domingo, 24 de noviembre de 2013

DABA CLASES DE ZUMBA Y VENDÍA A SUS ALUMNAS

York, EU.- Una instructora de zumba que dirigía una red de comercio corporal con cámaras ocultas, para que el socio de ella viera los encuentros a distancia fue excarcelada el sábado, poniendo término a un escándalo que incluyó videos explícitos, casos de adulterio y una lista de clientes con más de 100 nombres.

Alexis Wright salió de la prisión del condado de York alrededor de las 7:45 de la mañana después de que cumpliera seis de los 10 meses de la sentencia que se le impuso por participar en prostitución y fomentar esa práctica, así como por otros cargos relacionados con impuestos y prestaciones sociales.
Su pena de cárcel le fue reducida por buena conducta y por su participación en un programa de trabajo.
Vestida con un traje ejecutivo gris mientras llevaba varias carpetas en el brazo, Wright abandonó la prisión y subió a una camioneta deportiva que conducía su esposo, Jason Trowbridge.
“Sin comentarios”, dijo Wright.
El escándalo estalló hace un año en el lugar más increíble para que sucediera: una pequeña localidad famosa por sus playas, con el encanto de Nueva Inglaterra y la proximidad a la finca cercana al mar del ex presidente George H.W. Bush, en Kennebunkport.
El negocio de prostitución de Wright fue toda una sorpresa para los clientes del gimnasio donde ella enseñaba, pero no para la policía, que ya tenía sospechas ante la acumulación de quejas sobre gemidos, música estridente y hombres que entraban y salían de una oficina que ella rentaba al otro lado de la calle frente a su gimnasio.
Según la policía, el socio de Wright, Mark Strong, un residente de Thomaston, observaba los encuentros sexuales en tiempo real a 160 kilómetros (100 millas) de distancia, a través de una computadora que él tenía en la oficina de una empresa aseguradora.
En un giro crítico para su sentencia, Wright aseguró que su socio la había engañado para hacerla creer que ella era una agente secreta que investigaba a depravados.
Los fiscales no creyeron lo dicho por Wright y afirmaron que los investigadores continuaban creyendo que Wright, de 30 años, “participaba por su voluntad” en el negocio del 'comercio corporal'.
Según expedientes detallados que abarcaron 18 meses, Wright ganó 150.000 dólares libres de impuestos. Además cobró más de 40.000 dólares en prestaciones sociales, a decir de los fiscales.
Strong —de 58 años, casado y con dos hijos— reconoció que había tenido un amorío con Wright y que la ayudó a que montara el gimnasio, pero afirmó que él no obtuvo ganancias con la red de prostitución.
Strong fue declarado culpable de 13 cargos relacionados con el fomento de lenocinio y se le sentenció a 20 días de cárcel.

(ZOCALO/  Agencias /23/11/2013 - 10:00 PM)

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