A estas alturas todo
mundo afina los detalles para la elección del domingo 7 de junio.
Las campañas
electorales terminaron al fin. El trabajo partidista no. Las maquinarias y los
aparatos de los partidos probarán su eficacia el día de la votación. Rellenar
las urnas será el objetivo para favorecer a los candidatos a los cargos de
elección popular.
Durante el tiempo de
veda electoral nadie puede hacer propaganda, pero el golpeteo por debajo y por
encima de la mesa sigue. La fórmula para conformar gobiernos legítimos a veces
no se respeta por los contendientes en turno.
COMPRA DE PÁNICO DE CREDENCIALES
En Guaymas y
Empalme, se habla de la puesta en marcha de un operativo de compra de
credenciales para votar. Nombres de supuestos compradores y precios por
credencial circulan de boca en boca. Qué conocidos priístas hacen de las suyas,
dicen, con apoyo del gobierno de Otto Claussen. Lo anterior no sería ninguna
novedad. Tampoco los panistas se quedan atrás.
Lo cierto es que la
compra de dicho documento se ha convertido en todo un mercado debidamente
segmentado, dirían los expertos en marketing.
En dicha operación
andan muy moviditas personas relacionadas con el Frente Juvenil Revolucionario,
concretamente con Eduardo Gaxiola jr. y las hijas del comandante Francisco
Vidaurrázaga Soto. Ese es el rumor.
LA POLICÍA MUNICIPAL COMO ARMA ELECTORAL A FAVOR DEL
PRI
Existe el temor
fundado entre los militantes de partidos opositores al PRI de que el alcalde
porteño haya puesto a disposición de su partido a la fuerza pública municipal
para el 7J.
Su durante toda la
campaña el hostigamiento en contra de brigadistas del PAN fue la consigna no
tendría por qué no estar considerando dar el cerrojazo tratando de anular a los
operadores blanquiazules o de otros partidos a través del uso ilegal de la fuerza
pública en aras de reventar la elección.
La marcha por la paz
de hace días buscó dejar constancia del activismo ilegal del faccioso alcalde,
por eso se dejó venir la policía estatal para prevenir actitudes autoritarias
del desbocado alcalde, quien si por él fuera metiera a todos los panistas al
bote en una provocación magna a la violencia.
Inducir al miedo a rivales para desactivarlos
y replegarlos o a los votantes para inhibirlos, es algo reprobable desde todos
los ángulos.
Gentes como Gianco
Urías o el Poncho Flores, que le hablan al oído al “Germano”, lo pueden llevar
al despeñadero. Es más, hasta Julián Loera, el oreja del Mochy Leyva actúa como
de la SS ottista, no se diga el guarura oficial del Pepito de Garay.
Durante el gobierno
de Edmundo Mundo Chávez (1994-1997), unos macanazos propinados a Joel El Teco
Mendoza, entonces marido de la presidenta de El Barzón Sara Valle Dessens, le
costaron la cabeza al jefe de la policía municipal Jorge El Coco Velderraín.
Legitimidad y
legalidad, se ha dicho son dos caras de la misma moneda, una para acceder al
poder y la otra para el ejercicio del mismo.
La represión como
medida desesperada para quien monopoliza la fuerza nada tiene que ver con la
vida democrática, sus pasiones y las necesidades de cambio político.
LEÓN PEREA SE DESMARCA
Algo está pasando en
el PRI que el candidato a la alcaldía José Luis Marcos León Perea, decidió
poner su búnker fuera de las miradas indiscretas. No confía en Karla Neudet, ni
en Jesús Fajardo Valenzuela, a quienes identifica como infiltrados del Otto en
su comité de campaña, pues ellos han sido los que le manejaron la lana de su
campaña y quienes lo mantuvieron ahorcado.
El médico ha
preferido jugársela solo y sospecha que ya está vendido en canal, por eso se
abrió de sus oficinas de campaña del Paseo Las Villas y trasladó toda la
operación a la planta alta de la Librería Bohemia Amado Nervo, lugar de acceso
solamente a contados de sus asesores.
Leonpe quiere ganar y por eso ha tomado
medidas extremas, sabedor de experiencias pasadas como las de Everardo “Lalo”
Martínez Samaniego, Marco Antonio “Morroño” Llano Zaragoza o Carlos “Cacho”
Zaragoza, quienes compitieron bajo la marca priísta y terminaron traicionados
por sus mismos correligionarios o sacrificados por los intereses del grupo.
Si bien es cierto
León llegó a la candidatura por el apoyo de Beltrones y el Morroño la ha jugado
de su padrino político, tuvo que doblegar las ambiciones de Otto Claussen por
dejar sucesor en la alcaldía y eso le ha pesado y ahora rema a contracorriente,
pues está consciente que no ha sido el candidato del Toño Astiazarán, ni de su
socio “El Alemán”, quienes han mangoneado a su antojo la vida interna del PRI
porteño y lograron imponer las candidaturas de Walter De Cima y Susana Corella
Platt.
Por si las moscas y
para evitar que el diablo meta la cola, el oftalmólogo se desmarca. Con esos
amigos para qué quiero enemigos, ha de decir en su fuero interno.
Así las cosas, la
buena lid fue dejada de lado y se dio paso a la lucha encarnizada por el poder.
(EL PORTAL DE
LA NOTICIA/ COLUMNA LA VIÑA DEL SEÑOR/06 Junio 2015, 12:35)
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