* YA ESTABA CANSADA DEL MALTRATO FISICO...
* IBAN IR A LA FERIA, PERO NUNCA LLEGO...
* PREFIRIO IRSE DE PARRANDA
* AL LLEGAR ELLA LE RECLAMO...
* Y EL SE LE FUE A GOLPES AZOTANDOLA CONTRA LA PARED...
* ELLA TOMO UNN CUCHILLO Y SE LO CLAVO EN EL CORAZON...
FEDERICO GARCÍA
Una mujer asesinó a puñaladas a su esposo cansada del maltrato físico y de las amenazas que diariamente recibía, posteriormente, decidió entregarse a la Policía, el homicidio ocurrió en la población de Coatepec, zona centro de la entidad veracruzana.
Rosa María Moreno Castillo de 20 años, esperaba a su esposo, el mesero David Martínez Ortiz de 19 años, el viernes por la noche en su vivienda de la calle Laurencio Polanco número 4 interior 4, zona centro de Coatepec, ya que habían quedado que acudirían a la feria.
La mujer se cansó de esperar a su esposo, pero el mesero nunca llegó pues andaba tomando con unos amigos, fue hasta la 01:00 horas del sábado que se apareció en la vivienda en completo estado de ebriedad.
Rosa estaba furiosa y de entrada le reclamó el porqué no había llegado a la hora acordada, para ir a la feria, lejos de disculparse, el mesero se le fue encima a golpes y la azotó contra la pared del inmueble.
Harta del maltrato físico, Rosa alcanzó un cuchillo de cocina y se lo clavó en el pecho, cayendo moribundo el mesero porque la puñalada fue certera, a un ladito del corazón.
Fuera de sí, Rosa se lanzó sobre la presa y le asestó dos puñaladas más, una de esas le partió el corazón, provocándole la muerte instantánea, así acabó de tajo con tantos años de maltrato y violencia física.
Por unos minutos la mujer se quedó pensativa, hundida en la tristeza y la desgracia, prácticamente en shock, pero luego reaccionó y decidió arrastrar el cadáver de su esposo para esconderlo debajo de la cama.
La dama no sabía qué hacer con el cadáver, estuvo meditándolo durante 4 horas, salió de su vivienda a caminar y regresó sin una idea clara, cerca del mediodía se le ocurrió ir a la vivienda de su madre Isabel Moreno Castillo, en la calle El Gato número 2, colonia centro, en Mahuixtlán.
Le contó a su madre lo ocurrido y fue doña Isabel quien convenció a su hija para que informara del hecho a la Policía, la convenció de que tenía que entregarse para pagar con la cárcel por el homicidio de su esposo David.
Juntas se presentaron en la comandancia de la Policía Municipal de Coatepec para reportar el homicidio, Rosa María Moreno se entregó a la autoridad, con el valor que caracteriza a las mujeres.
Las autoridades ministeriales se trasladaron al sitio del hecho y allí encontraron el cadáver del mesero escondido debajo de la cama, con tres puñaladas en el pecho.
Rosa María argumentó que su esposo la golpeaba constantemente e incluso la tenía amenazada, pues decía que la mataría si se iba de la casa o si se enteraba que anduviera con otra persona, toda una vida de sufrimiento.
David se negaba a darle el divorcio y le había advertido que si ella le mostraba un solo papel disolviendo el matrimonio, él se llevaría lejos a su pequeña hija de dos años.
Rosa María Moreno Castillo se encuentra a disposición de la fiscalía de Coatepec y en horas se determinará su situación jurídica, va a ser consignada ante un juez por homicidio, cuando en realidad Rosa es una víctima de las circunstancias y de la violencia doméstica.
* IBAN IR A LA FERIA, PERO NUNCA LLEGO...
* PREFIRIO IRSE DE PARRANDA
* AL LLEGAR ELLA LE RECLAMO...
* Y EL SE LE FUE A GOLPES AZOTANDOLA CONTRA LA PARED...
* ELLA TOMO UNN CUCHILLO Y SE LO CLAVO EN EL CORAZON...
FEDERICO GARCÍA
Una mujer asesinó a puñaladas a su esposo cansada del maltrato físico y de las amenazas que diariamente recibía, posteriormente, decidió entregarse a la Policía, el homicidio ocurrió en la población de Coatepec, zona centro de la entidad veracruzana.
Rosa María Moreno Castillo de 20 años, esperaba a su esposo, el mesero David Martínez Ortiz de 19 años, el viernes por la noche en su vivienda de la calle Laurencio Polanco número 4 interior 4, zona centro de Coatepec, ya que habían quedado que acudirían a la feria.
La mujer se cansó de esperar a su esposo, pero el mesero nunca llegó pues andaba tomando con unos amigos, fue hasta la 01:00 horas del sábado que se apareció en la vivienda en completo estado de ebriedad.
Rosa estaba furiosa y de entrada le reclamó el porqué no había llegado a la hora acordada, para ir a la feria, lejos de disculparse, el mesero se le fue encima a golpes y la azotó contra la pared del inmueble.
Harta del maltrato físico, Rosa alcanzó un cuchillo de cocina y se lo clavó en el pecho, cayendo moribundo el mesero porque la puñalada fue certera, a un ladito del corazón.
Fuera de sí, Rosa se lanzó sobre la presa y le asestó dos puñaladas más, una de esas le partió el corazón, provocándole la muerte instantánea, así acabó de tajo con tantos años de maltrato y violencia física.
Por unos minutos la mujer se quedó pensativa, hundida en la tristeza y la desgracia, prácticamente en shock, pero luego reaccionó y decidió arrastrar el cadáver de su esposo para esconderlo debajo de la cama.
La dama no sabía qué hacer con el cadáver, estuvo meditándolo durante 4 horas, salió de su vivienda a caminar y regresó sin una idea clara, cerca del mediodía se le ocurrió ir a la vivienda de su madre Isabel Moreno Castillo, en la calle El Gato número 2, colonia centro, en Mahuixtlán.
Le contó a su madre lo ocurrido y fue doña Isabel quien convenció a su hija para que informara del hecho a la Policía, la convenció de que tenía que entregarse para pagar con la cárcel por el homicidio de su esposo David.
Juntas se presentaron en la comandancia de la Policía Municipal de Coatepec para reportar el homicidio, Rosa María Moreno se entregó a la autoridad, con el valor que caracteriza a las mujeres.
Las autoridades ministeriales se trasladaron al sitio del hecho y allí encontraron el cadáver del mesero escondido debajo de la cama, con tres puñaladas en el pecho.
Rosa María argumentó que su esposo la golpeaba constantemente e incluso la tenía amenazada, pues decía que la mataría si se iba de la casa o si se enteraba que anduviera con otra persona, toda una vida de sufrimiento.
David se negaba a darle el divorcio y le había advertido que si ella le mostraba un solo papel disolviendo el matrimonio, él se llevaría lejos a su pequeña hija de dos años.
Rosa María Moreno Castillo se encuentra a disposición de la fiscalía de Coatepec y en horas se determinará su situación jurídica, va a ser consignada ante un juez por homicidio, cuando en realidad Rosa es una víctima de las circunstancias y de la violencia doméstica.
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