jueves, 6 de marzo de 2014

RECIBE NOROESTE 6 ATAQUES EN 8 DÍAS


Las agresiones a periodistas de esta casa editorial han sido perpetradas por policías estatales, municipales y federales

CULIACÁN.- Por su cobertura informativa apegada a una línea editorial independiente, periodistas de Grupo Noroeste han sido víctimas de amenazas y agresiones en los últimos ocho días, cometidas o presuntamente dirigidas por policías estatales, municipales y federales.

La presión al personal de esta diario inició en Mazatlán el 23 de febrero con amenazas telefónicas. Un día después de la aprehensión de Joaquín "El Chapo" Guzmán en la torre Miramar del puerto.

Ese domingo se buscó la versión de las autoridades locales con relación a un señalamiento de presunta corrupción de agentes preventivos, según publicó en su sitio web el semanario Proceso, información que retomó del diario Reforma.

La nota establecía que se investigaba a policías municipales de Mazatlán por su presunta participación en el círculo de seguridad de Guzmán Loera.

Minutos después de consultar al Secretario de Seguridad Pública Municipal, quien rechazó opinar sobre el asunto, se recibió la primera llamada amenazante, y cinco minutos después la otra, en las que se advertía a los periodistas no publicar información relacionada con el tema, de lo contrario sufrirían las consecuencias.

Al día siguiente, 24 de febrero, en el portal web de Noroeste se lanzaron amenazas y se acusaba que su línea editorial estaba comprometida con un grupo de delincuencia organizada, lo cual se rechazó de inmediato.

El martes 25 de febrero, afuera de la torre Miramar, dos mujeres y un civil encapuchado, custodiados por marinos, obligaron a un fotoperiodista de Noroeste a borrar las imágenes que había tomado en la vía pública, no sin antes advertirle que si no las eliminaba, los marinos le quitarían el equipo fotográfico.

La presión subió de tono la tarde del domingo 2 de marzo, cuando en la cobertura de las marchas a favor de Guzmán

Loera, tres periodistas de Noroeste fueron golpeados y despojados de su equipo fotográfico y de video.

La primera agresión de ese día fue en Guamúchil, donde el reportero fue golpeado por agentes ministeriales y su cámara fue dañada por los elementos que intentaron quitársela o borrar las imágenes.

En Culiacán, tras documentar cómo policías disparaban al aire durante la protesta, el fotorreportero fue sometido, golpeado y amenazado con ponerle una bolsa de plástico en la cabeza. Su equipo de trabajo desapareció en esta acción de la Policía.

El más reciente exceso policiaco se perpetró la madrugada del 4 de marzo en Mazatlán, cuando un reportero de esta casa editorial se dirigía a cubrir el homicidio de una joven en la Plazuela Machado, luego de haber tomado fotos a la entrada de la Cruz Roja, cuando ingresaban a una persona que resultó herida en el referido hecho.

El reportero fue perseguido por agentes municipales a bordo de una patrulla. Los uniformados, con palabras altisonantes, lo sometieron, esposaron y le dijeron que lo llevarían al hospital, ya que lo habían señalado como sospechoso de dicho crimen. Finalmente fue liberado porque nadie confirmó lo que los policías alegaron para detenerlo. El periodista iba en una camioneta con rótulos de Noroeste y portando el gafete de la empresa.

En cuatro de los casos ya se interpuso la denuncia correspondiente ante las fiscalías estatal y federal, así como la respectiva queja ante organismos de derechos humanos.

Cada una de las agresiones ha sido denunciada a través de las páginas de este diario, y ha contando con el apoyo de organismos de los derechos civiles, asociaciones de periodistas y académicos.

(NOROESTE/REDACCIÓN/ 06-03-2014)

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