Saltillo.- Monseñor Raúl Vera sentenció que no fue presionado
por nadie para expulsar al sacerdote legionario Pablo Pérez, pues él
como obispo tiene la autoridad canónica para ello, cuando alguien altera
la paz de su Diócesis, como lo hizo el ex legionario, quien discriminó a
una pequeña y en general fue incapaz de apegarse a la organización de
la Diócesis.
“El problema de Agua Nueva es un problema que emerge de una falta de visión de una persona que me pide a mí que si yo le puedo recibir en mi Diócesis y quedamos en el acuerdo de que iba a estar temporalmente conociendo la Diócesis y la Diócesis conociéndole a él”, explicó
“A la primera parroquia a donde llegó el sacerdote, a quien yo con toda la buena voluntad recibí, el párroco me dice a los 15 días: ‘el padre está desbaratando la estructura donde había ministros’”.
El padre no tenía encargada Agua Nueva, pero ahí estaba y sus obligaciones como vicario las mandaba a volar, asegura el Obispo de Saltillo.
“El problema de Agua Nueva es un problema que emerge de una falta de visión de una persona que me pide a mí que si yo le puedo recibir en mi Diócesis y quedamos en el acuerdo de que iba a estar temporalmente conociendo la Diócesis y la Diócesis conociéndole a él”, explicó
“A la primera parroquia a donde llegó el sacerdote, a quien yo con toda la buena voluntad recibí, el párroco me dice a los 15 días: ‘el padre está desbaratando la estructura donde había ministros’”.
El padre no tenía encargada Agua Nueva, pero ahí estaba y sus obligaciones como vicario las mandaba a volar, asegura el Obispo de Saltillo.
(ZOCALO/ Leticia Espinoza21/06/2013 - 03:00 AM)
No hay comentarios:
Publicar un comentario