logren cruzar la línea internacional.
“Las barreras son
criterios personales de los oficiales de Aduana, nos impiden ingresar pan,
verduras, alimentos enlatados porque nos dicen que no se puede, aunque estemos
constituidos legalmente como asociaciones civiles”, comparte Sepúlveda Gil.
Quien también es
consejero de la Ley de Fomento de Baja California afirma que no es un problema
reciente, “nos ha pasado siempre, es inadmisible que en la Aduana nos traten
como delincuentes cuando buscamos un bien”.
De acuerdo al
artículo 61 de la Ley Aduanera, quienes ingresen artículos donados, necesitan
llenar un formato de autorización para la exención de impuestos, pero
representantes de organizaciones civiles afirman no haber recibido tal
información de los oficiales aduanales.
La falta información
retiene, por ejemplo para el Comité Coordinador de Centros de Rehabilitación y
Reintegración de Adicciones, 13 de 20 minivans a la semana. Cada una
alimentaría a 100 personas durante cinco días.
“Los bancos de
comida de San Diego nos entregan la comida que caduca en una semana,
lamentablemente si no convencemos a los oficiales de que nos permitan
ingresarla, se desperdicia”, comenta afligido Francisco Sepúlveda.
Han perdido camiones
llenos de pan de barra, tan solo en Navidad y el Día de Acción de Gracias,
cargamentos de pavos donados no pudieron cruzar la frontera.
El representante de
la asociación civil buscó un acercamiento con el anterior administrador de la
Aduana, Luis Torres, pero “nunca nos daba ninguna respuesta, solamente nos decía
que eran trámites a seguir, pero no nos los explicaba”.
Por su parte, el
actual administrador Alejandro González Guilbot aclara “en ningún momento hemos
cerrado la Aduana a la entrada de donativos, pero para que un organismo o
sector deba recibir donativos, deben ajustarse a la Ley Aduanera”.
Como responsable de
la Aduana en Tijuana, solicitó a las organizaciones a visitar la página
www.aduanas.gob.mx y en la parte inferior, hacer click en el vínculo
“Donaciones”.
“No se trata de
reglas nuevas, solamente de cumplir las anteriores, pero yo estoy abierto a ver
cada caso en específico y analizarnos”, refirió.
Anita Flores,
responsable del centro de rehabilitación para mujeres Ágape, atraviesa la misma
circunstancia que muchas otras organizaciones civiles, a modo de resignación,
comparte su rutina diaria “nada más me pongo a orar a Dios para que no me toque
revisión, porque si no, me regreso con toda la comida”.
Luego de 25 años a
cargo de la fundación, Anita considera que desde la apertura de El Chaparral,
los dos viajes diarios que realiza para conseguir frijol, arroz, aceite,
huevos, pan o comida preparada como pizzas, sushi o pastelillos, se han vuelto
un viacrucis.
“Es muy triste ver
que se desperdicia tanta comida cuando aquí hay mucha necesidad de alimentar,
nosotros estamos dispuestos a pagar algún impuesto u obtener el trámite, pero
necesitamos más información y disposición de las autoridades para entender
nuestros casos”, finalizó Anita.
Así las expectativas
de los bajacalifornianos son ser escuchados, recibidos y atendidos por los
representantes del gobierno federal en el Estado, el enlace a lograr con la
sociedad civil es indispensable para medir el desempeño y las capacidades de
los recién nombrados funcionarios.
(SEMANARIO ZETA/Inés Garcia Ramos/ Abril 15, 2013)
No hay comentarios:
Publicar un comentario