viernes, 18 de septiembre de 2015

ZAFARRANCHO ENTRE POLICÍAS MUNICIPALES Y COLONOS EN TIJUANA


Los vecinos de Jardín de las Bugambilias pretendían conservar la privacidad de su fraccionamiento,  como les fue comercializado por Grupo Melo desde hace 11 años.

Con la fuerza pública representada por casi medio centenar de elementos policiacos, el municipio de Tijuana apoyó a Grupo Melo a la introducción de los servicios de agua potable y drenaje a Jardín de las Bugambilias, nuevo asentamiento privado que se edifica en la delegación La Mesa.

Para poder introducir los servicios al nuevo proyecto de Melo, personal de la Dirección de Administración Urbana y de la Comisión Estatal de Servicios públicos de Tijuana –CESPT- tuvieron que derribar una barda y destruir banqueta y abrir parte de la calle principal del fraccionamiento de a lado, Jardín de Las Bugambilias, también construido por Melo, pero comercializado hace 11 años.

A sabiendas que los vecinos de Jardín de Las Bugambilias se opondrían a tal acto por encontrarse amparados tratando de evitar la invasión de su calle principal, Camino de Las Bugambilias, el gobierno de Jorge Astiazarán hizo alarde de un despliegue policiaco de al menos 20 patrullas, más de 40 agentes de la Policía Municipal y 5 grúas, y así poder retirar todo obstáculo que evitara su cometido.

Desde las 8:00 horas de este jueves 17 de septiembre, maquinaria, patrullas y personal de la Dirección de Administración Urbana, CESPT y de la Consejería Jurídica del XXI Ayuntamiento, acudieron al asentamiento, primero tratando de persuadir a los molestos vecinos que les permitieran llevar a cabo las obras.

Al no lograrlo pidieron reforzar el apoyo policiaco, lo cual les fue atendido de inmediato.

El zafarrancho se armó cuando la máquina retroexcavadora comenzó a derribar la barda que divide Rincón de Las Bugambilias y el mencionado fraccionamiento.

Un centenar de vecinos, hombres, mujeres y jóvenes, conformaron una barrera humana para evitar el avance de la máquina, fue entonces que los policías entraron en acción empujando a los ciudadanos.

Algunos integrantes del comité de vecinos del lugar, representado por Susana Olea Rivas, Adriana Stringle Gutiérrez y Eunice Olea Rivas, se tendieron en plena calle en un intento de detener la obra, pero fue inútil, la máquina continuó avanzan lanzando escombros a quienes se encontraban alrededor, lo que los obligó a retroceder.

 Los vecinos pretendían conservar la privacidad de su fraccionamiento,  como les fue comercializado por Grupo Melo.



Eduardo Contreras, subdirector de Control Urbano, molestó enfrentó a los vecinos y al ser cuestionado sobre la represión de que eran objeto los vecinos, advirtió que si era necesario el uso de la fuerza pública “se utilizará”, para poder cumplir con la obra programada.

Y efectivamente, a pesar de la oposición de los habitantes de Jardín de Las Bugambilias, la maquinaria avanzó tumbando barda, abriendo zanja en banqueta y calle para que Grupo Melo pudiera introducir el agua y drenaje al nuevo asentamiento que ya comercializa como privada, como hace 11 años lo hiciera con los vecinos con los que ahora se enfrenta apoyado por la autoridad municipal.

El nuevo conjunto habitacional tendrá como único acceso la calle Camino de Las Bugambilias, la misma que los vecinos de Jardín de Las Bugambilias han amparado, pretendiendo con ello conservar la privacidad de su fraccionamiento, tal y como les fue comercializado por Melo.


(SEMANARIO ZETA/ GENERALEZ/ Isabel Mercado Juarez / Fotos. Jorge Dueñes/Isabel Mercado/  17 de Septiembre del 2015 a las 15:51:37)

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