México entregó a la justicia
estadunidense a pocos narcotraficantes de talla relevante, entre ellos a Édgar Valdez
“La Barbie”, Jorge Costilla “El Coss” y al pionero de la ingeniería de
narcotúneles para el Cártel de Sinaloa, Antonio Reynoso González. Más de 40
capos y lugartenientes de diversas organizaciones criminales, tienen pendientes
órdenes de extradición, entre ellos los hermanos Treviño Morales de Los Zetas,
y Teodoro García Simental “El Teo”, del Cártel de Sinaloa
La mañana del 30 de
septiembre de 2015, un impresionante operativo de seguridad se montó alrededor
del penal de máxima Altiplano en Almoloya de Juárez, Estado de México.
Elementos de la Policía
Federal sorprendieron muy temprano a varios reos, los extrajeron de sus celdas
para llevarlos al Centro de Observación y Clasificación (COC). Previamente,
otros reclusos de las cárceles federales de Puente Grande, Jalisco, y
Hermosillo, Sonora, habían sido trasladados a Almoloya.
Antes de ser transportados en
helicópteros artillados por agentes federales, soldados y marinos, los selectos
prisioneros fueron fotografiados por última ocasión en México. De ahí pasaron a
manos de agentes estadounidenses para continuar con el proceso de extradición.
Entre los 13 hombres,
destacaban Édgar Valdez Villarreal “La Barbie”, el sanguinario lugarteniente
del Cártel de los Beltrán Leyva y Jorge Costilla “El Coss”, quien inició como
líder del Cártel del Golfo para terminar a cargo de Los Zetas.
Quienes como “La Barbie” se
habían mostrado sonrientes y retadores en imágenes captadas de su presentación
ante medios de comunicación en agosto de 2010, ahora lucían desconcertados, con
el cabello al ras o encogidos de hombros.
El titular de la Agencia de
Investigación Criminal (AIC), de la Procuraduría General de la República (PGR),
Tomás Zerón de Lucio, dio a conocer otros de los nombres más relevantes como
Jean Baptiste Kingery, proveedor de
armas y explosivos para el Cártel de Sinaloa.
Sin embargo, a excepción de
narcotraficantes como Antonio Reynoso González “El Ingeniero”, quien en los
noventas inició la construcción de narcotúneles junto a Joaquín “El Chapo”
Guzmán y prestó sus empresas en Baja California para el trasiego de cocaína, el
resto de los entregados a las autoridades norteamericanas, son nombres pocos
conocidos dentro de la delincuencia organizada.
Entre los extraditados no
figuraron los poderosos jefes del Cártel de Juárez, de Sinaloa o del Golfo, Los
Zetas, los Beltrán Leyva, Los Cuinis, los Arellano Félix, Los Caballeros
Templarios o de La Familia Michoacana. Ellos se quedaron, en su mayoría, en el
penal de Altiplano.
LOS EXTRADITADOS: DESDE ARSENALES HASTA TÚNELES PARA
LOS CÁRTELES
Si bien, “La Barbie” y “El
Coss” sobresalieron entre los extraditados por tratarse de narcotraficantes de
alto perfil, el resto de los delincuentes entregados cometieron delitos
considerados graves por el gobierno de Estados Unidos.
Tráfico de cientos de armas y
granadas de fragmentación, asesinatos de agentes estadounidenses y de empleados
del Consulado, asociación delictiva, tráfico de cocaína, metanfetaminas y
marihuana, son algunos de los delitos.
A continuación la lista
completa:
Antonio Reynoso González “El Ingeniero”. Sin
antecedentes penales en México, Estados Unidos lo identifica como uno de los
principales lugartenientes de “El Chapo” en Baja California.
En ese entonces, Antonio,
Jesús y José eran conocidos como “los hermanos Reynoso”, fieles
narcotraficantes a “El Chapo” y prósperos empresarios en Los Ángeles, California.
Sus compañías eran utilizadas para el tráfico de droga y lavado de dinero.
Por estos delitos y
asociación delictuosa, la Fiscalía Federal en el Distrito Sur de California,
elaboró una acusación en 1995 contra “El Chapo” Guzmán y su hermano Arturo “El
Pollo” Guzmán Loera, así como contra Antonio Reynoso González y sus hermanos. En
total, son 22 los acusados.
La imputación continúa
abierta desde hace 20 años. Algunos de ellos han sido encontrados culpables y
sentenciados.
A Antonio Reyes, hoy de 71
años de edad, se le apodaba “El Ingeniero” por diseñar narcotúneles en la
frontera con California para el Cártel de Sinaloa. En 1993, por ejemplo, fueron
descubiertas 7.3 toneladas de cocaína escondidas en más de mil latas de chiles
jalapeños.
El cargamento, transportado
en un tráiler, sería exportado desde Tecate, Baja California, hacia Estados
Unidos. Allá sería almacenado en una bodega a nombre de “El Ingeniero”.
Jean Baptiste Kingery “JB”.
El norteamericano fue detenido en México en septiembre de 2012. Durante tres
años, traficó miles de granadas de fragmentación y armas para el Cártel de
Sinaloa, seguido de cerca por autoridades estadounidenses.
Al respecto, agencias del
vecino país rindieron un informe titulado “Investigación del Caso Jean Baptiste
Kingery”, en el cual dieron a conocer las rutas, contactos y modos de operación
de Kingery.
Por este motivo, tiene dos
acusaciones abiertas tanto en el Distrito Central de California, como en el
Distrito de Arizona.
Luis Humberto Hernández Celis
“El Pak”. Miembro de la pandilla Los Aztecas, fue detenido el 15 de mayo de
2010 en México. Lo reclama la Corte Federal del Distrito Oeste de Texas por
asociación delictuosa, narcotráfico, homicidio en un país extranjero, portación
de arma de fuego y delitos de violencia. Se le acusa del homicidio, ocurrido en
marzo de 2010, de una empleada consular, su esposo y el marido de otra empleada
del Consulado de Ciudad Juárez, Chihuahua.
Ricardo Valles de la Rosa “El
Chino”. También miembro de Los Aztecas, brazo armado del Cártel de Juárez. Fue
capturado en marzo de 2010, y es acusado por los mismos delitos que “El Pak”.
Alberto Núñez Payan. Detenido
el 27 de noviembre de 2010, es reclamado por la Corte Federal del Distrito
Oeste de Texas. Se le relaciona con los delitos de delincuencia organizada,
narcotráfico y lavado de dinero.
José Emanuel García Sota. Tiene
cargos en la Corte Federal del Distrito de Columbia desde febrero de 2011, por
el homicidio de un agente del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas
(ICE) de Estados Unidos y la tentativa de homicidio de otro agente de la misma
Agencia.
Martín Daniel Castillo Rascón
“El Flaco”. Relacionado con los delitos de delincuencia organizada y secuestro,
es reclamado por la Corte Federal de Distrito para el Distrito Oeste de Texas.
Aureliano Montoya Peña “La
Changa”. Aprehendido el 27 de junio de 2012 y reclamado por la Corte Federal
del Distrito Norte de Illinois, por narcotráfico y asociación delictuosa. Se le
señala de tráfico de cocaína y de transportar millones de dólares, obtenidos de
la venta de drogas, entre Chicago y México.
Julio César Valenzuela Elizalde
“El Piloto”. En diciembre de 2002, se le acusó junto a ocho personas, de
participar en una red de tráfico de metanfetaminas, en la Corte Federal del
Distrito de Arizona.
Antonio González Platas. Sin
antecedentes penales en México, no está sujeto a proceso penal por delitos
cometidos en territorio nacional ni a cumplimiento de sentencia. Lo requiere
una Corte estatal de Arkansas, por el delito de violación.
Carlos Montemayor “El
Charro”. Fue detenido el 30 de agosto de 2010, se le relaciona con la organización
delictiva de “La Barbie”. Lo reclama la Corte Federal de Distrito del Norte de
Georgia, acusado por asociación delictuosa, tráfico de cocaína y lavado de
dinero.
Édgar Valdez Villarreal “La
Barbie”. Capturado el 30 de agosto de 2010 por los delitos de delincuencia
organizada, privación ilegal de la libertad, posesión de cartuchos de uso
exclusivo, delitos contra la salud y homicidio calificado.
Es identificado por el
Departamento de Justicia de Estados Unidos como un miembro de alto rango dentro
del Cártel de Sinaloa y del Cártel de los Beltrán Leyva. El 11 de junio de
2010, se le imputaron cargos en el Distrito Sur de Georgia por asociación
delictuosa para el tráfico de cocaína, así como para el lavado de dinero y su
traslado de la Unión Americana a México.
También es reclamado por la
Corte Federal de Distrito del Este de Louisiana.
Jorge Eduardo Costilla
Sánchez “El Coss”. Acusado por la Corte de Distrito Sur de Texas por la
distribución de tráfico de marihuana y cocaína en diversos puntos de Estados
Unidos, así como lavado de dinero, siendo uno de los más buscados por el FBI.
Fue detenido el 12 de septiembre de 2012.
NARCOS PENDIENTES
La lista de los delincuentes
entregados a los norteamericanos quedó corta en sus ambiciones de llevar ante
la justicia a verdaderos “peces gordos” del crimen organizado.
Entre los extraditables se
encuentran los hermanos Miguel Ángel y Óscar Omar de apellidos Treviño Morales,
mejor conocidos como “Z-40” y “Z-42”, ex líderes de la organización delictiva
Los Zetas.
También figuran los ex
miembros del Cártel de los Arellano Félix: Teodoro García Simental “El Teo”
-quien terminaría trabajando para el Cártel de Sinaloa-, Carlos Herrera Ávalos
y/o Gustavo Rivera Martínez “EP-1” y Juan Francisco Sillas Rocha “El Sillas”.
Del Cártel de Sinaloa están
en la mira: Jesús Alfredo Salazar Ramírez “El Muñeco” o “El Pelos”; su padre,
Adán Salazar Zamorano “Don Adán”; además de Ismael Zambada Imperial “El Mayito
Gordo”, José Antonio Torres Marrufo “El Jaguar”, Víctor Manuel Félix Félix,
Marco Iván Zaragoza Pelayo, Inés Coronel Barrera, Víctor Emilio Cázares Salazar
y Miguel Ángel Guzmán Loera “El Mudo”, hermano de “El Chapo”.
Los extraditables del Cártel
del Pacífico Sur son: Héctor Manuel Beltrán Leyva “El H” y Gerardo Álvarez
Vázquez “El Indio”.
Por el Cártel de Juárez se
pretende llevar a Estados Unidos a Vicente Carrillo Fuentes “Viceroy”, y a Juan
José Álvarez Tostado “El Hereford”.
Señalados están también los
michoacanos de las organizaciones criminales de La Familia y Los Caballeros
Templarios: Rigoberto Andrade Rentería, J. Jesús Méndez Vargas “El Chango”,
Carlos Alberto Cerda Torres, Arnoldo Rueda Molina “La Minsa” y Servando Gómez
Martínez “La Tuta”.
Otros personajes del bajo
mundo señalados como objetivo por el gobierno estadounidense, sin que
necesariamente se hayan realizado las gestiones legales para su extradición,
son los mexicanos Mario Alberto Ramírez Treviño, Rafael Duarte Torres, Agustín
Flores Apodaca, Abraham Inzunza Inzunza, Valentín Sáenz Cruz, Rubén Garza
Rodríguez y Noel Salgueiro Nevárez, pertenecientes a diversos cárteles de las
drogas.
La lista es muy amplia y
otros presuntos criminales presos son: Rafael Rivera Salomón, Sergio Garza
Treviño, Jesús Raúl Beltrán León, Ramón Álvarez Ayala, Miguel Ángel Aramiz
Herrera, Juan Jesús Flores Lara, Francisco Javier Cantabrana Parra, Lucio
Hernández Lechuga y Alfredo Andrade Parra.
Aún queda pendiente conocer
la postura de las autoridades norteamericanas sobre los legendarios capos del
narcotráfico mexicanos Miguel Ángel Félix Gallardo y Ernesto Rafael Fonseca
Carrillo “Don Neto”, quienes afanosamente buscan obtener beneficios procesales
para salir de la prisión de máxima seguridad en Puente Grande, Jalisco, y
cuentan con cargos en la Unión Americana.
INFORMANTES APROVECHAN “LAGUNAS LEGALES” PARA
DELINQUIR EN EU
Un reporte emitido por el
gobierno de Estados Unidos, revela cómo algunas agencias de seguridad no siguen
las políticas y lineamientos para reportar las actividades de fuentes
confidenciales involucradas en investigaciones criminales.
Durante el año fiscal 2013,
las agencias de seguridad pertenecientes al Departamento de Justicia y al
Departamento de Seguridad Interna, reportaron la participación de más de 16 mil
informantes en el desarrollo de sus investigaciones.
La investigación ordenada por
el Senado y realizada por la Oficina de Responsabilidad Gubernamental
-organismo encargado de auditar las acciones del gobierno-, explica que la
mayoría de ellos participan en actividades que de no ser practicadas por
informantes, serían consideradas ilegales, tales como adquirir drogas de un
narcotraficante seguido por las autoridades.
En específico, la Agencia
Antidrogas (DEA), el Servicio de Marshals, la Oficina de Inmigración y Aduanas
(ICE), la Guardia Costera y el Servicio Secreto, son señaladas de no respetar
los procedimientos establecidos en los manuales oficiales para informar sobre
las actividades en las que se desenvuelven sus fuentes confidenciales.
Lo anterior ocasiona que “un
informante se involucre en actividades que excedan el alcance de la
autorización y la agencia no sea capaz de demostrar que las acciones del
informante no estaban autorizadas, lo cual limitaría la habilidad de la agencia
de procesar al informante por actividad ilegal no autorizada”.
Entre las recomendaciones
hechas por el órgano contralor, está la actualización de políticas y procesos
de monitoreo en la DEA y el Servicio de Marshals, para vigilar las actividades
ilegales de sus informantes.
A pesar de que las agencias
deben seguir la “Guía de Uso de Informantes Confidenciales”, la cual establece
observaciones más estrictas a testigos protegidos, aún no han adecuado sus políticas internas, o
bien, sus prácticas en el campo, con el documento referido.
El contenido del reporte -al
cual ZETA tuvo acceso- indica por ejemplo, que DEA, ICE, el Servicio de
Marshals, la Guardia Costera y el Servicio Secreto no suspenden las misiones de
sus informantes, aunque no los puedan monitorear cuando realizan actividades
ilegales; situación instruida en la guía.
Las mismas agencias tampoco
solicitan a sus informantes, una vez que concluyen su participación con ellas,
que firmen un documento en el que aceptan que cualquier actividad ilegal que
realicen en un futuro, la ejecutan sin autorización del gobierno de Estados
Unidos.
La colaboración de testigos
protegidos tanto en México como en la Unión Americana, con agencias
estadounidenses, ha permitido formular acusaciones contra importantes
criminales involucrados en narcotráfico, lavado de dinero, trata de personas,
tráfico de armas.
No obstante, las conclusiones
del reporte indican que todas las agencias deben cumplir con los lineamientos
estipulados para controlar la actividad de sus informantes.
(SEMANARIO ZETA/ REPORATJEZ/ Luis Carlos
Sáinz Martínez / Inés García Ramos / Fotos. Cortesía/ 05 de Octubre del 2015 a las 13:00:02)
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