Ciudad de México, 25
de diciembre (SinEmbargo).– La Diócesis y la Catedral de Ciudad Altamirano,
Guerrero, informaron vía Facebook que el cura Gregorio López Gorostieta,
raptado el domingo, ha muerto. El sacerdote fue llevado por un grupo de cuatro
personas armadas que ingresó al seminario católico, reportó el Diario El Sur.
“Hoy comunico con
profundo dolor que nuestro hermano el padre Gregorio López Gorostieta ha
partido a la casa del padre! Con fe puedo decir que esta gozando de la
presencia de dios!”, fue el escueto mensaje del Padre Javier, cura de la
Diócesis. ”En Catedral será expuesto el Santísimo para orar por el eterno
descanso del Padre Goyo”, agregó la Diócesis.
Ayer por la tarde,
antes de saber la noticia, un grupo de personas marchó para exigir la
liberación del sacerdote, quien era maestro del Seminario.
SECUESTRO DEL PADRE GOYO
Marcha de ayer para
exigir su liberación. Foto: Facebook de la Catedral de Ciudad Altamirano.
Durante la marcha de
ayer se registró la presencia de todos los sacerdotes de la diócesis. En redes
sociales se difundió un mensaje para invitar a la movilización:
“A todo el pueblo de
Dios que peregrina en la diócesis de Ciudad Altamirano, se les comunica la
desaparición del padre Gregorio López Gorostieta, desde la noche del domingo 21
de diciembre, por lo que en este momento lo importante es unirnos en oración
por él con la confianza de que se encuentra bien”.
La Diócesis emitió
un comunicado dirigido a las personas que raptaron al Padre:
“Hermanos en Cristo
Jesús, con profundo dolor y temor nos dirigimos a Ustedes, para dialogar acerca
de la situación que vivimos, referente al cautiverio del Padre Gregorio López
Gorostieta, consideramos que el Padre Goyito, más que una riqueza económica, es
una riqueza humanitaria y espiritual, por lo cual privarían a todos nuestros
hermanos y hermanas de ustedes. Tememos por su integridad física y consideramos
que en Ustedes hay nobleza y bondad, por ser imágenes y semejanza de Dios, por
lo cual en el Nombre de Nuestro Señor Jesucristo, SUPLICAMOS QUE LO LIBEREN; si ustedes tienen algunas condiciones
para su liberación, háganoslas saber. Los bienes que nosotros pudiéramos tener
son para un servicio espiritual y de caridad para los más pobres y de un fin
espiritual, toquen su corazón y recuerden los diferentes servicios que a las
familias de ustedes nosotros les hemos dado. Mientras tengamos sacerdotes les
seguiremos brindando consuelo en el dolor, esperanza en la tristeza, servicios
espirituales y de caridad para todos ustedes, no tenemos un fin lucrativo,
nuestro servicio es lleno de Fe en Dios Nuestro Señor para el bien de ustedes
que son también hijos de Dios”.
El obispo Maximino
Martínez Miranda hizo un llamado a que pare la violencia en Tierra Caliente.
Dijo que no considera que haya algún problema directo contra los sacerdotes, a
pesar de los casos que se han dado en los últimos años, “porque nosotros nos
dedicamos a servirle a la gente y a Dios, para predicar el evangelio, no
hacemos algo más, nuestra labor es la redención de la persona”.
Dijo que, hasta
ayer, el reporte que tenía era que se escucharon disparos y ruidos en el
Seminario la madrugada del lunes, cuando desapareció.
En un comunicado que
leyó el obispo se informó que “la diócesis de Ciudad Altamirano ha sufrido
mucho, nos duelen nuestros hermanos de Tlatlaya, de cada uno de los que han
perdido la vida a consecuencia de esta crisis, nos duele la muerte de nuestros
hermanos Habacuc y Asunción, presbíteros y pueblo de Dios nos unimos para pedir
justicia y paz y el regreso con vida de nuestro hermano Gregorio López
Gorostieta”.
“Basta ya es el
grito de todos los obispos de México y de esta diócesis. Basta ya de los que
provocan iniquidad, corrupción, impunidad de complicidad y a la vez
indiferencia que lo único que han hecho es provocar violencia, temor y desaparición”,
dice el documento.
OTROS CASOS DE SACERDOTES DESAPARECIDOS
El obispo, de
acuerdo con el diario local, recordó que, en la sierra de San Miguel Totolapan
un sacerdote fue amenazado en el año, e incluso lo levantaron unas horas por
predicar a favor de la familia: un grupo de sicarios –explicó el obispo–
confundió el mensaje y consideró que estaba hablando a favor de “la Familia
Michoacana”.
Dijo que el caso
finalmente se aclaró y no hubo mayor problema para que el sacerdote regresara a
sus actividades pastorales.
En septiembre del
2009 fue asesinado el Padre Habacuc, en Arcelia, cuando viajaba con otros dos
jóvenes que estaban por ser seminaristas y que aparecieron muertos a balazos.
En aquella ocasión
el Episcopado condenó en un documento “la violencia que está azotando a nuestro
país” y exigió “a las autoridades correspondientes, de todos los niveles de
gobierno, realicen una pronta investigación y encuentren a los responsables de este
cobarde crimen”.
“Desde nuestra fe,
manifestamos la certeza de que el Padre Habacuc Hernández, responsable de
vocaciones y los seminaristas Eduardo Oregón Benítez y Silvestre González,
gozan ya en la presencia del Padre celestial”, añadía el documento.
HOMICIDIO EN TOTOLAPAN
En septiembre, el
Párroco de San Miguel Totolapan, Ascensión Acuña Osorio, fue encontrado con
impactos de bala.
Ascensión Acuña era
originario de Palmar Grande, Estado de México y su caso conmovió a la iglesia.
Asimismo, en febrero
de este año, el sacerdote José Julián venía en su carro después de oficiar una
misa en la sierra de Ajuchitlán y fue atacado a balazos en el camino.
(RIODOCE/
REDACCION/ 26 diciembre, 2014)
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