domingo, 8 de noviembre de 2015

ASOMAN PRIMERAS FACTURAS MORTALES POR SEIS AÑOS DE ABANDONO AL SECTOR SALUD


Cargadas al luto de familias sonorenses…

Tres mil casos de dengue, unos cien de riketsia y otro tanto de chincongunya y muchas familias enlutadas será el caro costo a pagar por la abulia y rapiña con la que se manejó el sector salud de Sonora durante el anterior sexenio.

Las enfermedades infecciosas que por omisión de las autoridades de salud pusieron en el mapa a Sonora como un estado líder en afecciones  y padecimientos que se creían erradicados, son el claro ejemplo de la perversión con la que las anteriores autoridades, particularmente, desde la secretaría de salud, simularon programas y campañas desde el escritorio, con el fin de allegarse de millonarios recursos de la federación, de los cuales, a la fecha nadie sabe a dónde fueron a parar.


Sonora también cayó a los últimos lugares en el combate y prevención de enfermedades infectocontagiosas y de transmisión diversa, como la rabia y el VIH/Sida.

Las no transmisibles como la obesidad y salud bucal también se desplomaron en Sonora en su atención, respecto del ámbito nacional, que decir de los hospitales y clínicas del sector salud en todo el estado, que ninguno mereció certificación de calidad y calidez en sus servicios, con las farmacias vacías, sin equipo básico, ni presencia de médicos especialistas acordes a la demanda social.

DENGUE, FACTURA QUE COBRA LA MUERTE A LA INDIFERENCIA

Cinco muertes confirmadas, además de otras tres en análisis, así como mil 832 casos registrados, son las cifras hasta el momento recopiladas por las autoridades sanitarias en lo que va del año en Sonora, ante  la atípica incidencia del dengue,  enfermedad infecciosa causada por el virus que trasmite con su picadura el zancudo Aedes Aegypti.

Por herencia del anterior gobierno, las actuales autoridades de salud se enfrentaron tan luego llegaron a una triste realidad:

Sonora, el otrora estado con los mejores índices en prestación de servicios de salud y atención a enfermedades con servicios de calidad y calidez a la población sin cobertura médica y con reconocido estatus a nivel nacional en el combate a enfermedades epidemiológicas, ahora se ubica en la cola de los demás entidades, y su realidad hoy es otra.

Un grave incremento de enfermedades como la rickettsia, el dengue, e incluso la proliferación de males que se consideraban ya erradicados como la tuberculosis, así como el problema del sobrepeso en gran parte de población sonorense era la nueva realidad al final del “Nuevo Sonora”, como tal vendió con engaños desde su  llegada, el pendenciero gobierno padrecista.

Durante el periodo que comprende de 2009 a 2014, Sonora cayó del lugar 12 al 17 en casos de rabia; de sitio 12 al 18 en salud bucal; del 7 al 13 en casos de obesidad; del lugar 16 al 26 en enfermedades no transmisibles, del 15 al 29 en atención a casos de VIH/Sida.

Un total desastre la política se salud y asistencia medical a la población abierta fue el sexenio “de la alternancia”, no solo en materia de salud pública, sino en ausencia de transparencia y de rendición de cuenta sobre el uso y destino de los recursos públicos. En la opacidad si se distinguió el padrecismo por el campeonato.

En el caso muy particular de las infecciones que transmite el zancudo Aedes Aegypti, las cosas han traído la fatalidad a algunas familias con la muerte de un miembro por causa del dengue y en algunas otras ha causado daños en su bienestar dentro del núcleo familiar.

De confirmarse la tendencia que las actuales autoridades del Sector Salud observan con suma preocupación a manera de herencia maldita, a finales de año Sonora se colocaría  como el estado con más decesos por infección de dengue hemorrágico, además de un nunca visto registro de personas afectadas del tipo clásico.

Sonora registrará al menos ocho  defunciones y cerca de tres mil casos al cierre de este año, según estimaciones conservadoras de autoridades de salud pública estatal.

Los responsables de las políticas públicas sanitarias y epidemiológicas han sido cautos  y optan por no reconocerlo abiertamente; desde el interior de las áreas de epidemiología de hospitales y clínicas privadas y del sector, incuso en laboratorios y oficinas centrales de la Secretaría del ramo, se adjudica  la alta incidencia de muertes y proliferación de la infección a la escasa atención que le brindó a la presencia del dengue por parte del anterior gobierno, particularmente de la Secretaría de Salud.

Propios y extraños recriminan a las anteriores autoridades sanitarias la simulación que se hizo de los programas de prevención y combate a la proliferación del mosquito vector del dengue, y se minimizó a casi nada la implementación de medidas reales para el abatimiento y erradicación de los principales brotes infecciosos del vector.

Al menos en el último año de la administración anterior, que encabezó Guillermo Padres Elías, el sector salud fue abandonado a su suerte y los programas se convirtieron en simuladores manipulados desde los escritorios a fin de merecer las millonarias participaciones federales, recursos convenidos y otros signados bajo el esquema de coordinación fiscal entre el estado y el gobierno de la república, que fueron a parar a otro lado, menos a los programas de fomento a la salud y combate a las enfermedades de todo tipo.

CAMPILLO GARCÍA, OMISO HASTA LA PERVERSIÓN

 El responsable de la Secretaria de Salud fue durante los seis años del padrecismo, Bernardo Campillo García, un médico como los hay muchos en la capital, con un ritmo de vida hasta cierto punto normal, para quien tiene especialidad en pediatría, aunque hasta hace seis años no era nada excepcional  su nivel económico familiar, según cuentan quienes le conocen.

El doctor Campillo García, hoy por hoy, se asume como uno de los más prósperos criadores de caballos pura sangre a nivel nacional,  y dueño en co-propiedad  con el exgobernador Guillermo Padres y el ex secretario de Gobierno, Roberto Romero,  de una de las empresas de reproducción en laboratorio de equinos de muy alto registro internacional, con tecnología de última generación en bio genética animal y de las más tecnificadas en América Latina, para el sano desarrollo de las crianzas.

Las instalaciones del laboratorio de razas pura sangre hasta hace unas semanas se localizaron en la comunidad de San Pedro, municipio de Hermosillo, pero al recrudecerse  las acusaciones públicas contra Padres y ex colaboradores,  el complejo fueron desalojado y trasladados sus huéspedes, infraestructura y demás  activos, a un lugar solo por sus propietarios conocido.

Que decir del nivel de vida y económico  al que antes de los seis años de su gestión había logrado evidenciar el médico pediatra, exponencialmente muy superior al que registraba al principio que ingresó al gabinete, invitado por su amigo y jefe, y hoy socio en los negocios caballerangos, Guillermo Padres.

Campillo  por estos días, pesa sobre figura ciudadana una orden aprensión girada por un juez federal para que responda a diversas acusaciones por la presunta comisión de diversos delitos que le imputa la PGR.

Son parte de un proceso penal que la  autoridad ministerial solicitó al juzgador fincar al ex funcionario, luego de  indagar y tipifica como delito la presunción de desvío de fondos federales que rondan los 250 millones de pesos, además porque su posible enriquecimiento pudo haber sido producto de recursos de procedencia ilícita, entre otros actos punitivos.

Esta denuncia fue presentada meses atrás  por el dirigente del sindicato de trabajadores de los Servicios de Salud en Sonora, Carlos Manuel González Méndez y a quien Campillo había cesado arbitrariamente como médico asignado al Hospital general, luego que el representante gremial ventiló anomalías la mitad de la gestión del entonces  Secretario Campillo.

Entre otras irregularidades ventiladas que le valieron el cese al representante sindical,  fue la presencia de aviadores en el sector y la desviación de recursos federales etiquetados para la homologación salarial de cerca de seis mil trabajadores de la salud, lo cual a la fecha no se concreta por falta de esos recursos que desaparecieron.

A estos actos antijurídicos, bien pudiera sumársele el de crímenes contra la sociedad sonorense por omisión y comisión de actos de autoridad. Actos como  abandonar la política sanitaria de control epidemiológico ante una incidencia infecciosa resulta  altamente  reprobable.

Es  oprobioso y condenable  cualquier acto de omisión cuando está de por medio la salud pública y la vida mismas de muchas personas. Por donde se vea, esto atenta contra la integridad física y la salud de toda una sociedad.

 Actos que pueden considerarse inhumanos y altamente cargados de perversión por el abandono de un ejercicio, no solo profesional, sino administrativo y político, que como funcionario juramentó cumplir cabalmente el doctor Campillo, y no lo hizo.

ABANDONÓ RESPONSABILIDADES EL EX SECRETARIO DE SALUD

El ex secretario no solo  abandonó su responsabilidad para dirigir y fortalecer estas y otras campañas de prevención como una campaña de vacunación emergente  con fines preventivos, o el combate a la incidencia infecciosa en zonas bien localizadas como Hermosillo, Huatabampo y Guaymas; el combate  y erradicación del  mosco trasmisor del virus en todas sus modalidades que establecen los protocolos mundiales, nacionales y propios de la dependencia que mandató.

Aparte de no seguir los protocolos sanitarios ante los evidentes brotes virales de alta incidencia y bien localizados, no se tendieron los cercos sanitarios, no se dieron alertas ciudadanas de concientización, campañas de fumigación agresivas por tierra y aire ante el riesgo de  volverse una epidemia.

La omisión de muchas acciones desde la Secretaría de Salud, al menos en el último año del sexenio padrecista y que heredaron el problema a esta administración, ha dado a Sonora un nada honroso primer lugar en fallecimientos por infección por dengue en zonas no tropical.

LAS CIFRAS HISTÓRICAS Y ESPELUZNANTES

Sonora registra a estos días mil 850 pacientes con diagnóstico positivo al dengue: 533 en la capital, Hermosillo; 432 en el puerto de Guaymas y 306 en Huatabampo, de los cuales un  25 por ciento de los enfermos son menores de edad y el resto adultos que no sobrepasan los 50 años.

El 73 por ciento de los casos presentan afecciones por virus del dengue tipo clásico, y un 27 por ciento de los pacientes el tipo hemorrágico. Estos datos arrojan un incremento en la incidencia respecto a este mismo periodo del 2014, cuando apenas se habían registrado 895 casos.

El actual Secretario de Salud en el Estado, GilbertoUngson Beltrán indicó que la tendencia que observa  la dependencia a su cargo es que de cada dos casos de pacientes sospechosos de portar el virus del dengue que se atienden clínicas, hospitales y consultorios, tanto  públicos como privados, uno resulta positivo al virus.

Bajo este escenario, se espera que al cierre  de este año Sonora registre la histórica cifra de alrededor de tres mil casos de personas que enfermaron por la picadura del mosco transmisor del virus del dengue de los cuales al menos ocho murieron por esa causa.

HOSPITALES Y CLÍNICAS ABANDONADAS Y MILLONES DE PESOS DESAPARECIDOS

Con un boquete financiero superior a los mil millones en deudas y un subejercicio de casi 4 mil millones de pesos dejó la pasada administración de gobierno al sector salud, denunció el titular Gilberto Ungson Beltrán al advertir que ya se iniciaron las investigaciones para deslindar responsabilidades de tipo penal.

El secretario de Salud lamentó el caos y la crisis que atraviesa el sector debido a la poca transparencia con que ejerció el gobierno de Guillermo Padres.

La crítica situación se traduce en abandono en la infraestructura de hospitales y centros de salud, desabasto de medicamentos y falta de pagos a los proveedores.

En el periodo 2009-2015 se cayeron los indicadores de salud, se perdió la certificación de hospitales, la reafiliación del Seguro Popular, abasto de medicamentos y el desempeño de recursos provenientes de la federación.

Ante este panorama, Ungson Beltrán dijo que por ahora se requieren más de mil millones de pesos para pagar a proveedores y solventar la operatividad del sector al mes de diciembre.

Entre las irregularidades que se detectaron están centros de salud que debieron entregarse en 2013 en Navojoa, Cajeme y Bácum. Ya se está documentando para que la Secretaría de la Contraloría inicie los procedimientos legales correspondientes para que se finquen responsabilidades de orden penal, advirtió.

Para hacer frente a esta situación, el gobierno del estado gestionará recursos extraordinarios ante los Congresos federal y estatal para poder cumplir con los pagos pendientes y responder a ciudadanos con la mejora de servicios de salud, dijo el funcionario.

TUVO ANTERIOR GOBIERNO PRESUPUESTO PARA SALUD COMO NUNCA ANTES

El presupuesto de la Secretaría de Salud creció en 39% en el periodo 2010-2015, al pasar de 3 mil 166 millones de pesos a 4 mil 222 millones de pesos, con un aumento de la nómina de más de 3 mil trabajadores, el descontento y las denuncias ciudadanas se incrementaron por el mal servicio, la falta de medicinas y el mal estado de los hospitales, dijo Ungson Beltrán.

No obstante el sobre ejercicio de casi 4 mil millones de pesos, casi 50% de los recursos se destinaron a contratación de personal administrativo y sólo 15% a personal médico. Hubo un incremento de enfermedades como la rickettsia, el dengue e incluso la proliferación de males que se consideraban ya erradicados como la tuberculosis, así como el problema del sobrepeso en gran parte de población sonorense.

Durante el periodo que comprende de 2009 a 2014, Sonora cayó del lugar 12 al 17 en casos de rabia; de sitio 12 al 18 en salud bucal; del 7 al 13 en casos de obesidad; del lugar 16 al 26 en enfermedades no transmisibles, del 15 al 29 en atención a casos de VIH/Sida.

También registró retrocesos importantes en enfermedades transmisibles al bajar del 8 al 25, es decir, tuvo un descenso de 17 lugares; en tuberculosis caímos 20 lugares al pasar del 10 al 30 entre las 32 entidades de la República y en diabetes descendimos 24 lugares al pasar del 2 al 26, precisó.


(DOSSIER POLÍTICO/ Fernando Gutiérrez R. Reporte Especial / 2015-11-06)

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