Miguel Ángel Vega/ Riodoce
El lunes 8 de abril
parecía el gran día de Javier Torres Félix, pues era la fecha que vencía la
sentencia impuesta por un juez federal del Distrito Central de California que,
en medio de un total hermetismo, lo condenó a ocho años de prisión.
El cautiverio,
entonces, parecía haber terminado y los sueños de libertad del otrora capo del
cártel de Sinaloa poco a poco tomó forma de realidad, incluso, según observaron
fuentes cercanas al JT, su plan era “ponerse a trabajar de inmediato” en
Sinaloa.
Todo iba bien hasta
que ese lunes, en punto de las diez de la mañana, varios agentes de Inmigración
llegaron a la prisión de Berckley del condado de Raleigh, en Virginia
Occidental, y se lo llevaron en calidad de detenido, dijeron fuentes del
Departamento de Inmigración y Aduanas (ICE).
Su única falta al
quedar en libertad, observó el ICE, era estar en ese país sin documentos, por
lo que fue recluido en las instalaciones de ese condado, en donde inició el
proceso de deportación.
Una nueva espera
empezó a tomar tintes de eternidad para el JT, y no fue sino hasta el jueves 11
de abril que Torres Félix fue trasladado vía área desde el estado de West
Virginia hasta la ciudad de Calexico, en California.
“Todo este tiempo
estuvo en poder del ICE, realizando todo el proceso de papeleo para su rápida
deportación”, confirmó a Ríodoce Ross Feinstein, vocero de ICE en Washington.
Ese jueves,
alrededor de las nueve de la mañana, el JT fue llevado al cruce fronterizo y
regresado a México, en donde agentes de gobernación y del estado de Baja
California ya lo estaban esperando.
El plan de libertad
del JT simplemente había cambiado de territorio.
LOS SUEÑOS ROTOS DE LIBERTAD
De acuerdo con el
periodista José Alberto Valdez Cota, jefe de Información del periódico El
Mexicano de Mexicali, el JT fue llevado a las instalaciones de la Policía
Estatal Preventiva para solicitar el apoyo, y luego de unas horas custodiado,
que incluyó interrogatorio y fotos para los archivos, el JT fue trasladado a la
Segunda Región Militar, localizada en esa misma ciudad fronteriza.
“Allá ha estado todo
el día y estamos a la espera de que lo lleven a México”, observó Valdez Cota
durante entrevista telefónica.
No sería sino hasta
el viernes en la mañana que el procurador general de la República, Jesús
Murillo Karam, confirmó que el JT ya estaba en poder de ellos, y que era
cuestión de tiempo que se le revise su situación jurídica y se ponga a
disposición de un juez federal.
“Fuera de sus nexos
con el crimen organizado, no puedo precisar por qué delitos se le persigue, y
solo puedo comentar que esta persona tiene cuentas pendientes con la justicia y
mi trabajo será hacer que pague sus faltas”, señaló el procurador.
De acuerdo con
fuentes de la PGR en México, Javier Torres ya fue llevado a México y se espera
que sea puesto a disposición del juez para que su caso se reanude, luego de que
se le suspendiera tras su extradición a Estados Unidos, en noviembre de 2009.
“Cuando a una
persona se le extradita, se le suspende su proceso penal, pero cuando cumplen
sus condenas en Estados Unidos, se les regresa a México para que continúen con
los cargos que dejan pendientes”, dijo un funcionario de la PGR que solicitó no
revelar su identidad.
El JT enfrenta
cuentas pendientes a nivel federal y en el fuero común. En esta última
instancia, la defensa de Torres Félix solicitó un amparo, pero este fue negado
por las autoridades judiciales.
Ni el procurador
Murillo Karam ni ninguna otra fuente pudieron confirmar si las cuentas que
tenía el JT pendientes eran por la muerte de un cabo de infantería en el 2004,
o por otros delitos.
“No puedo precisar
cuáles son los delitos por los que será procesado, no los recuerdo todos, ojalá
fuera uno o dos, pero son muchísimos, aunque de momento no puedo precisarlos”,
sostuvo el titular de la PGR durante una visita hecha a Culiacán.
LAS NUEVAS SOMBRAS
Nadie en la PGR pudo
precisar en qué prisión será recluido el JT, aunque se cree que inicialmente
será llevado al Reclusorio Norte de la ciudad capitalina, para posteriormente
trasladarlo a una cárcel de máxima seguridad.
“En una cárcel de
esas, el JT puede ser juzgado desde ahí sin necesidad de sacarlo, tanto por el
juez del fuero común como por el juez federal”, dijo un funcionario judicial
del estado de Sinaloa.
Torres Félix fue
arrestado por elementos del Ejército mexicano el 27 de enero de 2004, un día
después de que un comando que él mismo encabezaba se enfrentó con elementos
militares y donde murió un soldado de tropa.
En aquel momento, el
JT fue presentado como lugarteniente de Ismael el Mayo Zambada García, e
inmediatamente fue trasladado a la Ciudad de México y encarcelado en el
Reclusorio Norte.
Casi tres años
después, el 29 de noviembre de 2006, Torres Félix fue extraditado a Estados
Unidos, donde se le inició un proceso judicial que se realizó en medio de un
total sigilo, incluso, tiempo después se especuló que el JT formaba parte del
programa de testigos protegidos.
Fue tanto el
hermetismo que el expediente del JT se clasificó, y desde entonces no se supo
nada hasta que Tom Mrozek, vocero del DOJ, dijo que estaba recluido en una
cárcel de Mississippi, aunque en el 2010 fue trasladado a la cárcel del estado
de West Virginia.
Desde entonces se
mantuvo hermetismo en torno al caso, hasta que el JT fuera repatriado el pasado
jueves 11 de abril, y entregado a agentes federales en Mexicali.
(RIODOCE.COM.MX/ Miguel Ángel Vega/ Abril 14, 2013)
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