domingo, 24 de noviembre de 2013

LAGUNERA DEL MODELAJE A LA ASAMBLEA LEGISLATIVA

México, D.F.- Miriam Saldaña Cháirez viste un negligé, un corsé y unas medias negras dentro de la habitación de un hotel afuera de la Ciudad de México. Sonríe. Es el primer atuendo de la docena que lucirá ese día ante la cámara fotográfica. Titubea sólo al principio, luego decidirá con naturalidad qué traje de baño o vestido modelar.

La coordinadora del Partido del Trabajo en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal vive enamorada de la lente desde su niñez. Cuenta con orgullo cómo en una fotografía de su infancia, donde sus cuatro hermanos se resignaban a ser retratados, ella adopta la mejor pose.

Cuatro décadas después, mantiene la costumbre de sonreír ante los flashazos. Lo mismo en una sesión de la ALDF, que en el Reclusorio Oriente, donde hace tres meses fue retratada con una falda corta ante la mirada de los presos, tomada de la mano de su novio, a quien registró como su asesor.

A sus 45 años, la legisladora acepta posar para “Reforma” como nunca antes lo había hecho una legisladora. Y lo hace sólo por diversión:

-¿Servirán estos retratos para proyectar sus iniciativas en la Asamblea? -se le pregunta.

-Pueden proyectar algo de mi personalidad, no necesariamente de mi trabajo legislativo. A la niña le están ofreciendo un juguete porque le encanta jugar. -Aclara, y suelta una carcajada.

Su trabajo

Al día siguiente de la sesión fotográfica, en el recinto de Donceles, Saldaña recibe a cuatro ciudadanos que solicitan recursos para instalar un módulo del PT en la delegación Milpa Alta y para impulsar el deporte.

La diputada se muestra receptiva -”a nadie bateo”, dirá después-. Instruye a una de sus asistentes para que considere las solicitudes. En la conversación, uno de los visitantes le pide interactuar sin inhibiciones.

-¿Inhibiciones?, ¿qué es eso? -Vuelve a sonreír.

Saldaña es la única mujer en la bancada de tres legisladores del PT, partido que se jacta de estar a la izquierda del PRD. Recuerda que cuando llegó a esa organización le dijeron que no parece una mujer de izquierda.

-¿Me faltan el morral y los huaraches?- respondió quien usa tacones de 15 centímetros y bolsas de marca.

Cuna torreonense

Proveniente de una familia de comerciantes de Torreón, Coahuila, Miriam Saldaña compartió las aulas privadas de su educación básica con los herederos de grandes empresas lecheras y tiendas de autoservicio en La Laguna.

Gusta de escribir cuentos, pintar rostros en óleo y tocar el piano. A los 12 años compitió con pianistas de todo el país, pero fue descalificada por los jueces. No creyeron que una niña de esa edad midiera 170 centímetros.

Aunque quería estudiar filosofía, se preparó como educadora por los designios de su madre.

A los 21 años se casó con un francés y lo siguió a su país.

La década que vivió en París cambió su vida. Aquí se había graduado con mención honorífica e intentó revalidar sus estudios, allá no pudo desarrollar adecuadamente una de las dos preguntas de la prueba: “¿qué es un buen profesor?” y “¿qué cambios legislativos harías para mejorar la educación?”.

-Me di cuenta que nací en un sistema escolar donde no te enseñan a pensar, te enseñan a aprenderte las cosas de memoria -confiesa.

En la capital francesa estudió Lingüística y Letras Modernas, y dio a luz a dos de sus tres hijos.

Volvió a México en 1999 e incursionó en el modelaje, sólo dos meses. Para una chica de 1.81 metros de altura, que calza del 7 y medio, ése no es un trabajo cómodo en este país.

Se sacó la espina de estudiar su tercera licenciatura: Filosofía en la UNAM, donde hoy cursa una maestría en Derecho.

Además, empresaria

Ya en México fundó una empresa de productos para bebés e ingresó a la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra); su paso por la vicepresidencia de ese órgano empresarial no impide que la legisladora diga admirar a Mao Tse Tung y a Ho Chi Minh, líderes históricos del comunismo chino y vietnamita.

Sin dejar la Canacintra, Saldaña se empeñó en entrar en la política por las puertas de distintos partidos.

En 2005, llevó al PRD las firmas de sindicalistas que la apoyarían por un puesto público. Tenía en la mira la delegación Benito Juárez, pero el PRD postuló a Alejandra Barrales.

Recurrió entonces a un amigo del PRI, quien le argumentó que perdería su tiempo con el tricolor en la capital y le presentó a Alejandro González, cofundador del PT, un partido con mayor presencia en el DF.


Para 2009, PT y Convergencia la postularon como precandidata a la jefatura de Coyoacán, pero el PRD la relegó de nuevo. A cambio compitió por el Distrito XXXI. Alcanzó 13% de los votos, pero no una curul.

Saldaña milita desde 2009 con el PT, pero igual podría participar con cualquier otra agrupación, excepto el PAN, aclara.

Su visión de izquierda, afirma, difiere incluso a la de algunos petistas: “No me gusta ser pobretóloga”.

(ZOCALO/  Reforma /24/11/2013 - 04:00 AM)

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