Ninguna
de las 13 averiguaciones que se abrieron en contra de sacerdotes por agresiones
sexuales en ocho años ha concluido en una condena para el acusado; un tercio de
ellas ya está archivado por la Fiscalía General
El
10 de junio pasado se anunció que el Papa Francisco creó un tribunal en el
Vaticano para juzgar a los obispos que han protegido los abusos sexuales
“Si
no hay justicia, se puede delinquir con mayor facilidad”
Obispos
mexicanos en su mensaje del 2010 ‘Que en Cristo, nuestra paz, México tenga vida
digna”
De
todas las averiguaciones previas que ha iniciado la Fiscalía General de Jalisco
en contra de religiosos, básicamente sacerdotes católicos, por pederastia y
otros ataques sexuales en los últimos ocho años, ninguna ha concluido en una
sentencia que lleve a los responsables a pisar la cárcel.
El
reclamo que despierta la impunidad de estos hechos en el mundo llevó
recientemente al Papa Francisco a crear un tribunal en el Vaticano para juzgar
a los obispos que han protegido los abusos, según se anunció el 10 de junio
pasado.
Aquí
en Jalisco un tercio de las investigaciones abiertas por estos ilícitos entre
2007 y 2014, está hoy en el archivo –31 por ciento-, sin que la Fiscalía
prosiga con las mismas para ejercer la acción penal contra los sacerdotes.
“Si
no hay justicia, se puede delinquir con mayor facilidad”, no es un dicho de las
víctimas, sino de los propios obispos mexicanos, en su mensaje de 2010 “Que en
Cristo, nuestra paz, México tenga vida digna”.
El
22 de mayo de 2014 Reporte Indigo publicó la existencia de tres averiguaciones
por agresiones sexuales de sacerdotes hacia menores de entre 10 y 17 años: dos
en Guadalajara, en 2009 y 2012, y la tercera en Puerto Vallarta, en 2010.
En
agosto de 2014 la Fiscalía actualizó sus datos en un nuevo informe, por orden
del Instituto de Transparencia e Información Pública, que revela en total 13
casos de pederastia y ataques sexuales de sacerdotes, en ese lapso de 2007 a
2014.
Existen
otras cuatro indagatorias también contra ministros religiosos, pero ajenas al
ámbito sexual y la pederastia, sino por delitos como daño a las cosas y
maltrato al infante.
En
los 13 hechos que sí son de índole sexual, hay constancia de 16 víctimas, de
estas, 12 son menores de edad, es decir, tres de cada cuatro.
Más
en detalle, cuatro víctimas tienen edades que van de los cuatro a los nueve
años; ocho de los 11 a 17 años, y cuatro son mayores de edad. De ellas, 11 son
mujeres y cinco varones.
La
mayoría de los hechos sucedió en Guadalajara (siete); seguido de Zapopan y
Puerto Vallarta, con dos cada uno, Ayutla con uno y otro caso que no fue
especificado.
Son
distintos los tipos penales con que la Fiscalía clasificó estos actos que
implican a religiosos: abuso sexual infantil, cuatro; acoso sexual, uno;
atentados al pudor, cuatro; y violación, cuatro.
Antes
que se tipificara el abuso sexual infantil, el 18 de octubre de 2012, la
Fiscalía sólo disponía del tipo penal de violación, que utilizaba tanto para
ataques con víctimas adultas como infantiles, por eso los casos más antiguos
todavía aparecen de la segunda manera.
JUSTICIA ARCHIVADA
De
las 13 averiguaciones abiertas contra sacerdotes por casos de pederastia y
abusos sexuales, hay cuatro de 2007, 2008, 2011 y 2012 que ya no están en curso
por parte de la Fiscalía, sino archivadas.
Tres
de estas en Guadalajara y una en Ayutla, así que hay pocas posibilidades de que
las víctimas vean el día en que se haga justicia o se repare el daño.
La
Fiscalía justifica en su reporte la inactividad en estos expedientes,
recurriendo a los supuestos en la ley, en los que, dice, a criterio del agente
del Ministerio Público (MP):
“Si
de las diligencias practicadas no resultaren elementos suficientes para
consignar, pero apareciere (sic) que con posterioridad podrían allegarse datos
para proseguir la averiguación, se reservará provisionalmente el expediente
hasta que se obtengan estos datos”.
O
bien, que si el agente estima “que no es de ejercitarse la acción penal, podrá
remitir el expediente con su opinión fundada al fiscal general a fin de que
decida si la averiguación debe continuar, si se suspende en espera de mejores
datos o si se archiva definitivamente”.
Otros
cuatro casos más recientes de 2011, 2013 (dos) y 2014 siguen en proceso, y en
cinco más sí hubo consignación: tres involucran a católicos, y dos a un pastor
y un ministro cristiano.
Las
tres consignaciones de católicos son estas:
Una
data de 2009, en Guadalajara, por atentados al pudor hacia una menor de 17
años; otra de 2010, en Puerto Vallarta, por atentados al pudor hacia una niña
de 11 años; otra de 2011, en Zapopan, por violación en tentativa contra una
niña de 15 años.
La
del pastor fue por abuso sexual infantil y violación pues atacó a una niña de
15 años y una joven de 19 años, en Guadalajara; la del ministro cristiano se
dio en 2008, en Puerto Vallarta, por violación equiparada hacia una niña de
sólo cuatro años de edad.
AL AMPARO DE LA IMPUNIDAD
La
Fiscalía no precisa si todas las causas consignadas cuentan con detenidos, es
decir, si se aprehendió a los religiosos, aunque es poco probable que así sea,
según su siguiente apunte:
“De
la búsqueda de la información en las áreas competentes de esta Fiscalía, se
informó que no se ha registrado sentencia condenatoria alguna que haya sido
debidamente notificada al MP en contra de sacerdotes o ministros religiosos”. O
no hubo capturas o perdió los casos.
Ironía
o no, el arzobispo de Guadalajara, José Francisco Robles, y la Conferencia del
Episcopado Mexicano (CEM) que preside, han hecho críticas severas a las
autoridades por la impunidad, la ilegalidad e injusticia imperantes.
El
17 de febrero, en el mensaje “¡Alto a los corruptos!”, la CEM se dice
preocupada por el país, “aquejado, desde hace muchos años por el grave mal de
la corrupción, ‘que favorece la impunidad y el enriquecimiento ilícito, la
falta de confianza con respecto a las instituciones políticas, sobre todo en la
administración de la justicia y en la inversión pública, no siempre clara,
igual y eficaz para todos’”.
El
16 de noviembre de 2014, Robles habló del mensaje de la CEM “¡Basta Ya!”:
“Hagamos
el mejor esfuerzo por ponerle un basta a los asesinatos, a la impunidad, a la corrupción,
a la injusticia y nos decidamos a construir un México basado en el cumplimiento
de las leyes”.
Ya
en 2010, la CEM decía: “Hay disimulo y tolerancia con el delito por parte de
algunas autoridades responsables de la procuración, impartición y ejecución de
la justicia. Esto tiene como efecto la impunidad (…) -por incapacidad,
irresponsabilidad o corrupción-”.
(REPORTE
INDIGO/ LUIS HERRERA / Martes 23 de junio de 2015)
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